Carta blanca a la coca

Recién estrenado en el cargo, el nuevo viceministro de la coca, Dionisio Nuñez, acaba de sincerar la política gubernamental al anunciar que “a los que no quieran racionalizar, se les va a respetar”. En buen castellano: los cultivadores de coca-para-cocaína que no quieran erradicar su producción ilegal, que “le metan nomás”.Al tiempo de precisar que “el propio presidente del Estado me invitó para hacerme cargo”, Nuñez agregó que “las personas que voluntariamente quieren racionalizar y registrar su coca, bienvenidos; pero a aquellas que no quieren, también se las respetará”. “Lo que el presidente y todos queremos es que no haya conflictos; entonces, a las personas que no quieren cumplir el acuerdo y no quieren registrar y no quieren racionalizar, no se les va a presionar”, dijo, explicando que esta política de tolerancia total sería una instructiva directa de Evo Morales.El nuevo viceministro es un dirigente cocalero de La Asunta, región donde predominan los cultivos ilegales, destinados a servir de materia prima para la fabricación de cocaína.Allí se produjo pocos días atrás el cuasi linchamiento de varios efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), que realizaban labores de erradicación. Los mismos fueron azotados por cocaleros el pasado lunes.Apenas un día después, casi como si se premiara la violencia, Nuñez, uno de los más prominentes “líderes” sindicales de los cultivadores, fue designado a instancias del primer mandatario, él mismo presidente de las federaciones cocaleras del Chapare.Salta a la vista, entonces, que estamos ante un régimen netamente cocalero, que antepone los intereses de este sector extralegal a los intereses de todo el país.De esta forma, Bolivia se encamina cada vez más a convertirse en un narco-Estado, que espanta inversiones de la economía legal y que al mismo tiempo atrae a los cárteles de la droga…[email protected]