A la ONU le importa, a los bolivianos no

Jimmy Ortiz Saucedo

jimmy-ortiz1 “ONU alarmada por los ajustes de cuentas del narcotráfico (El Mundo 9-02-12).- El representante de la Oficina de las Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito en Bolivia (ONUDC), César Guedes, manifestó su preocupación y alarma por los casos de ajustes de cuentas ligados al narcotráfico y, en esa línea, pidió que el Estado boliviano ajuste sus acciones para reducir la coca ilegal”.

Es una triste realidad constatar que los organismos internacionales se preocupan más por el problema de la cadena coca-cocaína, y sus letales consecuencias, que nosotros mismos.



El cocalero que funge como Presidente de los bolivianos y su gobierno no tienen una real política antidrogas. Todo lo que Hacen son tongos para engañar a la opinión pública nacional e internacional. Lógicamente sin conseguirlo, la gente no es tonta.

La realidad los atropella, los interpela, los hace quedar como "perros". La realidad es siempre más fuerte que la ficción y las mentiras plurinacionales.

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La coca excedentaria no se puede ocultar, es más del 60% de la producción total de coca.

Casi la totalidad de la coca del Chapare, donde el Presidente tiene sus bases, es para la producción de droga. Esa es una realidad por todos conocida.

Están sembrando coca y produciendo cocaína incluso en nuestros parques nacionales y áreas forestales protegidas, con ayuda de los carteles internacionales, que incluso se den al lujo de matar a nuestros jóvenes policías.

Los drogadictos nacionales se incrementan asustadoramente y las muertes por ajustes de cuenta también.

El problema del consumo ya no es de los gringos y de los europeos, ahora los drogadictos so nuestros hermanos, nuestros tíos, nuestros conciudadanos.

Los asesinados tampoco son solo en Colombia o Ciudad Juárez. Hoy matan a compatriotas en nuestras calles y avenidas. Frente al palacio de justicia de Santa Cruz o de la iglesia de Montero.

La destrucción de la moral pública y de institucionalidad tampoco es en el extranjero. Corrompen a nuestros generales de la policía, a los amautas, a nuestras mises, a nuestros jueces y al ciudadano de a pie.

Desgraciadamente, las autoridades y líderes regionales tampoco hacen nada por luchas contra este flagelo, que nos destruye el alma. Ello están con el pico callado o hacen tibias manifestaciones en su contra, pero nada real y efectivo, incumpliendo su mandato de velar por el bienestar de la sociedad.

El narconomic, como lo llama Emilio Martínez, y la incursión de los narcos con sus sucios dólares en la política, es también otro tema que se soslaya. ¿Usted duda que haya influencia de los narcos en la política?, ¿será, por acaso, que algún partido ha recibido su cochina plata?

¿Somos un pueblo vencido? ¿La hoja maldita nos ganó la batalla? ¿Los narcos nos ganaron la guerra? ¿El mal hecho sus raíces en el Estado del "hermano" Evo? ¿No nos interesa solucionar este problema? ¿Nos gusta el estigma de narco estado? ¿Somos o no somos una nación digna?

Y yo seguiré insistiendo, como el profeta Isaías, aunque sea una voz solitaria que clama en el desierto: necesitamos una Cumbre antidroga.

Ante la falta de una política antidroga del Gobierno de Evo Morales, por decir lo menos, es necesario que la sociedad se organice y reaccione, dentro de las posibilidades que nos da la Democracia.

Aunque pueden haber muchas variaciones de esta idea, sugiero lo siguiente: realizar de una "Cumbre Antidroga en Santa Cruz", la ciudad más damnificada por el narcotráfico. Recomiendo que ella sea realizada por todas las autoridades departamentales elegidas por el voto popular, con la adición del Gobierno Moral de los Cruceños, nuestro Comité pro Santa Cruz. Es necesaria la presencia internacional con la ONU, la OEA y también representante de países interesados como: Brasil, Chile, Argentina, Paraguay, Perú, Estados Unidos de Norte América, la Comunidad Económica Europea y otros.

Esta cumbre tendrá por objetivo dar un grito de dignidad al mundo entero, mostrando que somos una sociedad limpia, que no quiere convivir con el narcotráfico. Y la meta, obligar al gobierno a tener una verdadera política antidroga. Así mismo, pedir el apoyo de la comunidad internacional, para erradicar de nuestras vidas la temible amenaza.

La cruz de nuestra Santa Cruz, no combina con este infame ‘negocio’.