Los Pit Bull color verde olivo


Yoyo Pando Laguna

YOYO Pese a su lema “Contra el mal, por el bien de todos”, la Policía Nacional, se ha convertido sin lugar a dudas en el perro Pitt Bull del gobierno y no es más que un perro entrenado para atacar.

Vimos policías agrediendo en La Calancha donde murieron tres chuquisaqueños.



Los vimos agrediendo a más no poder a los minusválidos que pedían un bono que Evo Morales, les había prometido.

Los observamos enfrentándose con odio masista a los médicos, salubristas y universitarios de la carrera de medicina.

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Siempre atacan en grupo como la jauría canina, y no se quedan chicos cuando hay que gasificar o golpear.

Los miramos maniatando y amordazando mujeres indígenas en Chaparina, arrastrándolas por el suelo ante la mirada de sus hijos que quedaron con un severo trauma.

Ahí estuvieron gasificando maestros, golpeando universitarios, abusando de mujeres y hombres salubristas, golpeando, pateando con brutalidad, con rencor, odio, como Pitt Bull entrenados.

Los vimos gasificando y arrojando agua en pleno frío paceño a los indígenas del TIPNIS.

Cuando se amotinaron en días pasados, todo el pueblo boliviano los apoyó, su motín fue carismático, popular, fue un derecho propio, sin embargo “arreglaron” con el gobierno y se olvidaron se su enojo con los masistas y nuevamente sirven de cuje el Poder Ejecutivo con una sinvergüenza lealtad canina.

Las labores de la Policía son preservar la seguridad, proteger al pueblo, cuidar la seguridad de todos, asistir a los ciudadanos, sin embargo los policías actúan como guerrilleros urbanos, como grupos de choque, como organismo de represión y se estrellan con el pueblo que les paga el sueldo con sus impuestos.

Es así que tenemos en el país una jauría de Pitt Bull de color verde olivo, que es de temer y no tiene Dios.