Es una costumbre actualmente fiarse ciegamente de lo que se dice en las redes sociales y de (casi) todo lo que se publica en la Red, ya sean blogs, Wikipedia o Twitter. Como si el hecho de estar colgado en Internet lo convirtiese en una verdad absoluta. Hasta el momento son canales fiables, pero no al cien por cien y, de vez en cuando, se cuelan en ellos afirmaciones o rumores sin sentido, sin confirmar o que, directamente, carecen de fundamento y credibilidad. Así, el bucle empieza a crecer y, de repente, una mentira se convierte en trending topic mundial.
Esto es lo que sucedió ayer cuando alguien decidió que José María Aznar había muerto y consideró que el resto del mundo debía saberlo. Con una identidad anónima, un usuario publicó en la versión inglesa de la Wikipedia la noticia del fallecimiento del ex presidente del Gobierno alrededor de la una y media de la madrugada. Media hora después, otro usuario, ObjectivismLover, corrigió el error y a los dos minutos -a la 1.56 horas- de nuevo un anónimo amplió la información asegurando que Aznar había muerto en un accidente de tráfico bajo los efectos del alcohol. Al momento, otro usuario más, SeoMac, eliminó las falsas afirmaciones.
El efecto mariposa se desató y Twitter se despertó esta mañana inundado de cientos de #AnimoAznar acumulados durante la noche. Bromas macarras, guiños y un bombardeo de mensajes irónicos e ingeniosos, encerrados en 140 caracteres, que han generado incluso confrontaciones entre los usuarios y que todavía ahora se mantienen entre los temas más comentados del momento en la red social.
La Voz de Galicia – España
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