Jimmy Ortiz Saucedo
“Reclaman justicia por los hechos de La Calancha.- Familiares y víctimas de los sucesos de La Calancha, ocurridos en Sucre en noviembre de 2007, se quejaron públicamente de que la muerte de tres ciudadanos no haya sido esclarecida y que los autores de la masacre aún no estén siendo juzgados. Entre el 24 y 25 de noviembre de 2007, tres ciudadanos que participaban en las manifestaciones contra la Asamblea Constituyente fallecieron al enfrentarse con la Policía, pero además, se estima que alrededor de 300 personas resultaron heridas de diversa consideración, algunas con graves secuelas físicas”. (El Mundo)
Un día como hoy, hace 4 años, el pueblo de Sucre fue vejado por el gobierno del Presidente Evo Morales y sus plurinacionales. Se violaron sus Derechos Humanos, se asesinaron 3 de sus hijos: Gonzalo Durán, José Luis Cardozo y Juan Carlos Serrudo, y se hirieron a 300 personas de la capital de la República.
Esta es una de las "victorias militares" contra la Democracia, de la que se precia el Vicepresidente García Linera, como si asesinar a sus ciudadanos pudiera ser considerada una victoria Militar. Solo una mente enferma puede entender las cosas en estos términos. Saddam Husein también asesinó a sus hermanos los Kurdos en Irán, y hoy está pudriéndose en el infierno.
Y todo por imponer una constitución a las buenas o a las malas, "Si o Si" como le gusta a Su Excelencia, como lo quiere hacer en el TIPNIS. Finalmente terminó imponiendo su constitución sin consenso, atropellando las bases de la convocatoria, violando el referéndum que los obligaba a constitucionalizar una verdadera autonomía, violando la ley, apoyándose en su odiados neoliberales en el parlamento, que no tenía ninguna atribución para ello.
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La vejación de la mismísima capital constitucional, los muertos, los heridos y el repudio generalizado, le importó un pito.
Los departamentos que votamos en contra, el Oriente y el Sur del país, no nos sentimos parte de esta constitución. Debemos recordar que Beni (67%), Santa Cruz (65%), Pando (59%) y Tarija (56%) la rechazaron y en Chuquisaca, con 51% a favor, hubo un empate técnico. Casi un 40% del país votante se opuso. Con esta estructura de votación se debió ampliar la constituyente, buscando un consenso mayor. Pero claro, esto lo hacen gobiernos de buena fe. Gobiernos que quieren construir un país para todos, sin odiosas discriminaciones. Así Bolivia no es ni será viable.
Hoy a 4 años de la masacre de La Calancha, la impunidad sigue imperturbable. La justicia de Evo Morales mira para otro lado, aunque la sangre de los muertos y sus familiares clamen justicia.
Los actores materiales e intelectuales de estos asesinatos siguen impune, como si nada hubiera ocurrido, como si matar gente fuera lo normal en el Estado Plurinacional del Chavismo trasnacional.
El mismo patrón de violencia muerte e impunidad se observa en todas las "victorias militares" del gobierno del Presidente Evo Morales. La Calancha no es la excepción sino la regla:
– Fue lo mismo que se vio en la quema de la Prefectura de Cochabamba y la muerte de Cristian Urresti. Y la impunidad sigue firme.
– Fue lo mismo que se vio en el golpe de Estado como el perpetrado contra la gobernación de Pando, donde se asesinó a nuestros hermanos, incluido un Pastor evangélico. Y la impunidad sigue firme.
– Fue lo mismo que se vio en el Cerco a Santa Cruz del 2008, donde su gente asesinó al Profesor de Portachuelo Pedro López y al unionista Edson Ruiz en Tiquipaya. Y la impunidad sigue firme.
– Fue lo mismo que se vio en la masacres de Caranavi, donde su gente asesinó a Fidel Mario Hernany Jiménez y David Callisaya. Y la impunidad sigue firme.
– Fue lo mismo que se vio en la brutal represión de Yucumo, contra los indígenas del oriente. Y la impunidad sigue firme.
Este es el modus operandi del masismo violento y antidemocrático, que hoy gobierna Bolivia.
Presidente Morales, nada queda eternamente impune. Los culpables materiales e intelectuales de todos estos crímenes, pagarán sus delitos, no tenga duda.
La historia universal está llena de estos ejemplos: Somoza, Stroessner, Pinochet, Fujimori, García Meza, Arce Gómez y el último de ellos, su amigo Muammar el Gadafi.