Mutún. Santa Cruz: Hay bronca en la frontera pero el Gobierno maneja 5 opciones. Ministros explicaron en Puerto Suárez la ruptura con Jindal. La empresa india anunció ayer que interpondrá una demanda contra el Estado boliviano por daños y perjuicios causados por la rescisión del contrato para la explotación de hierro del Mutún.
Jindal anuncia que demandará a Bolivia por daños y perjuicios
Mediante un comunicado enviado desde su central en Nueva Delhi (India), la empresa Jindal Steel & Power (JSP) anunció ayer que interpondrá una demanda contra el Estado boliviano por daños y perjuicios causados por la rescisión del contrato para la explotación de hierro del Mutún.
El presidente de Jindal en una reunión anterior en Palacio.
La Razón / Aline Quispe / La Paz
El vicepresidente Álvaro García lamentó la “actitud” de la empresa india y dijo que “se verán ya los procedimientos legales” que corresponde adoptar en este caso. El lunes, Jindal Steel Bolivia (JSB), cuya matriz es JSP, decidió rescindir el contrato de riesgo compartido suscrito con la estatal Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) tras una larga reunión con el ministro de Minería, Mario Virreira, y los miembros del directorio de la empresa boliviana.
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Ayer, en su comunicado, la firma extranjera explicó que la decisión fue asumida debido al “incumplimiento y la falta de voluntad de parte del Gobierno de Bolivia para cumplir con sus obligaciones contractuales”.
El 8 de junio, Jindal había notificado a la ESM su intención de terminar el contrato, debido a la falta de un acuerdo que garantice la provisión de gas natural para el funcionamiento del complejo en la zona de explotación y a que no se les entregó el total de las tierras comprometidas. El viernes, JSB envió una carta a la ESM señalando cuatro condiciones “no negociables” para retomar las tratativas con el Gobierno y analizar su continuidad en el proyecto.
Pidió una garantía para no nacionalizar sus inversiones, levantar el proceso contra sus ejecutivos, solucionar la ejecución de la segunda boleta de garantía y dejar sin efecto la auditoría. Virreira explicó ayer que como dichas condiciones fueron rechazadas, la firma decidió “por voluntad propia” rescindir el contrato, pese a que el Gobierno “hizo los esfuerzos” para que continúe en el país.
En el comunicado difundido ayer, además de ratificar la rescisión del contrato, JSP anunció que “mediante la vía legal que corresponda, ejercitaremos nuestro derecho al pago de todos los daños y perjuicios”.
El Ministro de Minería anticipó que el proceso para contratar una nueva empresa demorará al menos medio año. “Son licitaciones internacionales que tienen sus plazos, que están alrededor de los seis meses”. El Vicepresidente admitió que hubo “retraso” en el avance de los proyectos de industrialización, aunque se declaró confiado en que los mismos serán reencaminados. “No debe dudarse de que esto va a ir para adelante”.
Indicó que con “esta experiencia dolorosa” se hará una calificación más rigurosa a las firmas que deseen adjudicarse proyectos y luego anticipó que hay cinco “empresas serias” interesadas, entre ellas de Corea del Sur, China e Italia. Virreira dijo que la interesada deberá demostrar que dispone del 25 al 30% del total de la inversión.
Proceso de licitación se demorará
El exministro de Minería Dionisio Garzón estimó que la licitación para contratar a una firma demorará dos años. Dijo que “el Gobierno debe dar las condiciones”.
García dice que la firma especuló en los mercados
El vicepresidente Álvaro García lamentó que Jindal haya apostado por la “especulación bursátil” antes que a la “inversión productiva”. Dijo que Bolivia necesita empresas extranjeras que “no especulen en la bolsa de valores” como lo hizo esta empresa.
“Aquí necesitamos empresas extranjeras que no especulen en la bolsa de valores sino que inviertan. Queremos ver fierros y maquinaria en el lugar, no queremos ver cotizaciones de bolsa como ha sucedido”, sostuvo García. El ministro de Minería, Mario Virreira, indicó que la empresa “lo que estaba haciendo es capitalizar sus acciones e intentar invertir (en el país) en base a nuestro potencial.
Ellos no tenían capitales propios, simplemente estaban especulando en la bolsa de valores”. Añadió que, en el fondo, “Jindal demostró que no tiene capacidad económica”. Incluso dijo que en el contrato se permitía que la firma india adquiera créditos con “la garantía de la propia inversión”.
