Crece tensión por el Tipnis; ONU teme convulsión y Conisur apunta su presión hacia la CIDOB


Conflicto. Los indígenas del Conisur llegan a El Alto y alistan su ingreso a La Paz. Piden la derogación de la ley que prohibe la vía en el Tipnis. La ONU exige diálogo.

Más tensión por el Tipnis y ONU teme convulsión

Carlos Morales y agencias, El Deber



Bajo un clima creciente de tensión social, los marchistas del Consejo Indígena del Sur (Conisur) se alistan a ingresar a la ciudad de La Paz a partir de mañana para demandar la derogación de la ley corta que declaró la intangibilidad del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) y prohibió la construcción de una vía que parte por la mitad el predio.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Los indígenas de tierras bajas que defienden el territorio rechazan esta posibilidad.

El Gobierno volvió a convocar a las partes a un diálogo, mientras la representante de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Bolivia advirtió de una posible convulsión social y un enfrentamiento entre pueblos originarios.

Sin aplausos ni abucheos, los marchistas ingresaron a la zona de Senkata y se alojaron en instalaciones del colegio España. Llevan 40 días de marcha desde que comenzaron su movilización el 20 de diciembre desde la localidad de Isinuta, en el corazón de Chapare.

En consonancia con la posición del Ejecutivo, los indígenas del Conisur plantean una reunión con los indígenas de tierras bajas que, en octubre del año pasado, protagonizaron una marcha histórica que logró la aprobación de la norma que impide la intervención en el área protegida.

Los originarios de tierras bajas, agrupados en torno a la Subcentral de pueblos indígenas del Tipnis y la Cidob, rechazaron cualquier diálogo con los dirigentes del Conisur al que consideran un “brazo político” de los sindicatos de cocaleros que presionan por la construcción de la carretera.

De no abrirse una instancia de diálogo, los indígenas del Conisur amenazan con ahondar la presión sobre la Asamblea Legislativa controlada por el oficialismo para derogar la ley. El propio oficialismo se ha puesto en marcha para subir la presión política para concretar la carretera en el Tipnis. La Confederación Nacional de Mujeres Bartolina Sisa, afín al MAS, instruyó a sus bases cooperar con los marchistas del Conisur. Los colonizadores también anunciaron que se sumarán a la protesta.

Ante la llegada de la marcha pro carretera, la campaña de defensa del Tipnis determinó rearticularse y convocó una movilización en Cochabamba y en La Paz para el martes a las 9:00.

Ayer, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, planteó una “reflexión política” entre indígenas de tierras bajas y altas para fortalecer el proceso de cambio y superar desencuentros.

Los indígenas y colonizadores agrupados en el Conisur insisten en su posición."Esta marcha está buscando un objetivo, que es la anulación de la ley corta, porque la ley no ha sido consultada. El día lunes estamos partiendo a la sede de Gobierno", dijo el líder de los colonizadores asentados en el Tipnis, Gumercindo Pradel.

El dirigente explicó que la meta es llegar a la plaza Murillo y quedarse allí, en vigilia, hasta que el Ejecutivo derogue la ley que imposibilita la consolidación de una carretera entre Villa Tunari y San Ignacio de Moxos por el medio de la reserva.

La tensión, advierten los analistas, puede llevar a una espiral de conflictividad.

Ayer, la coordinadora residente de la Organización de Naciones Unidas en Bolivia, Yoriko Yasukawa, expresó su preocupación por el ambiente de convulsión social que existe en el país y que es solucionado con el uso de la fuerza pública.

“Nos preocupa este ambiente de crispación, los últimos conflictos graves que han habido en Yapacaní, nuevamente (surge) el tema del Tipnis, la conflictividad en torno a si se mantiene o no la ley corta”, alertó. “Es una decisión soberana del país, pero ojalá se tome como producto de un diálogo de todos los actores”, indicó.

