Las vicisitudes de la autonomía

Ismael Schabib Montero*Algunas personas que crean opinión mediante los medios de comunicación, tal vez resignadas ante la realidad que se vive, han expresado que al estar establecida la Autonomía en la Constitución Política del Estado ya es un gran logro. Puede que tengan razón.Después que nos gobierna más de 6 años el Sr. Morales, después que le conocemos el “trote”, sabemos que las autonomías departamentales jamás funcionaran en su gobierno, porque vivimos una dictadura etno-cocalera-socialista con fachada demócrata, ya que este modelo de gobierno necesita ejercitar el control de los poderes del Estado (incluidas las FFAA y la Policía Nacional) y centralizar la administración, entonces compartir el poder con la oposición, aunque sea en el nivel intermedio no se concibe, prueba de ello son los cargos que le dieron al Sr. Quintana y a la Srta. Jordan en su momento, en Santa Cruz y en el Beni, como forma de socavar la autoridad y la capacidad administrativa de los gobernadores de la oposición.Según la bibliografía consultada, los modelos de federalismo clásico son los de Estados Unidos y Suiza. Como sabemos, la capital de los Estados Unidos es la ciudad de Washington DC (Distrito de Columbia) no está comprendida en ningún Estado de la Unión y el motivo es, para no darle más poder a un Estado con relación a los otros, para que ninguno de ellos monopolice el poder, esa fue una de las premisas que se impusieron las trece colonias que fundaron USA. La gente que fundó ese país, emigrantes de Europa que llegaron a la costa Este de Norte América, huía de la intolerancia política y religiosa, del abuso de poder y eligieron ese modelo de gobierno como precaución, donde prevalezca la libertad, la razón libre sobre la concentración del poder, sobre el despotismo.Los entendidos en la materia, (algunos) sostienen que los países que transitan del unitarismo al federalismo, lo más parecido que logran es la Autonomía, como es el caso de España. Ser federal o autonómico no es sólo un problema de administración, es también un asunto de principios como la equidad, igualdad, justicia, de promover estos valores en la medida de lo posible, para no crear ciudadanos de primera y de segunda, de llevar parte del poder a la periferia, que los que viven sus propios problemas sean los que los solucionen, porque puede darse que “ojos que no ven, corazón que no siente”. Para que el Poder Ejecutivo no sea un coto de botella en la toma de decisiones.Sin embargo ni los países federales se pueden sacudir totalmente del centralismo administrativo, porque la política económica es digitada desde el gobierno federal o central, los ingresos que tiene un país de su comercio exterior y su distribución pasan por ahí. Asistimos a un neo centralismo en Bolivia por falta de voluntad política, para que funcione la autonomía departamental todos debemos entenderla y estar persuadidos de que debe funcionar, gobernantes y gobernados, en los países federales no se concibe que a un gobierno se le ocurra concentrar el poder más allá de lo que establece la Constitución y las otras leyes, se puede ver casos en USA donde los Estados le disputan el poder al gobierno central o federal, como el de la ley de migración que algunos Estados se quieren dar dejando al margen a Washington.Entonces no deberíamos decepcionarnos de la Autonomía, no funciona en Bolivia porque este gobierno no tiene vocación por ella, nunca la tuvo, siempre la denigró y si un día sorpresivamente se declaró autonomista fue por argucia electoral y nada más, hacer que ella funcione es el próximo paso y debería ser un argumento a esgrimir por la oposición en las elecciones generales del 2014, todavía seguiremos en la brega. La lucha va a continuar esperemos que con nuevos bríos…hasta consolidar a las autonomías en la cabeza y el corazón de los bolivianos.*Vicealmirante de la República de Bolivia