Una restricción desata un motín en San Pedro

Hay 15 heridos, 5 de ellos niños. La Policía demoró cerca de dos horas en retomar el control del penal. Gobierno anuncia la permanente rotación de los policías.

image

• RECUPERACIÓN DEL CONTROL • Policías hacen vigilia, la tarde de este jueves, en el techo del penal.



La Razón

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Una restricción en el horario de visitas a los internos del penal de San Pedro de La Paz provocó ayer un violento motín que dejó al menos 15 personas heridas, cinco de ellas menores de edad, cuando centenares de policías retomaron el control del penal.

La determinación del nuevo gobernador del penal, José Cabrera, de permitir las visitas sólo hasta las 16.00 —dos horas menos de lo acostumbrado—, habría provocado el malestar en los internos, quienes, según su propio relato, golpearon las puertas y destruyeron parte del inmueble.

El motín comenzó pasadas las 16.00 horas, de acuerdo con información extraoficial, en el sector Guanay y Los Pinos. Los efectivos recién designados a la seguridad del penal intentaron controlar la situación con el uso de balines de goma y gases lacrimógenos, pero cerca de dos horas después no lograron su cometido. Entonces, se solicitó el refuerzo de efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) y de otras divisiones. Un grupo de policías ingresó en el penal, otro se ubicó en el techo del recinto y un tercero, compuesto por una treintena de uniformados, resguardó las afueras de la cárcel.

Los reclusos afirmaron que el uso de gases lacrimógenos le permitió a la Policía controlar la situación. En los alrededores del penal, el paso de vehículos y transeúntes fue restringido por casi dos horas. Personas que aseguraban ser familiares de los internos discutieron insistentemente con los efectivos y el acceso a la prensa fue restringido.

Pasadas las 20.00, el director nacional de Régimen Penitenciario, Jorge López, en compañía del director nacional de Seguridad Penitenciaria, Manuel Guzmán, salieron a anunciar que la situación fue controlada. “Un grupo de internos protagonizó una especie de altercado dentro del penal, porque hoy (ayer) es día de visita y había mucha gente que no pudo ingresar. La Policía ha resguardado la integridad de los internos; no hay ningún herido”, dijo Guzmán. López prometió un informe explicativo para hoy.

El representante de la Asamblea de Derechos Humanos, Boris Antezana, afirmó que cuatro personas resultaron heridas. Cerca de la medianoche, ATB reportó desde la puerta del penal que los heridos eran 15, cinco de ellos menores. Dos de los heridos fueron atendidos en el Hospital de Clínicas y el resto en la misma cárcel. El viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, admitió en ATB que uno de los reos fue herido por una piedra.

Más de 80 niños fueron evacuados del penal a oficinas del Defensor del Pueblo, cuando comenzó el motín. Alrededor de las 21.00 regresaron a la cárcel de San Pedro junto a sus familiares.

Oposición dice que fue armado

Los diputados Arturo Murillo (UN) y Bernardo Montenegro (Podemos) denunciaron anoche que el motín fue armado para hacer desaparecer al prefecto suspendido de Pando, Leopoldo Fernández, al ex presidente de la estatal YPFB Santos Ramírez y a los hermanos Luis Fernando y Ernesto Córdova, estos últimos supuestamente involucrados en el atraco y, posterior, asesinato de Jorge O’Connor, el 27 de enero del 2009.

“Era el momento propicio para hacerlo desaparecer”, insistió Murillo, quien recordó que ya había advertido de hechos como el ocurrido ayer en el penal.

El viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, rechazó anoche las aseveraciones de los diputados y dijo que “es una infamia, temeraria, atrevida e irresponsable”. Más bien, señaló, “nos interesa llegar al fondo”. Sostuvo que las restricciones en el penal es contra quienes ahora son afectados en sus negocios. Anunció permanentes cambios de jefes y policías para evitar hechos de corrupción ya denunciados.

