Refugiado. El político habló desde Paraguay.
El gobernador suspendido de Tarija Mario Cossío señaló anoche que no presentará su renuncia al cargo para posibilitar nuevas elecciones en su departamento, porque “no quiere convertirse en un instrumento de la rendición de Tarija” ante el proyecto masista.
“Mi convicción es profundamente democrática, pero renunciar para entregar el poder de mi departamento a la dictadura (del MAS) significaría una inconsecuencia absoluta y una deshonra a la lucha histórica por la democracia” de Bolivia, señaló Cossío, que tiene estatus de refugiado político en Paraguay desde enero de 2011.
En una entrevista a un canal televisivo nacional, la autoridad defenestrada también negó estar viviendo una vida fácil o un ‘exilio de oro’ y, por el contrario, dijo sentirse bastante preocupado porque la injusticia y el odio del “régimen boliviano” se está dirigiendo a la gente que ama.
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“Veo una Bolivia que desvanece su ilusión de cambio en manos de un régimen de dictadura, de un régimen totalitario. Veo miles de familias atemorizadas, pero también veo un pueblo que no se doblega. Bolivia es un pueblo heroico que en ningún momento ha renunciado a luchar por sus derechos”, manifestó el gobernador suspendido.
Cossío afirmó que el país ha perdido la independencia de los poderes del Estado y que la justicia boliviana no es confiable desde que Evo Morales nombró de manera inconstitucional a todos los magistrados del Poder Judicial, de la Fiscalía y de la Contraloría.
El Deber