Bolivia. Advierten riesgos si no se frena caída del dólar


Tipo de cambio. El sector exportador del país apuesta por un plan de comercio exterior, pero que sea sostenible y competitivo. Se menciona que hay millonarias pérdidas

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Los exportadores del país marcan la hoja de ruta para 2012: frenar la depreciación del dólar para estar a tono con países que valoran su producción y recuperar competitividad a escala nacional para no quedar rezagados frente a la coyuntura internacional de buenos precios y alta demanda.  

En el caso de Bolivia, según los precios diferenciados de cada sector, por cada punto menos en el dólar, el impacto económico a la producción y exportación oscila entre los $us 15 y 20 millones.

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De acuerdo con la política monetaria aplicada por el Banco Central de Bolivia (BCB), de un año a esta parte el dólar bajó en una decena de oportunidades: desde el 2 de diciembre de 2010 hasta el 3 de noviembre de 2011 bajó de Bs 7,05 para la venta y Bs 7,03 para la compra hasta Bs 6,96 y Bs 6,86, respectivamente.

En los datos consignados en la página web del BCB, los ajustes al tipo de cambio se deben a la necesidad de reducir las presiones inflacionarias de origen externo y de la reciente apreciación en los países que son socios comerciales del país.

El titular de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Goran Vranicic, considera que se necesita con urgencia un plan de comercio exterior creíble y sustentable en el tiempo que permita recuperar la competitividad.

Para el titular de la Caneb,  esto pasa por mantener la estabilidad cambiaria y no estar a expensas de las decisiones del BCB, que justifica la apreciación de la moneda nacional en el índice inflacionario.

La Cámara Nacional de Industrias (CNI) realizó una serie de planteamientos en los que destaca las bases para reactivar, modernizar y expandir el aparato productivo, además de avanzar a la solución de los problemas de productividad y competitividad de la industria nacional.

Según su presidente, Alfonso Gumucio, este plan pasa por preservar la estabilidad macroeconómica, incluyendo la inflación, el tipo de cambio, las inversiones, el crecimiento y la deuda interna.

Para la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), el índice del tipo de cambio de Bolivia muestra una apreciación real de la moneda nacional con respecto a sus principales socios comerciales. No obstante, esto repercute relativamente en la competitividad cambiaria, particularmente de la producción no tradicional.

Ante la apreciación del boliviano, según la Fundación Milenio, el resultado previsible es un deterioro mayor de la competitividad en el mercado más grande, como es el de Estados Unidos.

De hecho, una parte central de las exportaciones no tradicionales que tienen ese destino han sufrido contracciones en volumen.

El problema es que volvió la inflación

Armando Méndez ⎢ Expdte. del BCB

Para entender por qué en el 2011 se siguió apreciando la moneda nacional y se depreció el dólar, habría que preguntarse por qué el Banco Central de Bolivia tomó este tipo de acciones. Y lo primero que habría que reconocer es que este año retornó con fuerza la inflación, a tal extremo que a medio año pasó el 10% la acumulada, pero después volvió a bajar sorpresivamente.

El Banco Central utilizó el tipo de cambio para atenuar la inflación y automáticamente se activó la importación de bienes de forma considerable, con lo que se redujo la brecha que había antes.

El problema es que la inflación afectó la producción nacional y hubo un desinterés generalizado. Sin embargo, hay que reconocer que es un logro haber bajado de dos a un dígito la inflación.

Es más, creo que teniendo la cantidad de reservas que hay en el Banco Central hasta se pudo haber bajado más el dólar; si hay abundancia de dólares, entonces hay que bajar el precio.

Ahora, si la gente se pregunta si esto es lo óptimo para la economía del país, yo le diría que no, porque la gente que genera producción y recursos se preocupa cuando se mueve el tipo de cambio.

Creo que el Banco Central, por las reservas que tiene, bien podría dejar un tipo de cambio fijo, y no es una contradicción a lo que dije antes, pero ahí están las reservas que pueden amortiguar esta medida.

Para frenar la inflación, lo mejor sería dejar el tipo de cambio fijo, pero también habría que disminuir el gasto público, porque es otro síntoma negativo para el país.  

    Escenario 

Exterior. Un estudio de la Fundación Milenio, señala que los escenarios externos reflejan un momento de incertidumbre y se avizoran posibles cambios en cuanto a la bonanza de precios y la demanda de materias primas. 

Bolivia. Los indicadores apuntan a una recaída en la recesión que podría influir en todo el mundo. En el caso de Bolivia, a través de precios y demanda de recursos naturales, como el gas y los minerales.

Región. De acuerdo con el desarrollo del tipo de cambio real bilateral, donde la subida representa ganancia de competitividad y la bajada todo lo contrario, en el caso de Brasil, Colombia y Chile se tiene una mejora al año anterior. 

Gas. Lamentablemente, según el estudio de Milenio, el grueso del comercio con Brasil es gas y la competitividad es irrelevante puesto, que son ventas mediante contrato.

Henrry Ugarte, El Deber


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