Otro extremo inadmisible en Santa Cruz

Jimmy Ortiz Saucedo“Loteadores encienden violencia en Montero (El Deber 4-02-12).- Centenares de invasores de terrenos se organizaron y son acusados de atacar a la Policía. Al ver rebasada a la fuerza del orden, pobladores salieron en su ayuda. Hay decenas de heridos y detenidos”.Esta debiera ser la gota que rebalse el vaso. Nuestra sociedad se tiene que sacudir.Que la delincuencia tenga el descaro de atacar a la policía, no se debe admitir de forma alguna. Se tiene que frenar en seco.La policía es la última barrera de la sociedad civilizada, después de ella solo existe la ley de la selva, la ley de la barbarie troglodita, la ley de los violentos que traen sangre y muerte.Este tema de los loteos se tiene que erradicar de cuajo. No existe otra alternativa, si es que queremos ser una ciudad y un país decente. Si es que aspiramos a salir del Tercer Mundo. Si es que queremos vivir en un estado de derecho, serio y ordenado.Esta mala costumbre andina llegó a Santa Cruz con el MNR del viejo cuño, con los morones y compañía. Desgraciadamente nos copiamos de ella, como si la cultura andina no tuviera cosas mejores.En el libro titulado El Otro Sendero, del laureado Hernando de Soto, hay una clarísima descripción de esta tara de los andinos peruanos (Capítulo II La Vivienda Informal). De Soto describe con pelos y señales su modus operandi. Este método tiene su correlato en andinos bolivianos y desde los años 50 en Santa Cruz.Por desgracia algunos emenerristas del nuevo cuño siguieron loteando, motivados por las pingües ganancias y la prebenda política, a costas de los bienes de otros, el atropello de la ley, del orden urbano y de la convivencia pacífica.Hoy, son los masistas de Edwin Tupa los herederos de esta deplorable tradición.Tradición que es en realidad un modus vivendi. Vivillos que se aprovechan de la necesidad de vivienda de mucha gente, y de la falta de creatividad de nuestras autoridades, para solucionarlas por la vía civilizada y legal.No es posible que en un país despoblado no se puedan conjugar los intereses económicos y sociales, de manera ordenada y justa.Los loteadores profesionales en Santa Cruz y en Bolivia son bien conocidos. Son verdaderas mafias organizadas con abogados, policías, fiscales, jueces y leyes que los «viabilizan». Es un negocio redondo para todos, menos para la seguridad jurídica y la paz social.Para pasar de la protesta a la propuesta sugiero dos cosas:1) El endurecimiento de las penas a los loteadores. Esta pena debiera ser de por lo menos 10 años de cárcel.Como en muchos casos los damnificados se ven amedrentados y no siguen las acciones legales correspondientes, planteo que los fiscales que de oficio no siguen estas causas, siendo de su conocimiento, también tengan que ser penalizados.2) La creación de una Banco de Lotes Municipal, para las personas de bajos recurso económicos. De forma que el municipio, actuando de forma técnica y no política, puede comprar o expropiar tierras y repartirlas como Dios manda.Estas pueden ser unas salidas, amén de las que se les ocurran a nuestras autoridades, honrando el sueldo que les pagamos para que trabajen por nuestro bienestar.