Los indígenas bolivianos de tierras bajas alistan la resistencia en el Tipnis contra Consulta por una carretera que atravesará el Parque Isiboro Sécure. Indígenas rechazan que vía por TIPNIS se defina por mayoría.
Los marchistas caminaron 600 kilómetros, en 62 días, desde Trinidad hasta La Paz, en defensa del Parque Isiboro Sécure. El Gobierno los dividió. La caminata cobró cuatro vidas y la protesta se replegó a sus comunidades para la resistencia contra la consulta previa.
Ref. Fotografia: Por tierra y agua, los indígenas de los pueblos indígenas Chimán, Moxeño y Yucararé recorrieron desde la ciudad de Trinidad hasta La Paz en defensa y rechazo al proyecto carretero Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, cuyo tramo II atraviesa el Tipnis.
Rosauro Fabricano (29) y Marcia Gutiérrez (27), ambos oriundos de la comunidad Santa María de la Junta, del río Isiboro del Tipnis, caminaron 62 días a lo largo de 600 kilómetros desde Trinidad hasta La Paz y estuvieron 14 días de vigilia en la intemperie, donde "tragaron" agua y gases lacrimógenos. Rosauro y Marcia han sufrido en carne propia la muerte de su hija Karen Yesenia, de seis meses, y también han visto morir a tres de sus compañeros de lucha.
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La herida abierta en la familia Fabricano Gutiérrez encarna el sufrimiento de los 500 marchistas, entre ellos niños, mujeres, jóvenes, adultos y ancianos, que participaron de la IX marcha indígena en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), que se ve en peligro por la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. Los nativos de tierras bajas y altas también marcharon por la anulación de la Ley 222, que posibilita la consulta previa del Gobierno, que pretende la construcción de dicho proyecto por el "corazón" del Tipnis.
Confirman ruptura y ponen en duda discurso ambientalista. La movilización, según los propios indígenas, marcó el fin de la relación entre el Gobierno y los pueblos indígenas. De hecho, los marchistas también han puesto en duda el discurso ambientalista de la Administración de Evo Morales, que se vio en aprietos por las denuncias de supuestas irregularidades durante el proceso previo a la contratación de la constructora brasileña OAS para la construcción del proyecto carretero.
Juran la resistencia con arcos y flechas. "Hemos vivido una discriminación y una humillación por parte del Gobierno, que ha jugado al cansancio de nuestros niños y madres. El presidente no tuvo corazón humano, sino de piedra. No ha tenido compasión con las vidas que se han ido a causa de esta lucha. Desde ahora defenderemos nuestros derechos desde nuestras comunidades", expresó con lágrimas y con la voz quebrada la presidente de la columna de marchistas, Bertha Bejarano, y aseguró que los indígenas harán respetar con arcos y flechas su territorio.
El presidente de la Subcentral del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), Fernando Vargas, asegura que la IX marcha derrotó al Gobierno. Su versión la sustenta en el hecho de la salida de la columna de la marcha, el ingreso a La Paz, la anulación del contrato entre OAS y el Gobierno, la ampliación de la consulta previa y el intento frustrado de que la plataforma de demandas de la marcha sea resuelta por separado. "Es una derrota política del Gobierno por la forma cómo actúo contra nosotros en La Paz. El presidente Evo Morales no solamente queda mal en Bolivia, sino ante todo el mundo. Un Gobierno que supuestamente respeta los derechos indígenas y protege el medio ambiente y la biodiversidad, no lo hace. No hay esa coherencia, entre el discurso internacional y la acción en su propio país", cuestiona Vargas.
Cabe mencionar que la movilización de los marchistas fue guiada por una plataforma de 7 demandas, entre ellas el cumplimiento por el Gobierno respecto a los acuerdos de la VIII marcha y la abrogación de la Ley 222 de Consulta Previa.
‘Queremos carretera, pero que no atraviese el Tipnis’. Ante los resultados de las movilizaciones de la IX marcha, el presidente de la Confederación del Pueblos Originarios de Bolivia (Cidob), Adolfo Chávez, dejó establecido que no se oponen a la construcción del tramo II de la ruta Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, "siempre y cuando este no atraviese por el corazón del Tipnis". Esta posición coincide con la declaración de la IX marcha de los pueblos indígenas de tierras bajas, ante el Gobierno y el mundo.
