Ismael Schabib Montero*
En países como Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia, se percibe, de parte de los gobiernos, la aplicación de un modelo muy parecido para mantenerse en el poder, donde los bonos, el amedrentamiento, elecciones controladas, hostigamiento a los medios de comunicación, y otras artes, están a la orden del día.
En esa lista hay que agregar la manipulación mediática. Se le atribuye al lingüista Noam Chomsky la autoría de un trabajo denominado “10 estrategias de manipulación a través de los medios” que considera: 1) La estrategia de la distracción, 2) Crear problemas y después ofrecer soluciones, 3) Estrategia de gradualidad, 4) Estrategia de diferir, 5) Dirigirse al público con criaturas de poca edad, 6) Utilizar el aspecto emocional, 7) Mantener al público en la ignorancia y mediocridad 8) Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad, 9)Reforzar la culpabilidad, 10) Conocer al individuo mejor de lo que él mismo se conoce.
Para nadie es desconocido que “gobiernan” a nuestro gobierno, extranjeros y que la escuela de cómo mantenerse en el poder es cubana, cuyo conocimiento lo exportaron a los países mencionados líneas arriba celosamente vigilado por ellos mismos.
Nuevamente surge la cantaleta “que quieren asesinar al Sr. Presidente Morales” y que el posible autor era un militar argentino que vivía en Santa Cruz de la Sierra en la casa de su hija, casada con un boliviano, desde antes de que el Sr. Morales sea Presidente ¿?. Pero también el tristemente célebre “enterrador Quintana”, conocido contrabandista, ha denunciado que lo quieren matar. Siguiendo el método hecho a conocer por Chomsky “esa noticia” parece ser la aplicación de la primera estrategia, “la distracción”, para desviar la atención de problemas importantes, ¿Narcotráfico, precios por las nubes en los mercados? ¿O el golpe de Estado al gobernador del Beni? Se puede inferir que la segunda estrategia el gobierno parece haberla aplicado sin hiel en los casos conocidos como terrorismo I y II, creando una “situación” prevista para causar reacción en la población boliviana, con el explosivo puesto en la puerta de la casa del Cardenal y luego el “heroico” asesinato de Rozsa.
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Chomsky señala: “Dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad”, a este caso el gobierno le ha sacado el jugo y lo sigue haciendo, mostraron armamento obsoleto del inventario de las FFAA, haciéndolo aparecer en la Feria exposición como prueba acusatoria contra líderes regionales, creando en el Occidente bronca contra “los separatistas cruceños”, para los que pidieron sanciones ejemplares, al tiempo que nos endilgaban la Wiphala como símbolo nacional en reemplazo de la tricolor.
Los disociadores etnocentristas que nos gobiernan, crearon el escenario, donde aparecen como héroes de la unidad nacional mientras apuñalaban y asesinaban a la República de Bolivia, remarcando lo que nos divide y nos hace sentir y parecer diferentes entre bolivianos, algo que es mera traición a la patria, acusando a los líderes cruceños de su propio pecado.
*Vicealmirante de la República de Bolivia