El gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas negó haber capitulado tras haber accedido a entregarle al Gobierno central un edificio que le pertenecía al patrimonio departamental. Dijo que eso es buscar la concordia y tratar de solucionar conflictos en paz, pero de ninguna manera rendirse ante el centralismo, como lo han indicado algunos sectores políticos cruceños, entre ellos el vicepresidente del Comité Cívico, Nicolás Ribera.
La autoridad departamental hizo conocer su molestia por las críticas en declaraciones hechas el diario El Deber este domingo. En la nota, Costas hizo una declaración de guerra contra el ex líder cívico Branko Marinkovic, cuyos intereses políticos –según dijo-, están detrás de todas estas críticas. “Si a eso llaman ‘capitulación’, es porque hay intereses políticos de algún pasquín de un empresario de esos que evade impuestos, que siempre huye y que tiene permanentemente a sus sabuesos ladrando”, expresó el gobernador, en clara alusión a Marinkovic.
En los últimos días, Costas ha sido el blanco de muchas críticas en relación a la devolución del edificio, acción que según el gobernador, la asumió por pena de los maestros, que tenían que trasladarse al Plan Tres Mil para hacer sus trámites al edificio que el Gobierno central había alquilado para instalar el Servicio Departamental de Educación. El ex candidato gobernador y uno de los principales impulsores de la autonomía en Santa Cruz, Juan Carlos Urenda, publicó un artículo en varios medios de comunicación, entre ellos el diario El Día, en el que critica la devolución del edificio. “Esto muestra la pérdida total de brújula autonomista”, dijo Urenda, quien criticó también que la Gobernación haya acordado el pago de sueldos al sector salud que le corresponden al Ministerio. “No solo que estamos aceptando, consintiendo el centralismo, sino que lo estamos ayudando”, dijo Urenda.
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