Centa Reck
Los ciudadanos que entienden que en septiembre del 2008 el gobierno perpetró un golpe de Estado para derrocar a la democracia, sienten que lo que se dio en este momento en nuestro país y sobre todo en Pando, Santa Cruz y las regiones de la denominada Media Luna, fue una guerra desigual, un enfrentamiento en el que el Ejecutivo con dinero de las arcas del Estado pagó milicias, marchistas, milicianos y militares, armando un escenario para derrocar a la oposición que desde ese día comenzó a ser perseguida y a tratar de ser encaminada al cadalso.
Después de septiembre vinieron las capitulaciones que ahora se van convirtiendo poco a poco en capitulaciones reales, de hecho, y que dejan la evidencia de lo que les toca comerse a los que aceptan entrar en el bando de los perdedores y que sabemos que si no hay reacciones correctas y de estructura será muy doloroso, porque va desde la violencia, a las expropiaciones y privaciones económicas y de libertad.
La verdad nunca debe ofender porque la mentira no sólo tiene patas cortas sino que cierra las puertas del entendimiento y quita la visión de la realidad, que por más cruda que sea siempre es mejor que el engaño y la falacia. La verdad que a veces ofende a quienes no quieren enfrentarla es que hubo una claudicación en septiembre y que a causa de esa claudicación mucha gente ya ha perdido su libertad y la seguirá perdiendo y que se está evaporando también la libertad de expresión, otros están perdiendo sus tierras acusados de un argumento falsamente creado de tener siervos o esclavos, otros están ya en la cárcel acusados de violencia, de traición a la patria, de daño al Estado, sin que nadie diga nada de aquellos que realmente están destruyendo al Estado a través de acciones criminales mientras todos los miran como si no pasara nada, y se les sigue permitiendo que discurseen, que dicten normas, que roben, que sigan atemorizando mientras los luchadores de la libertad son amedrentados, perseguidos, tildados de criminales, apresados como monos o como puercos de tropa.
Ayer fueron Leopoldo, Jorge Melgar, Brasil y los otros chicos de Montero, los cívicos de Tarija, los cientos de ciudadanos que tuvieron que huir de Pando. Ana Melena la hidalga cívica quien hoy parece un alma en pena, que tiene que vivir como una paria, como un símbolo doloroso y cruel de los cientos de ciudadanos que están condenados a huir, a esconderse, a temer, a vivir errantes y de la caridad, a transformarse en indigentes.
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En Santa Cruz, se sigue llevando a cabo el guión de las persecuciones escalonadas, situación por la que ahora le ha tocado el turno a Jorge Santisteban, tomado como rehén para infundir miedo, para disuadir a los ciudadanos para que no se animen a iniciar las protestas que se están planteando contra el cerco con el que se quiere aprobar la Ley Electoral injusta, patrañosa con la que nos quieren trasladar de una vez por todas y sin más trámites al régimen del terror.
Septiembre sigue hirviendo como una lava volcánica que nos recuerda los días negros, los días en los que se intentó cambiar la furia del pueblo para convertirla en miedo, pánico, cobardía.
No creemos que el pueblo se trague por mucho tiempo esta nomenclatura del engaño; los pueblos cuando se cansan pueden explotar sin más.