El presidente Evo Morales admitió este lunes que las relaciones diplomáticas de Bolivia con Estados Unidos están actualmente “mal”, pero al mismo tiempo dijo que “tampoco quisiera tener buenas relaciones”, porque a su Gobierno no le interesa ni lo necesita.En una extensa entrevista concedida al diario español “El País”, el mandatario dijo también que “un grupo de hermanos indígenas”, habitantes del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), “se ha juntado con la derecha para desencadenar una gran política de oposición al Gobierno, con el pretexto de defender el medio ambiente”.Asimismo, negó que existan sectores descontentos con su gobierno, como se vio en las últimas protestas sociales, y describió a los ex colaboradores que le critican como “resentidos”.“Son resentidos. Algunos hablan en la prensa contra mí, y luego me envían mensajes diciendo ‘presidente, yo quiero seguir aportando al proceso’ (…). Hay los resentidos, te digo. Hay mucha ambición dentro de los movimientos sociales. Quieren más, sólo piensan en ellos y no en el pueblo”, declaró.Al referirse al conflicto del TIPNIS, dijo que está “convencido” de que en “la consulta que haremos la gente dirá hagan el camino”.Tras señalar que el proyecto de la carretera “no es nuevo”, señaló que busca “integrar y crear tres puertas de entrada y salida de la zona amazónica al altiplano y del altiplano a la zona amazónica: por Santa Cruz, La Paz y Cochabamba”.Asimismo, negó que detrás del proyecta exista intereses de los cocaleros para extender los cultivos de hoja de coca o intereses económicos de Brasil.“Pero si los cocaleros son los mayores interesados en evitar nuevos asentamientos. Hay un pequeño grupo que quisiera ampliar cultivos, pero la gran mayoría defiende el parque nacional Isiboro Sécure. La acusación viene justamente del imperio, de satanizar al cocalero (…). El productor de coca no es narcotraficante, ni el consumidor de hoja de coca es narcodependiente”, dijo.“En cuanto a supuestos intereses brasileños –agregó-, acabamos de expulsar a la empresa constructora OAS, porque no estaba cumpliendo las condiciones del contrato”.Morales dijo que en el Trópico de Cochabamba “hay conciencia de reducir los cultivos de hoja de coca”, porque los cocaleros “saben que una parte va a un problema ilegal, y por eso han tomado esa decisión voluntariamente, sin erradicación forzosa ni campesinos muertos”.Tras admitir que “no hay libre cultivo de coca, pero tampoco puede haber coca cero”, dijo que “hay una reducción permanente de cultivos de coca” y citó como ejemplo la supuesta reducción de 1.000 hectáreas de cultivos en Los Yungas de La Paz el año pasado. “Fue algo histórico e inédito”, subrayó.Sin embargo, señaló que “mientras haya un mercado ilegal que va a la cocaína siempre habrá desvío de hoja de coca”, ya que el origen del narcotráfico es el mercado ilegal.“Pregunte a los países capitalistas, a Estados Unidos. ¿Cuánto se ha reducido el mercado en Estados Unidos? No me mire a mí, dirija su mirada a (Barack) Obama”, respondió.Consultado sobre el estado actual de las relaciones con Estados Unidos, respondió “mal”. Y agregó: “Tampoco quisiera tener buenas relaciones. No nos interesa. Hemos empezado a liberarnos económicamente y, por lo tanto, no necesitamos a Estados Unidos”.“¿Qué ha sido Bolivia durante tantos años que ha durado su alianza con Estados Unidos? Era el penúltimo país de América. En corto tiempo nos hemos levantado, hemos expulsado al embajador, hemos acabado con la base militar norteamericana, hemos expulsado a la DEA [agencia antidrogas de EEUU]. Cuando estamos sin Estados Unidos, estamos mejor”, subrayó.Sin embargo, admitió que “sería deseable” una relación normal con Washington.Durante la extensa entrevista, Morales dijo que el problema que más le dolió en los seis años que lleva de gestión fue el violento enfrentamiento en Huanuni entre mineros cooperativistas y del Estado, en 2006, en el que hubo más de diez muertos y heridos. “No era una lucha contra el Estado y el Gobierno, sino entre hermanos mineros enfrentados a dinamitazos”, dijo.También citó la “liberación de precio de los combustibles”, que se negó a llamar “gasolinazo”, porque “eso es lo que dice la derecha” y la subvención “viene de los gobiernos neoliberales”. Al respecto, reiteró que la subvención costará este año al Estado “por los menos, 800 millones de dólares”. “Y además, entre el 30 y el 40 por ciento se va de contrabando”.Al comentar la nacionalización de la empresa Transportadora de Electricidad, filial de Red Eléctrica Española, dijo que “toda empresa que haya invertido en Bolivia y cumpla las condiciones pactadas será respetada”, pero que “hay empresas que no invierten, como la empresa eléctrica española, que apenas había invertido cinco millones de dólares”.“No me hablen de Justicia, por favor, no me hablen”, dijo al ser consultado sobre las elecciones judiciales y los votos nulos que le restaron credibilidad. “La derecha pidió a la gente que no fuera a votar. Y la verdad es que la derecha ha perjudicado a la clase media. Es la primera vez que abogadas de pollera, de poncho están en los más altos tribunales. Es un cambio profundo y total”, agregó.Asimismo, rechazó que su partido hubiese impuesto a sus propios candidatos. “Esto es discutible porque antes sólo podían presentarse quienes tenían carrera. ¿Qué es la meritocracia? Es un grupo de la clase dominante que manejaban la Justicia. Lo hemos eliminado. De eso sí nos pueden acusar, sí. Quiero creer en la Justicia, porque hasta hace poco no creía en ella.ANF