Los bolivianos no tuvieron tregua política ni en Semana Santa

Evo Morales sigue la huelga de hambre para presionar al Congreso a aprobar la ley electoral

image BARCELONA – Joaquim IBARZ

Ni la Semana Santa ha dado un día de tregua política a los bolivianos. La agitación social que desde hace seis años sufre el país andino se reactivó con la huelga de hambre que, con el apoyo de unos mil militantes del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS), sigue desde el jueves el presidente Evo Morales para forzar al Congreso a ratificar la ley electoral que permitiría su reelección en los comicios de diciembre. Bolivia de nuevo se encuentra al borde de una crisis democrática, cfonn amenaza a las instituciones.



  Evo Morales, de 48 años, ya realizó un ayuno en la década del 80, cuando era líder sindical de los cultivadores de hoja de coca. El jefe de Estado  dijo que su ayuno "es un pedido del pueblo boliviano" para profundizar la democracia. Recalcó que no entiende la postura de la oposición al abandonar el Congreso para crear falta de quórum, y así impedir que la norma fuera ratificada. “Deben de cumplir con el mandato del pueblo”, dijo Morales.

El auditorio del Ministerio de Salud en el centro de La Paz se convirtió en el centro de operaciones para coordinar con los dirigentes de las provincias los más de 100 piquetes de huelguistas de hambre que se han multiplicado en alcaldías, gobernaciones y en organizaciones sociales y sindicales del país. Morales y sus seguidores enfrentan el ayuno mascando hojas de coca, que les ayuda a contrarrestar la fatiga y el hambre.

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La acción de Morales, que lo llevó a suspender un viaje a Cuba, fue muy criticada por la oposición. El líder conservador Walter Guiteras calificó la presión psicológica de chantaje; Jorge Quiroga, ex presidente de Bolivia y dirigente de Podemos, la tildó de "dieta presidencial para encubrir el fraude". La principal exigencia de los opositores al MAS se centra en la creación de un nuevo censo electoral. Tras el referéndum del 25 de enero que aprobó la nueva Constitución, los observadores de la Unión Europea y del Centro Carter advirtieron algunos defectos en el padrón y coincidieron en la necesidad de su revisión. La elaboración de un nuevo registro electoral podría impedir, por falta de tiempo, convocar los comicios en diciembre.

        Según el constitucionalista Jorge Lazarte, la huelga de hambre de Morales es "innecesaria y desproporcionada" porque lo que reclama la oposición, "de forma razonable", es un nuevo padrón para que los comicios sean confiables.  Según este analista, la acción de Morales "oculta otro tipo de razones" como la "resistencia obstinada" del oficialismo a elaborar un nuevo censo electoral, ya que el actual terminó su vida útil hace ocho años y está plagado de "irregularidades".

Los diputados de la oposición bloquean desde el Senado la  ley electoral para exigir un nuevo padrón. Tras una votación relámpago a mano alzada, el oficialismo (que domina la Cámara de Diputados pero no el Senado) logró el jueves la aprobación en primera instancia de la ley, pero ahora es preciso que se vote artículo por artículo. El viernes boicotearon de nuevo la sesión para que no hubiera quórum.

Algunos comentaristas apuntan que la parálisis del Congreso podría inducir a Morales a ordenar su cierre para así poder gobernar por decreto. Otros analistas indican que el Ejército se habría opuesto a esta medida.

El periodista Pablo Ortiz comenta que antes del inicio de la huelga de hambre Evo Morales  barajaba dos salidas a la falta de diálogo en la mesa de debate: cercar el Congreso o una renuncia masiva de sus parlamentarios para provocar su cierre. El presidente  convocó una reunión al alto mando militar y a los movimientos sociales agrupados en el Consejo Nacional del Cambio.

“La escena del comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas entrando a palacio presidencial a altas horas de la noche causó cierto temor y recuerdo oscuro entre los que conocen la historia no muy lejana de Bolivia. Todos temieron que se venía un cierre del Congreso, con lo cual se concentraría casi todo el poder en el Ejecutivo, ya que el judicial anda jaqueado por los múltiples juicios que pesan sobre sus miembros como una espada de Damocles.”, escribe Pablo Ortiz.

El jueves, en una sesión tumultuosa del Congreso, que fue presidida por el vicepresidente Álvaro García Linera, se aprobó en primera instancia, en medio de gritos e insultos, la nueva ley electoral; incluso se utilizó la fuerza física para impedir que los opositores abandonaran el hemiciclo para que no hubiera quorum. “Ha quedado claro, señor García Linera, que usted es un cobarde, un maricón”, acusó el portavoz de Podemos, Bernardo Montenegro. García Linera le respondió: “Usted es un pobre idiota”, lo que desató una guerra de diatribas. La sesión debe reanudarse mañana para aprobar la ley artículo por artículo.

Morales se perfila como favorito en las elecciones de diciembre, mientras que la oposición, muy fragmentada, carece todavía de un líder que pueda hacer frente al dirigente aymara.