Los expertos creen que le ayudaría por su gran experiencia y para hacer frente a quienes le critican por olvidar a las minorías.Mitt Romney necesita un compañero de campaña. Según algunos pesos pesados del partido republicano, al que Romney representará en las elecciones presidenciales, esta es una incógnita que hay que aclarar. Y cuanto antes, mejor.Tradicionalmente un candidato nombra vicepresidente en los días próximos a la convención de su partido. La de los republicanos se celebrará en Tampa (Florida) a finales de agosto. Así, Romney aún tendría más de un mes para escoger la persona con la que compartir la ardua tarea de tratar de convertirse en el próximo presidente de Estados Unidos. Pero desde el partido parecen tener claro que, en el caso de Romney, escoger compañero pronto supondrá varias ventajas.Lamar Alexander, senador republicano por el Estado de Tenssessee, enumeró para el diario político «The Hill» las razones por las que a Romney le convendría acelerar el proceso.Según Alexander, tomar una decisión temprano proveerá a Romney con dos o tres semanas de atención favorable en las que además podrá trabajar con su nuevo compañero para solucionar asuntos que aún queden pendientes de perfilar de cara a los comicios de noviembre.Por último, Alexander destacó que tener ya vicepresidente «daría a Romney un sustituto muy útil», alguien que represente al candidato en eventos para recaudar fondos o mítines y dar discursos en calidad de segundo de abordo.Después de que el martes se supiese que el equipo de Romney está valorando si anunciar el nombre del escogido antes de la convención, la especulación ha vuelto a las quinielas de candidatos.Uno de los nombres que resuena con más fuerza es el de Condoleezza Rice. Aunque la ex Secretaria de Estado y actual profesora de la Universidad de Stanford ha insistido en que no está interesada en el puesto, su nombre fue mencionado en el blog conservador The Drudge Report como la contendiente situada en cabeza para recibir tal responsabilidad.Las reacciones a la información no se hicieron esperar. Sarah Palin fue de las primeras en manifestarse. La ex gobernadora de Alaska afirmó que Rice sería una «maravillosa» vicepresidenta para Romney, aunque aclaró que preferiría que tanto presidente, como vicepresidente estuvieran en contra del aborto.Que Rice se definiera en el pasado como «ligeramente a favor del aborto» −«pro-choice» en inglés− es algo que no gusta a los republicanos más conservadores, aquellos que además llevan las riendas del partido.Al margen de esa polémica, Rice podría ser de gran ayuda a Romney, en parte por su extensa experiencia política. Pero Rice interesa a Romney más por lo que representa que por sus logros. Rice es una mujer negra que creció en el Estados Unidos de la segregación racial. Todo ello obligaría a los demócratas a desterrar algunos argumentos que han utilizado contra los republicanos para minar su imagen. Como apunta Artur Davis, ex congresista de Alaska, en la web Politico, algunos de los argumentos que deberían reconsiderar serían el tachar al partido republicano como «el partido que ignora a las minorías, que promueve la guerra contra la mujer y que ha convertido a Estados Unidos en un vertedero intelectual».ABC – Madrid