Defensor pide evitar provocaciones

El defensor del Pueblo, Rolando Villena, invocó a deponer acciones de violencia contra los marchistas del Conisur, en alusión al anuncio de algunas juntas vecinales de La Paz de recibir a los nativos con tomates podridos.

    "Debe haber respeto a sus demandas y el mismo recibimiento que se les dé en La Paz será una señal importante. Algunos están preparando un clima hostil para recibirlos mal, con tomates podridos, nadie puede ni siquiera insinuar una cosa así", sentenció Villena. El defensor pidió "que ese tipo de acciones se depongan" porque podrían "complicar" el escenario del diálogo.

El senador del MAS Eugenio Rojas denunció que la Alcaldía de La Paz prepara un clima adverso para recibir a la columna del Conisur. 

El alcalde paceño, Luis Revilla (MSM), rechazó las declaraciones del senador masista y aseguró que, en su comuna, no se ha preparado un recibimiento porque no existió una solicitud expresa en ese sentido.

Por su parte, el diputado Galo Bonifaz (MAS) demandó que los indígenas de tierras bajas se hagan presente en La Paz para propiciar un diálogo con los marchistas del Conisur sobre la ley 180 de protección del Tipnis y evitar el conflicto.

Espiral de conflictos

Carlos Cordero / Analista político

El Gobierno definió tres objetivos fundamentales para su accionar en 2012: la construcción de la carretera a través del Tipnis, la suspensión del subsidio a los carburantes y las medidas para ‘disciplinar’ a los medios de comunicación.

Los cambios en el gabinete apuntan a concretar esta estrategia. Paradójicamente, estos tres objetivos generan una gran resistencia en la población, que rechaza las políticas de las imposiciones.

En el caso concreto del conflicto por el Tipnis, estamos ante el inicio de una espiral de conflictividad que puede perturbar la tranquilidad del país en los próximos meses. El Ejecutivo sabe que insistir en la modificación de la ley corta que los indígenas de tierras bajas consiguieron tras una marcha histórica hasta La Paz, tendrá un enorme costo político.

La evaluación que hace el Ejecutivo es que estamos, todavía, a tres años de las elecciones generales, por lo que es “ahora o nunca” la oportunidad para imponer la carretera. La administración de Evo Morales está presionada para atender las demandas externas, en particular de Brasil y de sus empresas, y por otro de los cocaleros, que están resueltos a expandir la frontera agrícola en función de la producción de hojas de coca.

El Conisur apunta su presión hacia dirigentes de la CIDOB

Los indígenas que demandan carretera llegarán mañana a La Paz.

DATO. Los líderes de los marchistas que acampan en El Alto piden la presencia de Adolfo Chávez y otros dirigentes en La Paz. El defensor busca acercar a ambas partes.

image Indígenas del Conisur descansan en Senkata, El Alto.

Página Siete / La Paz

Los indígenas de Conisur dirigen su presión contra los dirigentes de la CIDOB y del TIPNIS para lograr la anulación de la ley corta que protege ese parque nacional.

Fernando Vargas, presidente de la Subcentral TIPNIS, respondió que no tiene “nada que explicar” a los originarios que marchan hacia La Paz y que el Gobierno busca una confrontación entre indígenas para lograr su objetivo de construir la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos atravesando el área natural.

Los originarios marchistas del Consejo Indígena del Sur (Conisur), acusados de ser afines al Gobierno, iniciaron su caminata en Isinuta (Cochabamba) el 17 de diciembre y tienen previsto llegar a la ciudad de La Paz mañana después de 44 días de marcha.

Demandan la anulación de la Ley 180 o ley corta, que declara intangible al Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) y prohíbe la construcción de carreteras por esa área.

Eleuterio Guzmán, uno de los dirigentes de la marcha, demandó ayer la presencia de Adolfo Chávez, presidente de la CIDOB, y Fernando Vargas, principales cabecillas de la movilización en defensa del área protegida que consiguió en octubre que el Gobierno promulgara la ley corta.

