La cifra equivale a más de 330.000 personas del área urbana, que no pudieron reinsertarse al mercado laboral. El Gobierno pidió al ente matriz de los trabajadores no perjudicar la reactivación con sus demandas
A días de celebrarse el día del trabajo, las cifras del desempleo siguen altas en Bolivia. Los números más actuales del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) señalan que la tasa de desocupados en el área urbana, hasta febrero, llegó al 8,9%. En este contexto, los trabajadores exigen un incremento salarial del 5% y la reincorporación de gente despedida en la pandemia.
En respuesta, el Gobierno de Luis Arce Catacora planteó un incremento del 0,67%, lo equivalente a Bs 14, para evitar un “descalabro” en la economía del país.
“Considerando la situación financiera de las empresas, del Tesoro General de la Nación y de las instituciones, y cuidando la sostenibilidad y estabilidad macroeconómica del país, el Ministerio de Economía y Finanzas Pública explicó a los dirigentes sindicales que no se debe poner en riesgo la reactivación económica del país”, planteó el Gobierno a los trabajadores, mediante un comunicado de prensa.
El mismo documento, sostiene que el Gobierno solicitó a la dirigencia de la COB que justifique la propuesta de incremento salarial del 5%, plasmada en su pliego petitorio, sin embargo, el ente laboral no presentó ninguna argumentación.
Según especialistas consultados, la tasa de desempleo equivale a más de 330.000 personas, tomando en cuenta la población económicamente activa del área urbana.
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Bruno Rojas, investigador del Centro de Estudios Para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) señaló que durante el pico alto de la emergencia sanitaria, más de 700.000 personas quedaron paradas como consecuencia de las medidas restrictivas que se tomaron para frenar el avance de la pandemia.
“La cuarentena pasó, pero seguimos en pandemia y una buena parte de estas personas no logra recuperar su ocupación porque la mayoría de los trabajos se destruyeron”, dijo el especialista, que calculó que más de 250.000 personas siguen sin recuperar su fuente laboral.
De acuerdo al INE, hasta enero la población económicamente activa llegó a 3.772.482 personas.
De esta cantidad, según el economista Hugo Siles, unos 450.000 están desempleados.
No obstante, el especialista en materia laboral alertó que un 80% de estas personas se mantiene en actividades informales y el 20% en el sector formal. Además, aseguró que una buena parte se mantuvo en sus puestos, aceptando condiciones que merman la calidad del empleo.
Por ejemplo, dijo que muchas empresas plantearon a sus trabajadores mantenerlos en sus puestos a cambio de bajarles el salario. Otras, según el investigador, pagan salarios a medias o incluso llegaron a negociar solo una parte de la deuda con sus trabajadores. “El empleo ha perdido calidad. Antes de 2019 los empleos eran inestables, la pandemia empeoró esta situación”, dijo.
Recordó que antes de la pandemia ocho de cada 10 trabajadores, operaban en condiciones desfavorables.
El abogado laboral y exsecretario ejecutivo de la Central Obrera Departamental, Edwin Fernández, dijo que las condiciones de los trabajadores han empeorado durante la pandemia. Agregó que las medidas implementadas en los primeros meses de gestión del Gobierno no han ayudado a recuperar el empleo.
Periodo difícil
Rolando Kempff, presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Bolivia (CNC), explicó que el país está saliendo de un fuerte periodo de recesión, con una caída del 11% en el Producto Interno Bruto (PIB). “Eso nos coloca en una situación muy difícil”, sostuvo.
Kempff, agregó que la “posición de los empresarios es de cero incremento, porque más importante es reactivar la economía”.
“Por cada punto que se incremente significa un gasto de $us 100 millones en conjunto con el sector privado y público”, dijo.
No obstante, la Central Obrera Boliviana (COB) sostuvo que una comisión se reunirá hoy con el presidente del Estado, Luis Arce, para definir el porcentaje del incremento salarial.
Además, plantearán la reincorporación de “compañeros que han sido despedidos durante la pandemia el año pasado”.
En 2020, cerca de 434.000 trabajadores quedaron desempleados, de ellos cerca de 289.000 “afectados por la pandemia”.