La forma en la que José Luís Exeni, presidente del “Órgano Electoral”, cambia de opinión como si de cambiar de camisa se tratara es suficiente para desconfiar de su imparcialidad.
Jose Luis Exeni, presidente de la Corte Nacional Electoral
El jueves de la pasada semana, con mucha convicción aseguraba que era imposible establecer un nuevo padrón hasta antes del seis de diciembre pero una vez que el “jefazo” lanza la orden desde el palacio de Gobierno, cambia súbitamente de argumento y afirma que si es posible.
La explicación “técnica” que dio en el parlamento fue el argumento para que los diputados y senadores masistas aseguraran que era imposible tener un nuevo padrón y que en realidad la oposición quería evitar que se realicen las elecciones.
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Pero como suele ocurrir en los casos en que los argumentos son elaborados a la rápida y ante requerimientos más políticos que técnicos, la estantería acabó por venirse abajo y las explicaciones supuestamente “técnicas” de Exeni, al final no resultaron ser tales y tuvo que ser el propio Evo Morales el que lo ponga en evidencia y lo haga quedar en ridículo.
Ante la certeza de que no lograría imponer su ley electoral masista, Morales acabó aceptando, muy a regañadientes, que se elabore un nuevo padrón electoral utilizando referencias biométricas. Ciertamente se trata de un avance pero no de una absoluta garantía. Recordemos que el padrón biométrico aplicado en Venezuela, también es utilizado para identificar a los opositores al régimen de Chávez una vez que mediante este sistema, el voto queda registrado y deja de ser secreto.
Queda claro, entonces, que no se trata solo de tener la herramienta más perfecta y avanzada sino también de quién la maneja y José Luis Exeni ha demostrado que no es el operador más honesto. Cuanto pregonaba su supuesta independencia y de cuando en cuando aparentaba oponerse a algunas disposiciones emanadas del palacio de Gobierno, Exeni acabó por quitarse la máscara y mostrar que responde directamente a las instrucciones de Evo.
Es que la decisión del presidente lo dejó definitivamente off side y toda la argumentación de la que pacientemente se había munido para demostrar la supuesta imposibilidad de realizar un nuevo padrón se vino abajo y tuvo que esforzar su imaginación para demostrar esta vez que si se puede. Los sofistas griegos hubiera tenido mucho que aprender de Exeni y de su capacidad de hacer de mentira verdad y de verdad mentira.
Es evidente que las «virtudes» de Exeni no garantizan en absoluto el derecho de los bolivianos a tener un sistema electoral confiable.
Para lograr este objetivo falta mucho camino por andar pero un largo camino se lo comienza con el primer paso. La vocación autoritaria de Evo Morales está tropezando con muchos problemas para imponerse pero eso no quiere decir que haya desistido de aplicar el modelo chavista. De entrada, como ya lo han advertido expertos en el tema, si el modelo biométrico sigue los cánones chavistas, el remedio habrá resultado peor que la enfermedad.