Dirigente indígena: ‘Ministro Romero me hizo llamar para negociar la IX marcha’


Fernando Vargas aseguró que no habrá consulta en el Tipnis, que harán una marcha hasta la OEA para denunciar al régimen  de Evo Morales y reveló que el ministro de Gobierno, Carlos Romero intentó negociar para evitar la salida de la columna de marchistas hasta La Paz.

‘Romero me hizo llamar para negociar la IX marcha’

imageEL DÍA, 18 de Julio, 2012



Entrevista a Fernando Vargas

Fernando Vargas Mosúa, el presidente de la Subcentral del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), tiene una vida de contrastes. Nació en la cuna humilde del hogar de Luis Vargas y Alejandrina Mosúa, pero  vivió en una hacienda de 2.000 hectáreas en Beni. Estudió hasta el bachillerato en la comunidad de Gundonovia, donde cada año era el abanderado de su escuela. Nunca le interesó la dirigencia; sin embargo, un nefasto episodio marcó un hito en su vida: mataron a su sobrino, de 6 años, en la puerta de su casa como represalia para que su familia abandone sus tierras. Era 1990, cuando el joven Fernando Vargas decidió salir del anonimato en busca de justicia para su sobrino y para defender sus tierras. El liderazgo que asumió en su comunidad "Paraíso" rápidamente lo llevó a vincularse a la Subcentral del Tipnis, en cuya organización empezó como técnico de apoyo y ahora es la máxima autoridad. Con el clásico sombrero de cuero puesto en la cabeza y una chalina envuelta en su cuello, Fernando Vargas, el líder de la IX marcha indígena en defensa del Tipnis, conversó con El Día. Desde  el patio trasero  de la Cidob, aseguró que no habrá consulta en el Tipnis, que harán una marcha hasta la OEA para denunciar al régimen  de Evo Morales y reveló que el ministro de Gobierno, Carlos Romero, intentó negociar para evitar la salida de la columna de marchistas hasta La Paz.

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P. ¿Cómo llega a participar de la VIII y IX marcha indígena?

F.V.: De acuerdo a los estatutos de las organizaciones del Tipnis, el 2008 fui elegido presidente de la Subcentral del Tipnis con más de 90 votos. Lo primero que tuve que encarar fue la VIII marcha. El resultado de esta movilización fue la promulgación de la Ley 180 de Protección del Tipnis; sin embargo, el Gobierno organizó la marcha del Conisur que derivó en la anulación de dicha ley y decidió ir por la construcción de la carretera. Desde marzo de este año se empezó a militarizar el parque y a partir de ese momento se decidió organizar la IX marcha y por eso estamos aquí.

P. En su evaluación de la IX marcha indígena habló de derrotas del Gobierno, ¿cuáles fueron?

F.V.: Si bien no tuvo resultados amplios la marcha, hay algunos aspectos importantes para destacar. Por ejemplo, el Gobierno hizo una tremenda campaña con los ministros Juan Ramón Quintana y Carlos Romero, quienes llevaron adelante convenios programáticos para que la marcha no saliera desde Trinidad. A pesar de eso, la movilización salió. Si bien no marcharon todos los indígenas, sus dirigentes sí lo hicieron. Las bases entendieron que el territorio vale más que un convenio.

La segunda derrota fue el intento de que la marcha no llegue a La Paz, cuando nos hicieron una tranca en San Ignacio de Moxos. La columna rompió esa barrera y llegamos a la sede de Gobierno. La tercera derrota fue la anulación del contrato entre OAS y el Gobierno. Otra fue la ampliación el plazo de la consulta previa y el intento frustrado de que la plataforma de demandas de la marcha sea resuelta por separado. Y finalmente es una derrota política por la forma cómo actúo contra nosotros en La Paz. El Gobierno no solamente queda mal en Bolivia, sino ante todo el mundo, tras la gasificación. Un Gobierno que supuestamente respeta los derechos indígenas y protege el medio ambiente y la biodiversidad, no lo hace. No hay esa coherencia, entre el discurso internacional y la acción en su propio país.

P.  ¿La IX marcha fue derrotada o solo hay malos recuerdos?

F.V.: Lo fundamental es que esta IX marcha cobró cuatro vidas, dos del Tipnis y dos del pueblo Chimán (una niña y un corregidor). Es muy doloroso para quienes estamos en una lucha, pero también entendemos que no hay luchas fáciles. Toda lucha en el país y el mundo tiene sus consecuencias negativas. A pesar de eso, lo único bueno que nos llevamos es la gran solidaridad del pueblo paceño. El pueblo boliviano está empezando a crear conciencia.

P. ¿Es cierto que el Gobierno le llamó para negociar y evitar que salga la IX marcha?

F.V.: Durante la marcha no. Sin embargo, en febrero, cuando estábamos en plena organización de la movilización, la viceministra de Gobierno, Cinthia Silva, me llamó y me dijo que el ministro Carlos Romero estaba preocupado por la nueva marcha y que quería reunirse conmigo a solas para negociar. Me propuso una reunión y yo le acepté, pero le dije que para reunirme el ministro Romero debía traer un proyecto de ley que anule la construcción de la carretera por el Tipnis. Esa fue la última vez que hablé con el Gobierno, pero nunca más me llamaron.

P.¿Cómo cree que debe ser la resistencia en el Tipnis?

F.C.: Hay diferentes formas. Una es que las propias comunidades hagan respetar sus propios territorios, más allá de que el Gobierno les haya regalado cosas y él haya prometido convenios. En segundo lugar, vamos a hacer una demanda nacional e internacional, de todas las irregularidades que ha cometido este Gobierno. También vamos a coordinar una marcha internacional hasta la OEA (en Washington) para conminar al presidente Evo Morales. Queremos desenmascararlo en el contexto internacional.

P. Pero, ¿usted cree que va haber o no consulta en el Tipnis?

F.V.: No va a haber consulta en el Tipnis. Primero, porque la consulta debería ser antes de elaborar el proyecto carretero en el Tipnis, no lo digo yo, así lo establecen los convenios, la Constitución y la declaración de Derechos Humanos. Que los Estados deben consultar primero. Por lo tanto, la Ley  de Consulta es inconstitucional, por lo que nosotros no vamos a aceptarla. Además, el Tribunal Constitucional ha condicionado, ha establecido que haya un consenso para llevar adelante las decisiones soberanas de los pueblos.