Las trampas del padrón y la ley electoral

SUSANA Susana Seleme Antelo

Al MAS y compañía, ‘CIA’ tan deleznable como la otra, les importa un carajo la legalidad y el Estado de Derecho, pues como dijo el propio mandatario, “le meto nomás”. Es decir, que Bolivia está viviendo en el reino de la ilegalidad, al amparo en una tramposa y marrullera legitimidad de votos, pero sí necesaria para cumplir el destino manifiesto del MAS: llegaron para quedarse, Morales dixit.



Así se desprende de los datos que proporcionó Carlos Valverde Bravo, en un minucioso trabajo de equipo presentado en su programa “Sin letra Chica”, de acuerdo al padrón vigente en las pasadas elecciones. En ese nada fiable padrón existen 149.500 personas cuyos nombres están ‘clonados’ dos y tres veces. De ellos, 70.128 son ‘homónimos perfectos’, con los mismos nombres y apellidos, cuyas cédulas de identidad presentan variaciones de uno o dos números.

El registro con libretas de servicio militar del ultimo año asciende a 21.479 personas, de las cuales un buen porcentaje no se puede constatar en los registros militares, además de que al menos 6.000 registran problemas como los anteriormente citados. El número de extranjeros que votaron llega a 6.808, con nacionalidades que abarcan a rumanos y suecos, de los más lejanos, hasta los sospechosamente cercanos venezolanos, argentinos y afines.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

No se libraron del fraude ilustres difuntos como Víctor Paz Estenssoro y Juan Lechín, cuyas cédulas fueron clonadas, además de otros ciudadanos nacidos en 1902 y 1903. ¿Quién los clonó? ¡La compañía ‘CIA’ que digita el destino manifiesto! El estudio de Carlos Valverde calcula cerca de 7% de fraude en el padrón de algo más 4 millones de inscritos. Esa cifra significa casi 220.000 votos truchos. El porcentaje se elevaría mucho más si tomamos en cuenta que solo votaron tres millones y medio de ciudadanos, entre ellos, sin duda, los tramposos del MAS.

Como la ilegalidad es pan de cada día, pretenden que votemos con ese padrón, ajustado como una filigrana al plan hegemónico de quedarse hasta que las velas no ardan. Todo indica que hubo ‘relleno de ánforas’, amén de voto comunitario, incrementos insólitos del padrón electoral además de la ‘participación extrema’, superior a 93% de inscritos en algunas mesas electorales y otras con 100% de participación, según otro estudio. El mismo apunta que en menos de dos años el padrón nacional creció más 16%. En Pando, 39%. En Beni, 10%. En Tarija 9% y en Santa Cruz 4.5%. En las zonas cocaleras el incremento es apabullante: Nor Yungas, 36%; La Asunta, 44%; Villa Tunari, 22.5%. La nueva modalidad impuesta por el masismo ha hecho desaparecer los votos blanco y nulo, y como si fuera poco, resulta que las zonas rurales expulsoras de población por condiciones socioeconómicas, en época electoral se convierten, MAS mediante, en atractivas para votar.

La ley electoral transitoria discutida en el Senado contempla, además del tramposo padrón, otras anomalías como el voto en el exterior, que según Valverde, solo en la Argentina se está preparando la inscripción de un millón de personas, pues el ya inflado padrón nacional no resiste más inflación, como sentenció el demógrafo Luís Pedraza.

Para diciembre de 2009 quedan en entredicho el control de imparcialidad, las circunscripciones especiales, las cortes electorales que se quedarán sin quórum a mediados de año, las demandas insatisfechas de algunos pueblos indígenas, y el manido recurso del ‘cerco’ al Congreso, si no se aprueba la susodicha ley tal como está. Esos temas irán en otro artículo.