Reos de San Pedro se amotinan por cambio de horario de visitas

El Hospital de Clínicas recibió al menos 20 heridos, ninguno de gravedad

La Prensa

Los delegados de los reclusos piden el cambio del nuevo Jefe de Seguridad del panóptico.

Los reclusos de la cárcel de San Pedro, de La Paz, se amotinaron ayer con el respaldo de sus familiares porque la guardia del penal impidió el ingreso de visitas una hora antes de lo convenido. La Policía los reprimió con gases lacrimógenos y balines. Hubo al menos 20 heridos. Los reos se declararon anoche en emergencia y piden la destitución del Jefe de Seguridad.

De acuerdo con la versión de uno de los delegados de los privados de libertad, a las 15.45 de este jueves los policías de seguridad cerraron la puerta principal del reclusorio sin previo aviso y comunicaron a quienes aún hacían fila para visitar a sus parientes que el horario de ingreso había finalizado.

“La insatisfacción —dijo por el celular el portavoz— fue muy grande. Históricamente, desde hace 15 años el horario de visitas es desde las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde. Es un derecho por el que nosotros hemos luchado entonces”.

En el intento de alcanzar la puerta, que ya estaba cerrada, para pedir ayuda de sus familiares, algunos de los reclusos cayeron al piso y otros fueron empujados por los policías que intentaban formar un cerco en torno del ingreso.

Fue entonces cuando visitantes, mujeres y ancianos en su mayoría, se sumaron a la protesta que tomó las características de un motín con la quema de colchones y otros materiales inflamables como madera seca, plásticos y papeles.

Intervención policial

La primeras imágenes televisivas difundidas hacia las 18.00 mostraron a reclusos y mujeres de pollera de pie en actitud de reclamo en los muros, techos y en lo alto de las graderías del penal, mientras tenues hileras de humo se confundían con los gases lacrimógenos lanzados por los efectivos del orden.

Las fuerzas de seguridad dispersaron también con agente químicos a los parientes de los reos que estaban protestando contra la Policía en la plaza Sucre y en las calles Otero de la Vega esquina 20 de Octubre y Cañada Strongest.

Para “apaciguar” el penal, según su gobernador, el coronel José Cabrera, se llamó a miembros del Distrito Policial N.o 1 (DP-1), ubicado en la calle Colombia, a una cuadra del panóptico; la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP), y el Grupo Delta (GD), especializado en lucha antiterrorista y criminal.

Sin embargo, la situación rebasó la experiencia y recursos de esos cuerpos policiales.

Por ejemplo, tres efectivos de la UTOP tuvieron que subir al techo de uno de los quioscos de la Otero de la Vega para enviar por una cuerda envases de gas lacrimógeno al policía que estaba apertrechado en una de las casetas de vigilancia del penal. Por el peso de los guardias, el techo del anaquel se rompió y los uniformados casi cayeron al suelo.

Los bomberos no pudieron entrar en San Pedro con celeridad para apagar los incendios debido a que no aparecía la llave de la puerta. Mientras que la UTOP y el GD tuvieron problemas para atravesar los patios por su desconocimiento del lugar y, al principio, sólo atinaron a lanzar gases a los techos.

Como consecuencia de la “represión”, calificativo expresado por el delegado de San Pedro, hubo 42 personas internadas en Sanidad del penal.

La mayoría de esas personas presentaba señales de intoxicación, golpes y una de ellas, Osmar Sergio Téllez Ríos, una herida por impacto de balín.

El representante de la Derechos Humanos, Boris Antezana, declaró anoche que había cuatro personas heridas (tres por intoxicación y una por balín).

Pero el médico de la Sala de Urgencias del Hospital de Clínicas, Álex Colque, afirmó, cerca de las 22.30, que al menos 20 personas procedentes de San Pedro habían sido ingresadas. Entre ellas, 12 reclusos con golpes e intoxicación y cinco niños por haber aspirado gas lacrimógeno.

