Un joven beniano muere en un local Azabache de Ernesto Córdoba, sospechoso del crimen de Jorge O’Connor D’Arlach. La muerte del joven maderero no fue denunciada oportunamente a las autoridades policiales.
Audiencia: Ernesto Córdoba en la Corte Superior de Justicia
La Prensa
Tenía 20 años cuando murió. El beniano Miguel Ojopi perdió la vida luego de recibir una puñalada en el corazón, la madrugada del lunes, en el local Azabache, de propiedad de Ernesto Córdoba, quien está detenido en la cárcel de San Pedro por el atraco y asesinato del empresario tarijeño Jorge O»Connor D»Arlach.
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De acuerdo con un reporte de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), una periodista puso el hecho en conocimiento de las autoridades ese mismo día por la tarde.
Los policías hicieron el levantamiento legal del cadáver cuando era velado en una funeraria ubicada en Miraflores.
El cuerpo de Ojopi fue llevado en el ataúd a la morgue del Hospital de Clínicas para practicarle la autopsia.
Según una fuente de la División Homicidios de la FELCC, el examen médico superficial permite suponer que Ojopi falleció a causa del trauma torácico causado por la puñalada.
Hechas las investigaciones preliminares, la Policía conoció que la víctima se dedicaba al comercio de madera, pues trasladaba este producto desde el oriente hasta La Paz, donde la vendía a intermediarios.
La noche del domingo, Ojopi ingresó en el local de remate Azabache, ubicado en la avenida Tejada Sorzano, cerca de la esquina de la calle Guatemala, para compartir unos momentos con sus amigos y tomar unos tragos.
Uno de los allegados a Córdoba confirmó a La Prensa que el bar es de propiedad de su amigo, pero aseguró que éste permanece cerrado desde hace un mes y medio. “Lo precintaron tres días después de que detuvieron a Ernesto (el 29 de febrero), y cerraron también El Caballito”, otro local de remate ubicado en la calle Agustín Saavedra, de Villa Fátima.
El jefe de la División Homicidios, Jaldibeck Escóbar, evitó dar a conocer detalles sobre el propietario del bar, dijo que sólo conoce por rumor que pertenece a Ernesto Córdoba.
“Esa noche, en el local, se produjo una pelea entre collas y cambas —informó un investigador— porque el lugar es bastante concurrido por personas provenientes de la región del oriente. En esas circunstancias resultó herido. El hecho se habría producido alrededor de las cinco de la madrugada del lunes”.
A esa hora fue conducido al Hospital de Clínicas, donde perdió la vida como consecuencia de la herida.
Al Jefe de Homicidios le llama la atención que ni dueños del local, responsables del nosocomio o de la morgue no hubiesen denunciado la muerte violenta del joven beniano.
Escóbar refirió que “todavía no se dio con el paradero del autor”, quien tampoco fue identificado, aunque hay varios testigos de la agresión, quienes aportarán información sobre esta muerte.
Se conoció que el certificado de defunción correspondiente estableció que la muerte sobrevino por causas naturales, por lo que fue admitido por la funeraria para dar paso a la sepultura.
Todos esos hechos se encuentran bajo investigación.
Ernesto Córdoba se encuentra recluido en el penal de San Pedro bajo la acusación de ser autor intelectual del asesinato de Jorge O’Connor D’Arlach con la finalidad de robarle los 450.000 dólares que llevaba consigo la mañana del martes 27 de enero en la intersección de la avenida Tejada Sorzano esquina calle Monje.
Ernesto Córdoba es propietario, además, de otro local de remate, denominado El Caballito, donde fue arrestado la noche del 29 de febrero, oportunidad en la que se lo encontró en poder de los maletines en los que supuestamente el empresario llevaba esa suma de dinero y su computadora personal.
Los hechos
La madrugada del lunes murió un joven, luego de ser herido en el local de remate Azabache.
El bar pertenece a Ernesto Córdoba, sospechoso del crimen de Jorge O’Connor D’Arlach.
El joven, aún con vida, fue llevado a la Unidad de Emergencias del Hospital General.
Miguel Ojopi recibió una puñalada en el corazón. El fallecimiento fue producto de la herida.
La Policía intervino un salón velatorio de Miraflores para abrir las investigaciones.
El fallecido comerciaba con madera entre el oriente del país y la ciudad de La Paz.