Inédito. Con los votos de Desirée Bravo, que retomó ayer la presidencia del Concejo, y de otros cuatro munícipes suplentes se suspendió a los siete ediles enjuiciados por el alcalde. El MAS hizo viable la sesión.
Siete concejales de la capital quedaron suspendidos ayer de sus funciones en una sesión en la que fueron habilitados los suplentes de los cinco ediles impedidos de acudir al organismo deliberante y en la que reasumió la presidencia Desirée Bravo, que había sido suspendida el 19 de marzo.
El único punto a tratar en esta reunión, que es la primera que se realiza en el edificio del Concejo desde el 7 de junio, fue la acusación formal presentada por el fiscal Carlos Candia contra los ediles disidentes del oficialismo Óscar Vargas, Leonardo Roca, Carlos Manuel Saavedra, Yanine Parada, Sibele Ortiz y Enrique Landívar, además de la masista Arminda Velásquez.
Para la suspensión temporal, fueron aplicados los artículos 144 y 145 de la Ley Marco de Autonomías. Los votos de Desirée Bravo, de Romel Pórcel (suplente de Sibele Ortiz); Loreto Moreno (de Carlos Manuel Saavedra), María Angélica Zapata (de Enrique Landívar) y Ronay Teresita Méndez (de Leonardo Roca) permitieron la aprobación de la resolución de suspensión, mientras que Saúl Ávalos, José Quiroz y Freddy Soruco, del MAS-ASIP, votaron en contra.
La sesión se instaló a las 18:30 y Freddy Soruco, en calidad de presidente en ejercicio, instaló la reunión, pero la concejala Bravo hizo conocer la sentencia judicial que la habilita a su cargo, por lo que de inmediato pasó la posta y él volvió a la vicepresidencia. Provisionalmente eligieron como secretario a Romel Pórcel, desconociendo la directiva que eligieron los disidentes, liderados por Vargas.
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Fuente: Red Uno, El Deber
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