El país asiático decidió retirar a su embajador tras la pelea entre Luis Lazarte y Johnreil Casimero. El pasado viernes, en Mar del Plata, el público agredió al púgil visitante. Desde el Senado isleño manifestaron que los sudamericanos son «gente anormal e incivilizada». Además, sostuvieron que no tienen por qué «mantener relaciones con los albicelestes». El conflicto se había desatado después de que el filipino venciera al argentino por nocaut técnico y de que fanáticos locales invadieran el cuadrilátero para golpear al asiático y a su grupo de trabajo. Por el escándalo, el embajador del país sudamericano en Manila debió comparecer ante el Departamento de Asuntos Exteriores para dar las explicaciones pertinentes. La contienda coronó a Casimero campeón de la categoría mosca de la Federación Internacional de Boxeo (FIB). Filipinas presentó también una protesta diplomática contra Argentina, anunció el miércoles un vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores del país asiático. Raúl Hernández indicó que el embajador argentino en Manila había sido citado por el Departamento de Asuntos Exteriores. «Nuestra embajada en Buenos Aires presentó una protesta ante el Gobierno argentino el 13 de febrero por los desmanes ocurridos el 11 de febrero, que pusieron en peligro la seguridad y el bienestar del Sr. Casimero y su equipo», declaró Hernández a periodistas, y agregó que la embajada argentina en Manila se había disculpado por el incidente. Imágenes de video publicadas en Internet mostraron a seguidores de Lazarte entrando al cuadrilátero y atacando al boxeador filipino y a su equipo. Botellas y sillas fueron lanzadas al cuadrilátero, además de golpes de puño, y la policía debió intervenir. Hernández dijo que la fuerza de seguridad escoltó a Casimero y su equipo hasta su hotel y los resguardó hasta la mañana siguiente.
Fuente: america.infobae.com
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