El boicot religioso y la desinformación frenan la vacunación en seis regiones


Algunas personas de la capital cruceña viajaron hasta zonas fronterizas sólo para recibir las dosis. El proceso de inmunización va a paso lento en Pando, Beni, Potosí, Chuquisaca, La Paz y Santa Cruz.

Luis Escóbar



El boicot religioso y la desinformación frenan el proceso de vacunación en áreas rurales o alejadas de  seis regiones: Pando, Potosí, Chuquisaca, Beni, La Paz y Santa Cruz. En este último departamento las autoridades locales reportaron que por la poca demanda de las dosis en esas zonas, muchas personas  se trasladan desde las urbes para acceder a una inmunización.

 En   Pando,  las autoridades  reportan problemas en el avance del plan de vacunación  en las comunidades de las  áreas rurales,  aseguró   el director del Sedes, Danny Mendoza. “En el área rural tenemos el mismo problema que en todo el país, la gente no quiere vacunarse”,  explicó la autoridad local e indicó que ante esta situación, las brigadas  hacen visitas casa por casa para  invitar a la población a sumarse al plan de inmunización.

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  Esta situación se repite en Potosí, donde las autoridades reportaron  índices bajos de vacunación por la desinformación,  en especial  en el área rural. Sebastián Felipe Gabriel, kuraj mallku del norte de esta región,  minimizó la gravedad de la pandemia. “Muchos se lamentan por  las personas que murieron,  pero deben saber que la gente siempre muere”, dijo.

En Chuquisaca, Jhonny Camacho, el jefe de epidemiología del Sedes, dijo que hay muy poca demanda de las dosis e indicó que algunas personas del área rural tienen miedo a la vacunación, en especial a las de AstraZeneca.

“La gente tiene miedo por la información que se difundió respecto a los supuestos trombos que producía”, dijo hace unos días Camacho y contó que luego de una explicación sobre los beneficios, muchas personas decidieron vacunarse.

El otro factor que frena  el proceso de inmunización  está relacionado a fanáticos religiosos y grupos antivacunas. En Beni,  algunos cultos religiosos  creen que  la vacuna contra la Covid-19 es la marca del diablo,  denunció la asambleísta departamental por Riberalta Claribel Sandoval. “Pudimos percibir que se conjeturó una fantasía en torno a la vacuna contra la Covid-19,  por ejemplo, dicen que es ‘la marca de la bestia’ y por eso te pedirán carnet para todo”, aseguró.

En El Alto, la vacunación va a paso lento, advirtió la responsable del Programa Ampliado de Inmunización (PAI) de La Paz, Peggy Ibáñez. “Vimos que esta actividad no tuvo mucha convocatoria de la población”, dijo.

 El secretario ejecutivo de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), Daniel Tenorio,   explicó que efectivamente él y los vecinos observaron a muchos grupos de fanáticos religiosos  que van desinformando a la población sobre las vacunas.

“En los diferentes barrios se ha visto que hay grupos de evangélicos que hablan a la gente para que no se vacunen contra  la  Covid-19. Hasta dicen que es la marca del diablo”, indicó Tenorio.

Sobre los fanáticos religiosos que se oponen a la inmunización, Ibáñez  sostuvo que “es decisión de cada persona si  quiere o no ser vacunada. Si no desean recibir las dosis,  les pedimos que no interfieran en la vacunación”.

Ibáñez advirtió que en Senkata se registran más problemas. “No se quieren vacunar.  El  personal de salud  y  las autoridades fueron a explicar a los vecinos”, afirmó. “Ellos indican  que la vacuna que se les pondrá  los matará, que es de (la expresidenta Jeanine) Añez y no comprenden. Esa zona es muy reacia”, sostuvo.

 

Según la autoridad, para realizar la inmunización el personal de salud arriesga su vida. “Muchas veces,  la gente está queriendo reaccionar contra los médicos. Por ello preferimos evitar problemas”, dijo.

En Santa Cruz, muchos ciudadanos  viajaron entre 200 y 300 kilómetros hasta San Ignacio para conseguir una vacuna.  Incluso alquilaron avionetas para llegar a esta zona y regresar en un día. Esto se produce porque hay poca demanda de dosis en  algunas zonas rurales  por la  desinformación o fanatismo religioso.

 “(Esta situación) sucedió  en otros municipios. Estuvimos en San Matías, Puerto Quijarro y Puerto Suárez,  donde pasaba lo mismo. Muchas  personas  de otros municipios y de  la misma ciudad se trasladaban con la desesperación por conseguir una vacuna”, declaró  el gerente de epidemiología del Sedes, Carlos Alberto Hurtado.

Según el especialista,  en los cinco municipios que se encuentran en frontera con Brasil las brigadas  ya aplicaron más  del 80% de las vacunas destinadas. “Dentro de ellos, varias  personas se colaron o  en su desesperación viajaron 400 kilómetros para conseguir una vacuna. El problema es que quitan una dosis a ese municipio”, dijo.

Brigadas  instalan puntos de vacunación en municipios de Beni. Foto:Sedes Benii

 

Pese a que ya fueron identificadas, todas deberán recibir la segunda dosis. Ya se conversó con el alcalde de San Ignacio para que se corte la vacunación a personas que no tengan  certificados  de sufragio o de un cacique para verificar que vive en ese  lugar. “Esa es una determinación drástica,  fueron seis o siete avionetas a vacunarse. Las personas se vacunaron y volvieron.  Todos estamos angustiados por una vacuna, incluso nosotros hasta ahora no nos hemos vacunado”, dijo.

  La viceministra de Salud, María Renee Castro, dijo a Página Siete que  siente mucho que las personas  decidan no vacunarse. “Es importante que reflexionen, nadie está seguro hasta que todos estemos seguros. La pandemia termina cuando acabe para todos los países, todas las personas debemos inmunizarnos para luchar de forma conjunta contra el virus. Una persona inmunizada es una que genera bloqueo; si tengo personas que no se vacunan, tengo personas que me generan riesgo”, advirtió

Los  problemas

  • El Alto   El primer problema de la vacunación en El Alto radica en la existencia de muchos grupos  denominados antivacunas. Ellos van entregando a la ciudadanía panfletos en los que  promueven   mensajes contra la inmunización a la gente. Les dicen que no acepten la vacuna  por temas religiosos o porque puede provocar varias reacciones. El segundo factor es la desinformación. Muchos vecinos no  reciben  datos reales sobre la inmunización contra  el coronavirus..