
La investigación, que utiliza a un grupo de bebés, descubrió que los pequeños de seis a 18 meses podían conversar entre sí a través de gestos, sonidos y humor durante una serie de exámenes que se le realizaron.
Entre ellos, investigadores analizaron los resultados de las grabaciones de cámaras posicionadas en la cabeza de los infantes por 10 a 15 minutos para ofrecer una perspectiva desde sus ojos al mundo y definir sus acciones.
«Nos sorprendió mucho ver cuan sofisticados pueden ser en términos de habilidades sociales y de ayuda a otros, como asegurarse de que estaban invitado a otros niños a ser parte del grupo.», afirmó, la profesora Jennifer Sumsion, parte del grupo de autores del estudio.
Juegos como mover biberones de sitio o pretender entregar un juguete para luego esconderlo, fueron sólo algunas de las bromas que se pudieron identificar. Asimismo, hallazgos mostraron momentos muy tiernos entres bebés que se cuidaban y reconfortaban entre sí.
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Fuente: www.aollatino.com