En este documento oficial que viene a ser la última resolución de los marchistas, denuncian que "el Gobierno ha iniciado una campaña de desprestigio a los dirigentes nacionales de la Cidob y a la invasión del Tipnis, que es propiedad de los pueblos que habitan en esta TCO, y de división de las organizaciones indígenas. Para ello, según el mismo documento, el Gobierno desplazó a la Fuerza Naval boliviana al interior del territorio sin ninguna autorización de las organizaciones indígenas. "Hacen vergonzosos actos de prebendalismo encabezados por el propio presidente Evo Morales y comandados por el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y el ministro de Gobierno, Carlos Romero", revela la declaración indígena.
Contra viento y marea. Pese al rechazo de los 41 corregidores a la consulta previa sobre la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, el Gobierno nacional ha dicho en reiteradas ocasiones que sí o sí se realizará la consulta debido a que está en juego la gestión territorial del Tipnis. "Se hará la consulta porque la consulta no está en juego el futuro de un trazo, está en juego la gestión territorial del Tipnis", afirmó el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
Indígenas rechazan que vía por TIPNIS se defina por mayoría
Cusi pidió al Gobierno cumplir el fallo y no interpretarlo.
ANÁLISIS. El ex constituyente Lazarte dice que el Gobierno se contradice al plantear la aplicación de una democracia occidental criticada por el propio Presidente.
El presidente Morales en una visita a Oromomo en el TIPNIS. Afka
Los indígenas que se oponen a la construcción de una carretera por el TIPNIS rechazaron ayer la aplicación de una democracia “occidental” que, según ellos, es la que busca aplicar el Gobierno, que el viernes anunció que se basará en una concertación entre “mayorías y minorías” para avalar o descartar el proyecto vial.
El diputado Pedro Nuni y la vicepresidenta de la Confederación Indígena del Oriente Bolivia (CIDOB), Nelly Romero, defendieron la democracia comunitaria como el sistema para tomar decisiones por consenso (que todos estén de acuerdo o acepten una idea) y no por mayoría, como adelantó el viernes el ministro de Obras Públicas, Vladimir Sánchez.
“El término concertar como propone el Gobierno es la vieja práctica de la democracia pactada y occidental y de los partidos tradicionales, rechazamos de manera rotunda”, declaró Nuni a Página Siete y exigió que las autoridades respeten los mecanismos que utilizan los pueblos del oriente para tomar decisiones.
La dirigente Romero acotó que el Ejecutivo desconoce el “sistema de gobierno” de los pueblos indígenas sobre la “democracia comunitaria”, que está señalado en el artículo 11 de la Constitución.
“Aquí no hay mayorías ni minorías, aquí debe cumplirse la sentencia constitucional que debe ser concertada, mínimamente todos deben estar de acuerdo o no”, sostuvo.
La oposición de los líderes indígenas surge después que el ministro Sánchez difundió la interpretación oficialista del fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), “desde nuestro punto de vista cuando hablamos de concertar, hablamos de mayorías y minorías”, dijo.
Sin embargo, el magistrado del TCP, Gualberto Cusi, pidió al Gobierno dejar de interpretar el fallo y cumplirlo. “Tiene que cumplir el tema de la concertación involucrando a todas las comunidades y habitantes del TIPN IS, tiene que buscar ese objetivo y llegar a un consenso porque hay jurisprudencia internacional en ese aspecto, pero lamentablemente el Gobierno quiere interpretar a su manera”, sostuvo.
El analista político y ex constituyente Jorge Lazarte explicó que la “concertación es que dos o más partes se pongan de acuerdo”, en este caso el Gobierno y pueblos indígenas para el proceso de consulta; asimismo, precisó que el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) plantea el “consentimiento” es decir, concertar la consulta para obtener el visto bueno de los pueblos; lo que no es igual a un voto de mayorías o minorías.
Finalmente, recordó que el respeto a los usos y costumbres y formas de organización de los pueblos es un principio constitucional.
Aunque los líderes indígenas coincidieron que las autoridades interpretan el tema de manera arbitraria para justificar su política de prebendas y sobornos para cooptar a las comunidades indígenas del TIPNIS, con el único propósito de lograr que se realice la consulta y la carretera.
Datos del fallo
Buena fe. La consulta de buena fe requiere de un clima de confianza mutua entre las partes.
Confianza. “Para lograr un clima de confianza y respeto mutuo, el procedimiento consultivo en sí debe ser resultado del consenso”, señala un informe de la Relatoría Especial de la ONU.
Consulta. Se debe constituir en la construcción de acuerdos en los que si bien el Estado interviene, empero debe hacerlo respetando y recogiendo procedimientos establecidos por los pueblos a través de sus instituciones representativas.
Inicio. La consulta empezará el 29 de julio de acuerdo al Gobierno, pese a que una fracción rechaza el proceso.