No se trata de un increíble descubrimiento zoológico, sino más bien económico y político. Hablamos de una verdadera manada de “elefantes blancos”, como suele denominarse a los proyectos estatales de gran envergadura que no siguen criterios de racionalidad, impulsados por la megalomanía de los gobernantes, la voracidad burocrática o el mero clientelismo, y que terminan siendo enormes y costosos monumentos a la inutilidad.El último de estos “paquidermos” ha sido descubierto en la población de Cliza, departamento de Cochabamba. Tiene forma de estadio de fútbol y está en plena construcción, con un presupuesto de nada menos que 6 millones de dólares.Lo curioso del caso es que, teniendo Cliza una población de 8.000 habitantes, el “Estadio General del Valle Alto” poseerá una capacidad para… ¡35.000 espectadores!El absurdo sólo puede explicarse por dos razones: 1) un error kafkiano de la burocracia, que impulsa proyectos desconectados de la realidad; o 2) la intención poco honesta de echar mano a un jugoso presupuesto. Juzgue el lector cuál es la más verosímil.Otros ejemplares del Elephas Evus Boliviensis son las nuevas empresas estatales fundadas y fundidas por el régimen cocalero, 13 de las cuales arrojan un importante déficit (Azucarbol, Cartonbol, Papelbol, etc.).Contemos también entre los elefántidos evistas al famoso avión presidencial, que costó al erario público la friolera de 38 millones de dólares, cuando, según varias versiones, el mismo modelo de aeronave estaría a disposición en el mercado internacional en 26 millones.Otro de estos paquidermos socialistas del siglo XXI habitará muy cerca de la Plaza Murillo, en la ciudad de La Paz, detrás del Palacio Quemado. Se trata del nuevo palacio de gobierno, cuya construcción fue anunciada recientemente por el presidente Evo Morales.Y no olvidemos al Elephas Orinocus, el museo en honor del primer mandatario a erigirse en su pueblo natal de Orinoca, con un presupuesto de 5 millones de dólares.Ese mismo gigantismo parece permear también los ambiciosos (y probablemente quiméricos) planes de “industrialización” anunciados por el vicepresidente Álvaro García Linera, más propios de la era estalinista que de la época de internet y la producción flexible de la “tercera ola”. Para alimentar a los nuevos elefantes por nacer, el gobierno echará mano a 1.200 millones de dólares de las Reservas Internacionales de Bolivia, sin contar los 2.800 millones que ya movilizó para cubrir los huecos de YPFB.Nota de Wikipedia: “La expresión elefante blanco en inglés (white elephant) y en francés (éléphant blanc) es atribuida a posesiones que tienen un costo de manutención mayor que los beneficios que aportan, o a aquellas que proporcionan beneficio a otros, pero que únicamente ocasionan problemas a su propietario.Su origen viene de que antiguamente los reyes de Tailandia, cuando no estaban satisfechos con un súbdito, le regalaban un elefante blanco. El súbdito debía darle comida especial y permitir el acceso a aquellos que quisieran venerarlo, lo cuál tenía un costo que muchas veces arruinaba al súbdito”…[email protected]