“En todo el trayecto (de la marcha) hemos invitado a estos compañeros para que vengan a explicarnos por qué han pedido esta ley sin nuestro consentimiento. Ahora que una vez estemos en la plaza Murillo esperaremos a que vengan a explicarnos por qué”, demandó Guzmán.

Los indígenas pretenden llegar mañana hasta la plaza Murillo, donde podrían acampar mientras se realicen las conversaciones entre los dirigentes y el presidente Evo Morales, quien en reiteradas oportunidades deslindó su responsabilidad en la aprobación de la norma, pues -según dijo- fue engañado por los líderes de la CIDOB.

La dirigencia dijo que no se irá de la ciudad hasta que se anule la ley corta. Gumercindo Pradel, cacique mayor del Conisur, también demandó la presencia en La Paz de Chávez, Vargas y de la dirigente de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia, Justa Cabrera, quienes alentaron la marcha a favor del TIPNIS.

El defensor del Pueblo, Rolando Villena, informó que hizo gestiones con dirigentes de la CIDOB para que se reúnan con los representantes de Conisur.

“Hicimos dos contactos, el primero fue negativo, pero seguimos insistiendo en el diálogo”, dijo Villena, quien parte del criterio de que no se puede echar por tierra los acuerdos logrados entre la anterior marcha indígena y el Gobierno. Asegura que es necesario llegar a un consenso entre los indígenas que se oponen a la construcción de la carretera por medio del TIPNIS y los que están a favor.

Los marchistas se encuentran descansando en dos unidades educativas de Senkata, en El Alto y prevén reanudar la caminata el lunes a las 8:00.

Apuntes sobre la marcha indígena

Campamento La columna indígena que está descansando en dos unidades educativas de Senkata, en El Alto, está acompañada de efectivos de Tránsito y Bomberos de la Policía, además de médicos y ambulancias del Ministerio de Salud.

Apoyo Autoridades de la Alcaldía de El Alto y la Gobernación de La Paz exhortaron a la población paceña a solidarizarse con los marchistas durante su ingreso a La Paz.

Acceso La marcha indígena que demanda carretera por el TIPNIS podrá ingresar a la plaza Murillo y habrá una reunión con el Presidente.

ONU expresa preocupación por ambiente de convulsión

ERBOL / La Paz.- La coordinadora residente de la Organización de Naciones Unidas en Bolivia, Yoriko Yasukawa, expresó ayer su preocupación por el ambiente de convulsión social que existe en el país y que es solucionado con el uso de la fuerza pública.

“Nos preocupa este ambiente de crispación, los últimos conflictos graves que ha habido en Yapacaní, nuevamente (surge) el tema del TIPNIS, la conflictividad en torno a si se mantiene o no la ley corta”, sostuvo la funcionaria en declaraciones a ERBOL.

Yasukawa dijo que muchos conflictos, que derivaron en actos violentos y con intervención del Estado, se pudieron haber evitado con el diálogo.

“Suena a cliché, pero quiero insistir en que se busque el diálogo; yo sé que no es fácil porque hay mucha desconfianza y superar eso es muy difícil (‘), pero en todos estos conflictos se puede evitar la necesidad de acudir a la fuerzas de orden público, buscando primero dialogar y también atendiendo de manera oportuna estos conflictos”.

La delegada de la organización internacional señaló que la posible modificación de la Ley de Protección del TIPNIS es responsabilidad soberana del país, pero apeló a que se haga un debate sin prejuicios, en el que se escuche a todas las partes interesadas para llegar a un consenso.

“Es una decisión soberana del país, pero ojalá se tome como producto de un diálogo de todos los actores interesados, y ojalá el Gobierno y los asambleístas puedan jugar un papel en la construcción de diálogos y acuerdos, porque cualquier decisión que se tome (sin considerar estos puntos) no va a garantizar la estabilidad y la convivencia”, subrayó Yasukawa.