El Evoférico


Había que sacar algo urgente de la manga para cambiarle la agenda a los medios y dejar de hablar de Veja y el lapidario artículo sobre la “República de la Cocaína”. Además, había que buscar cómo subirle algunos puntos al presidente Evo Morales en La Paz, después del motín policial y la IX Marcha Indígena, que profundizaron el descontento de la ciudadanía en la sede de gobierno.La respuesta fue desempolvar un proyecto de anteriores administraciones municipales paceñas, de aquellas que el masismo ha tildado de neoliberales: el teleférico.Se trata de una iniciativa compartible, dada la creciente saturación del transporte urbano entre La Paz y El Alto. Pero, como sucede con demasiada frecuencia, el gobierno parece decidido a implementar la idea con su habitual estilo de “le metemos nomás”, mediante la adjudicación directa del proyecto.El anuncio corrió por cuenta del vicepresidente Álvaro García Linera, quien adelantó que el proceso de contratación directa beneficiará a la empresa austríaca Doppelmayr. Salta entonces la pregunta de por qué no se convoca a una licitación abierta para elegir la mejor propuesta.El asunto se vuelve aún más sospechoso al saberse que el “Evoférico” costará 230 millones de dólares, más del doble de los fondos gastados en el teleférico de Medellín, Colombia, ciudad de topografía similar a la paceña. O cuando uno se entera que la empresa austríaca Doppelmayr suscribió hace no mucho un convenio con PDVSA para “modernizar” el teleférico de Mérida, Venezuela, y que es la responsable del mismo sistema en Caracas.¿Otro negociado bolivariano?Antes estas dudas, que amenazan con ensombrecer esta nueva esperanza para los habitantes de la sede de gobierno, no estaría de más transparentar el proceso y evitar que, en palabras de un diputado opositor, “nos vendan el monorriel de los Simpson”…[email protected]