La Academia fue nuevamente inexpresiva y varios jugadores con un nivel bajo y pensando más en el receso.
Fuente: paginasiete.bo
Marco Mejía / La Paz
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Bolívar cerró anoche su peor versión en la Copa Sudamericana al caer por 3-1 frente a Arsenal, en Buenos Aires. Tal como pasó en los anteriores cinco encuentros, el equipo nacional mostró varias falencias y un rendimiento pobre del equipo con mayor inversión en el fútbol boliviano.
La impotencia que mostró Vladimir Soria desde el banco de suplentes fue una muestra clara de lo mal que juega este equipo.
La dirigencia de la Academia debe replantear muchas cosas en este receso. El problema no sólo es el técnico, el equipo celeste no tiene alma, muchos jugadores no veían anoche la hora de terminar estos primeros cinco meses del año que fueron un fracaso.
Con un rival entregado y esperando que pase los 90 minutos, a Arsenal se le hizo todo fácil y jugando a media máquina no tuvo problemas para sacar una ventaja cómoda en el primer tiempo.
El primero de la noche llegó en un mar de imprecisiones de la defensa celeste que fue aprovechado por Lucas Albertengo para anotar el gol a los 11 minutos con un remate bajo que rozó en Jairo Quinteros y dejó sin chances de reacción al portero Rubén Cordano.
La única de Bolívar llegó cerca a la media hora con un cabezazo de Leonardo Ramos, que desvió el portero Medina.
En el tercer minuto de adición, la defensa de los bolivaristas volvió a dar licencias al perder la marca y Bruno Sepúlveda puso el segundo con un certero cabezazo para cerrar el juego.
El segundo tiempo no pudo empezar peor para Bolívar, ya que sobre los dos minutos nadie despejó una pelota en el área chica y desde atrás apareció Albertengo para marcar el tercero ante la estirada de Cordano que manoteó la pelota detrás de la línea.
Con tres goles de ventaja, el equipo argentino bajó su ritmo de juego y permitió que los bolivaristas reaccionen
En un tiro de esquina, Quinteros apareció desde atrás con un frentazo para marcar el gol de los bolivaristas, en el minuto 20.
Víctor Ábrego ingresó por Miranda y le puso más empeño al ataque, a tal punto que estuvo cerca de marcar el segundo.
El marcador no se movió hasta el final y como Ceará perdió en Cochabamba, Arsenal celebró ruidosamente mientras los bolivaristas se retiraban con la mirada perdida, algo que se hizo una mala costumbre en Bolívar.