Jindal: Nos trataron ‘como a delincuentes’
Jindal Steel Bolivia (JSB), subsidiaria de la india Jindal Steel & Power Limited (JSPL), afirmó ayer en un comunicado que en el país se los trató como a delincuentes y acusó al Gobierno de tener “actitudes antiinversionistas y de no cooperación al inversionista extranjero”. “No se nos trata como amigos de los bolivianos, sino como a delincuentes”, señaló la siderúrgica india en referencia al proceso penal iniciado por la Fiscalía en contra de altos ejecutivos de la compañía.
Según Jindal, esta acción penal “demuestra que el Gobierno maltrata y persigue a los inversionistas extranjeros que han introducido millones de dólares en la economía de Bolivia” y que están brindando oportunidades de empleo a miles de trabajadores. La empresa sostuvo que debido a esta situación se aleja “toda presente y futura inversión de capitales en Bolivia”, ya que “la falta de seguridad jurídica” ahuyentará a los inversionistas extranjeros.
En cuanto al cobro de la segunda boleta de garantía bancaria, Jindal ratificó que la misma fue “equivocada” y acusó al Gobierno y a la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) de haber incumplido sus obligaciones contractuales porque no se entregó el total del área destinada a la siderurgia así como los volúmenes requeridos de gas natural para el proyecto de industrialización.
También reafirmó su posición en sentido de que realizó la inversión comprometida de $us 600 millones, para lo cual “proveyó todos los documentos y contratos firmados con empresas internacionales”. En ese marco, Jindal dijo que se vio obligada a rescindir el contrato “debido al incumplimiento y falta de voluntad de parte del Gobierno de Bolivia para cumplir con sus obligaciones contractuales”.
Hay bronca en la frontera, pero el Gobierno maneja 5 opciones
Mutún. Ministros explicaron en Puerto Suárez la ruptura con Jindal.
Reacción. Los ministros Mario Virreira y Carlos Romero justificaron ayer en la frontera los motivos de la rescisión con Jindal y dieron las nuevas pautas del proyecto
H. Ugarte y corresponsales, El Deber
Con amargura, decepción e incertidumbre reaccionaron ayer autoridades y población de la provincia Germán Busch, luego de conocer la disolución del contrato de riesgo compartido para explorar y explotar el 50% del yacimiento de hierro de Mutún entre la Jindal Steel Bolivia y la Empresa Siderúrgica Mutún (ESM).
Entretanto, mientras los ministros Mario Virreira y Carlos Romero, de Minería y Gobierno, respectivamente, se fueron hasta Puerto Suárez para explicar los motivos de la rescisión del contrato con Jindal y tranquilizar a la población. Desde La Paz, el vicepresidente Álvaro García Linera ratificó la ruptura y anunció que hay hasta cinco propuestas de empresas de Corea, China e Italia para remplazar a los empresarios indios.
El presidente cívico de Puerto Suárez, José Luis Santander, reveló ayer que la gente está muy preocupada por la situación de incertidumbre y los trabajadores de la ESM y sus familiares están en pie de guerra atentos a las decisiones que se vayan a tomar en las próximas horas.
Adelantó que se puede determinar un paro cívico con el cierre de la frontera, bloqueo de caminos y vías férreas, además de impedir las operaciones del aeropuerto porteño.
Los cívicos de la frontera no se dan por vencidos y plantean que la ESM y la Jindal se acojan a la cláusula 42 del contrato de riesgo compartido, firmado el 18 de julio de 2007, para que en 90 días den solución a esta controversia. Justo hoy se cumple un quinquenio del pacto.
“Queremos agradecerle al presidente porque nos está dejando miseria en Puerto Suárez. Si la Jindal no tenía plata, entonces ¿por qué firmaron contrato? o están locos para firmar contrato con una empresa que no tiene plata”, cuestionó Santander.
Según el ministro de Minería, Mario Virreira, para el Gobierno no hay vuelta atrás y la salida de Jindal se da debido a la debilidad económica y poca seriedad que demostró para encarar el proyecto siderúrgico de Mutún.
“(Ellos) asumieron por voluntad propia la decisión de rescindir el contrato, de ninguna manera por alguna presión del Gobierno boliviano. Todos somos conscientes de la falta de seriedad en su manejo y debilidad económica. Con esto pone fin a la participación de Jindal en el país”, complementó Virreira.
