Gobierno boliviano dice que no controla a migrantes de Colombia y Perú


Planteó en Bogotá un “centro de inteligencia bilateral”. Estrategia. El plan tiene el objetivo de prevenir el ingreso de delincuentes y narcos a Santa Cruz y El Alto.

image Página Siete, La Paz

Morales y Santos se reunieron la semana pasada en Bogotá. Foto ABI



El ministro de Gobierno, Carlos Romero, admitió ayer que el país no tiene pleno control sobre las acciones que dentro del territorio nacional llevan adelante presuntos delincuentes o narcotraficantes colombianos y peruanos que ingresan como población migrante a Santa Cruz y El Alto, respectivamente.

Romero, en una entrevista con medios estatales, anunció ayer que durante la visita que el presidente Evo Morales realizó a Colombia, la semana pasada, acordó “establecer un centro de inteligencia bilateral y un intercambio de información muy dinámico, sobre todo de los flujos poblacionales migratorios”.

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Explicó que Bolivia es un país que tiene fronteras por todas partes, “lo que nos da ventajas en cuanto a lo comercial, al desarrollo de políticas económicas y al turismo, pero también deja como desventaja el hecho de que hay ingreso de población de otros países, y luego no tenemos un pleno control de sus acciones dentro el territorio”.

“Esto sucede con población peruana hacia El Alto y población colombiana hacia la ciudad de Santa Cruz, particularmente. Entonces, ahí tenemos que trabajar en un control y esto va a mejorar nuestras políticas de prevención en cuanto a seguridad ciudadana y también de lucha contra el tráfico de drogas”.

La autoridad de Gobierno aseveró también que este tema es uno de los que forma parte de una agenda bilateral que se desarrollará antes de la Cumbre de las Américas, que se realizará dentro de tres semanas.

Otro punto de la agenda, explicó el ministro, es que Bolivia está interesada en hacer un esfuerzo bilateral para recuperar los conocimientos en cuanto a políticas de seguridad ciudadana que se llevaron adelante “de forma exitosa” en ese país.

“En Colombia la gente tenía una vida demasiado autocontrolada, demasiado restringida. Habían lugares prácticamente inaccesibles para la circulación peatonal, vehicular, mucho menos para concurrir a un centro de diversión. La gente no andaba con dinero en el bolsillo. Ahora, los colombianos pueden hacer una vida normal, tienen el promedio más bajo de robo de vehículos en la región y la credibilidad de su Policía está en segundo lugar en la región”, detalló Romero.

Admitió que en el caso colombiano, básicamente, la delincuencia ha estado asociada “al narcotráfico, al terrorismo, a un conjunto de dinámicas que hicieron que Colombia tenga que enfrentar este flagelo y desarrollar una experiencia muy especial”. Sin embargo, no especificó si ese mismo fenómeno se está generando en Bolivia.

Por ello, aseveró, “debiéramos concretar la presencia en Bolivia del Ministro del Interior (Gobierno), el de Defensa y el comandante de la Policía colombiana, en el transcurso de estas semanas para realizar una agenda bilateral con diferentes instituciones y conocer su experiencia”, manifestó.