También confirmó que había un herido de balín que no revertía ningún peligro.

Vuelve la calma

Los policías controlaron la situación entre las 18.30 y las 19.00, después de una reunión entre los delegados de las siete secciones del penal (menos La Posta, donde no hubo incidentes) y los coroneles Cabrera y Manuel Guzmán, director nacional de Seguridad Penitenciaria y ex gobernador de San Pedro.

Este último oficial dijo que el ingreso de las visitas se mantendrá en las 10.00 y el de la salida en las 17.00. Esta posición fue respaldada por el viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, quien anunció que hoy dialogará con los reclusos.

Pero los reos de San Pedro insisten en que el jefe de Seguridad, teniente coronel José Murillo, sea retirado de ese cargo porque, según el delegado que habló con este medio, “nunca comunicó que se iba a cambiar el horario de las visitas”.

Para conseguir ese propósito, anoche se declararon en emergencia y anunciaron que hoy emitirán un comunicado para pedir, además, el mejoramiento de las condiciones de vida en las cárceles del país.

Guzmán no quiso hablar sobre el pedido de retiro de Murillo y aseguró que en las próximas horas el Gobernador de San Pedro deberá entregar al Comando Nacional de la Policía un informe sobre el “incidente” de este jueves en ese reclusorio.

Cabrera fue asignado la anterior semana al penal en reemplazo del coronel Juan Jaldín, quien fue relevado tras descubrirse que en San Pedro se efectuaban tours para extranjeros.

Niños y mujeres

El motín de ayer expuso nuevamente la situación en que viven alrededor de 93 niños que habitan con sus padres en el penal y estudian en la Escuela Cuba, ubicada al frente de San Pedro.

En medio de la gasificación, decenas de esos infantes intentaron ingresar en el penal tras haber terminado sus clases, mientras que otros fueron sacados del reclusorio por los policías o sus madres para evitar que fueran “víctimas” de la represión.

Para evitar que continuasen expuestos en la calle, fueron evacuados a las oficinas del Defensor del Pueblo con la ayuda de miembros de Derechos Humanos, de donde fueron trasladados a San Pedro hacia las 20.00.

También hubo problemas con cerca de 100 mujeres (esposas, hermanas y abuelas de reclusos) que viven en el penal o pernoctan en él por no tener dónde vivir cuando visitan a sus parientes. Esas personas sólo pudieron ingresar con los niños.

Los detalles

El penal de San Pedro acoge a más de 1.300 reclusos.

Viven en esa cárcel también más de 93 niños, que acompañan a sus padres durante el cumplimiento de su sentencia o mientras esperan su juicio.

Según los privados de libertad, el panóptico sirve de albergue también a unas 100 mujeres, entre esposas, hermanas y abuelas de los reos. Decenas de ellas viven permanentemente en San Pedro, otras sólo pernoctan en él mientras visitan a sus parientes.

Los días de visitas son el jueves y el domingo

Desde hace 15 años el horario de ingreso de las visitas es a las 10.00 y de salida a las 17.00. Este jueves, los policías cerraron las puertas a las 15.45 y comunicaron que ya no permitirían la entrada por una orden superior.

Este cambio causó malestar en los reclusos y el consiguiente motín con el apoyo de los familiares que estaban dentro del reclusorio.

La situación fue controlada casi dos horas después por unos cien policías y tras una fuerte gasificación.

Los reos provocaron incendios pequeños que fueron apagados por los Bomberos y efectivos de la UTOP.

La situación se apaciguó después de una reunión entre los delegados de los privados de libertad y el Gobernador y el viceministro de Régimen Penitenciario, Jorge López Arenas.

Los datos

La revuelta empezó a las 15.30 porque los policías cerraron las puertas del penal.

Cien policías de la UTOP, DP-1 y GD intervinieron para controlar la situación.

Tras la gasificación se reportó al menos 20 heridos por golpes, balines e intoxicados.