De acuerdo con los planes del Gobierno, el proceso de licitación para contratar una nueva empresa durará seis meses, por lo que se espera que a principios de 2013 se concrete la operación.
Por su lado, García Linera señaló ayer que la próxima vez tendrán mucho cuidado en analizar las propuestas económicas y de inversión, porque la alianza público-privada debe garantizar la producción y el polo de desarrollo.
El diputado que representa a la región fronteriza con Brasil, Luis Felipe Dorado, dijo que el Gobierno convirtió el sueño de desarrollo del Mutún en una pesadilla. “Son cientos de empleos directos los que se perderán con este nuevo fracaso gubernamental”, lamentó.
El asambleísta indicó que es el propio presidente Evo Morales quien está fracasando, porque prometió siderurgia y sacar adelante el proyecto, que ahora queda en nada.
Por su parte, el ex presidente cívico de la provincia Germán Busch Antonio Tudela acusó al ministro de minería, Mario Virreira, y al presidente interino de la ESM, Ricardo Cardona, como los responsables operativos del ‘fracaso’.
Cívicos y parlamentarios de Germán Busch creen que el nuevo proceso de licitación debe realizarse en 90 días.
Mutún tiene una reserva total de hierro estimada en 40.000 millones de toneladas y es la más grande de la región.
Justificación nacional y descargo de Jindal
n Justificativo. Entre el vicepresidente Álvaro García Linera y el ministro de Minería, Mario Virreira, coincidieron en que la Jindal no quería ser auditada, exigía que le devuelvan el monto de la boleta de garantía ejecutada y que se frene el proceso de investigación iniciado por el Ministerio Público. Además, según palabras del vicepresidente, hasta abril “debía invertir $us 600 millones de los $us 2.100 millones prometidos, pero solo adquirió “dos chancadoras que no cuestan más de $us 4 millones y patrocinó concursos de belleza”.
n Desafío. El Gobierno boliviano, según García Linera, asumirá las consecuencias de la rescisión del contrato y afrontará los procesos legales en las instancias que correspondan. Pero, además, seguirá ejecutando boletas de garantías a las empresas que incumplan sus compromisos con el Estado y harán un seguimiento permanente para no volver a repetir experiencias amargas. “Somos el Gobierno que más boletas ha ejecutado, como ningún otro; ya llevamos 20 boletas ejecutadas y vamos a seguir controlando”, expresó.
n La India. A través de un comunicado desde Nueva Delhi (India), la empresa Jindal Steel & Power LTD. explicó que rescindió el contrato con Bolivia debido a una serie de incumplimientos e infracciones que, a pesar de haber sido definidas en el contrato de riesgo compartido, no fueron superadas en la vía de la resolución de controversias. “La rescisión del contrato Mutún-RC se debe a la actitud anti-inversionista del Gobierno de Bolivia. Por la vía legal ejercitaremos nuestro derecho al pago de todos los daños y perjuicios”, dice la nota.
n Respuesta. Según Jindal, el pedido de un depósito en efectivo de $us 1.200 millones como garantía para continuar con el proyecto Mutún por parte del ministro Virreira es injustificado, sin fundamento y sin comprensión de lo básico contractual. Respecto al cobro de la segunda boleta de garantía, Jindal dice que fue equivocado, en la medida que la ESM y el Gobierno de Bolivia incumplieron sus obligaciones contractuales con relación a la entrega total del área destinada a la siderurgia y al gas natural requerido.
El arbitraje internacional es costoso
Silvia Salame / Col. Abogados Chuquisaca
Una resolución de contrato normalmente implica un grave problema para las partes, pero en este caso concreto de la Jindal y del Estado boliviano es mucho más complicado por la magnitud del proyecto del Mutún y las connotaciones internacionales.
No es lo mismo realizar un proceso con jueces y árbitros nacionales que ir a los tribunales con árbitros internacionales, donde para el Estado boliviano, además de representar la contratación de un equipo jurídico costoso, tendrá que cubrir todos los gastos de representación, sin contar el pago por daños y perjuicios si acaso finalmente perdiera.
Cuando hablo de la connotación internacional también me refiero a los antecedentes, porque Bolivia ya tiene 12 procesos de arbitraje, precisamente por romper relaciones con empresas que invirtieron en el país. Si el arbitraje cayera en países de Europa, como Francia, por ejemplo, el proceso sería rápido.