Un recorrido cerca del Polígono Siete evidencia que la colonización ha pasado la línea roja. Se siembra coca camuflada y hay fosas de maceración para elaborar cocaina. También se evidencia trafico ilegal de madera que sale del Conisur (organización afín a Evo Morales) sin ninguna objeción del Gobierno.
Denuncian coca y cocaína donde dicen sí a la carretera
Tipnis. Un recorrido hecho en noviembre cerca del Polígono Siete evidencia que la colonización ha pasado la línea roja. Se siembra coca camuflada y hay fosas de maceración
Pablo Ortiz/Gundonovia, El Deber
Foto. Deforestación. Denuncian que hay plantaciones de coca camuflada y mucha tala de árboles en esta área protegida.
Bernabé Noza no le sorprende que Mercedes de Lojojota (sapo grande, en yuracaré) y otras comunidades cercanas al Polígono Siete hayan dicho sí a la carretera a través del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).
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Como secretario de Organización de la Subcentral Tipnis visitó la zona colonizada del parque para constatar y fotografiar que la coca ya llegó más allá de la llamada línea roja, que los bulones que la demarcan han sido recorridos por los colonos entre ocho y diez kilómetros para apropiarse de más tierra indígena, y que la madera sale del Conisur sin ninguna objeción del Gobierno.
“Lo único que traerá esta carretera es destrucción. Con ella corre el riesgo nuestra cultura y nuestras etnias pueden desaparecer”, asegura Noza.
El dirigente fue parte de una comisión que verificó los límites de la TCO en noviembre de 2011, luego de concluir la octava marcha indígena. Noza asegura que esto fue denunciado al Gobierno, pero no hizo nada para evitar que la depredación continúe.
“Tenemos fotos de cocales, de fosas de maceración, de tomas de la TCO, de tráfico de madera. Todo esto se hace en la zona sur, cerca del río Ichoa, y está coordinado por nuestros hermanos vendidos al Gobierno, como Gumercindo Pradel. Acá no existe consulta, sino una campaña política”, dijo
Según las fotos presentadas por el dirigente, hay fosas de maceración de coca para fabricar pasta base de cocaína en la zona de Urkupiña y en San Benito. También hay plantaciones de coca, pese a que esta zona es considerada excedentaria y debe ser erradicada. La hoja convertida en patrimonio por la nueva Constitución también está en Mercedes de Lojojota, donde hay cocales camuflados en plantaciones de yuca y de plátano, mientras que la madera sale de El Carmen del Ichoa.
Noza afirma que San Miguelito y Buen Pastor son las comunidades yuracarés que están sufriendo la penetración de colonos, que han pasado la línea roja y han sembrado alrededor de 20 hectáreas de coca. También evidenciaron cocales en Santa Rosa, población que está dentro de la TCO, pero que se ha declarado ‘tercero’, es decir, no indígena o poseedores individuales para fines de saneamiento de tierra. “Seguiremos denunciando lo que pasa en esa zona, pero el Gobierno no hará justicia. La justicia es para los otros y las persecuciones para nosotros”, aseguró.
Por su lado, el líder del Consejo Indígena del Sur (Conisur), Gumercindo Pradel, descalificó esta versión al indicar que cada uno de los dirigentes y corregidores asentados en esa zona del Tipnis son muy conscientes, por eso descarta este informe. “No podemos estar mintiendo a estas alturas”, dijo.
Pradel asegura que él habita en el lugar y no ha visto nada de lo que dicen los indígenas. “No podemos involucrarnos en narcotráfico. Nosotros mismos decimos no a la plantación de coca porque tenemos nuestra propia cultura”, dijo.
Respecto a la lucha antidroga, el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres, aseguró ayer que hay buenos resultados y resaltó que con el Gobierno del presidente Evo Morales se aplicó una verdadera estrategia contra el alucinógeno.
"Nosotros tenemos una producción de coca que está dirigida fundamentalmente a la reproducción cultural", aseveró el ministro de Gobierno, Carlos Romero, desde la localidad de El Paso, en Cochabamba.
Van a Trinidad a comprar gasolina
Los dirigentes indígenas que se oponen a la consulta para la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, a través del Tipnis, tuvieron que dejar ayer Gundonovia para trasladarse a Trinidad con el único fin de comprar combustible para movilizarse a través de su territorio. Es un viaje de seis horas a través del río Isiboro y Mamoré, en canoa, y solo podrán retornar hoy al puesto de vigilia.
Este viaje pudo haberse evitado si los encargados del surtidor que existe en Gundonovia accedían vender combustible a los indígenas. Pese a que hay dos tanques que pueden almacenar hasta 16.000 litros anclados en la plaza de la población, la encargada del expendio de combustible explicó, en reiteradas oportunidades a los indígenas, que todo el combustible estaba reservado para hacer trabajos en la comunidad.
En la ‘capital del Isiboro’ hay un tractor que debe realizar trabajos en la zona, pero este funciona con diésel, no con gasolina. Tampoco accedieron a vender combustible cuando un dueño de motor explicó que era para trasladar comisiones de periodistas río arriba.
Los pobladores están decididos a continuar con su lucha, pese a los inconvenientes.
Descartan otra vuelta en la consulta
El ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, Vladimir Sánchez, descartó ayer la posibilidad de realizar una segunda vuelta en el proceso de consulta que se desarrolla en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).
"En el protocolo no hay segunda vuelta. Ustedes conocen el protocolo, por tanto aquellos que han malinterpretado o que han hecho una interpretación más política de lo que ha planteado el señor Carlos Romero (ministro de Gobierno), no es cierto", dijo Sánchez.
El ministro denunció que exdirigentes de la Subcentral Tipnis, encabezados por Adolfo Moye, intentaron interferir en el proceso de consulta en la comunidad de Limoncito.
Por otro lado, las comunidades de Buen Pastor y Secejsamma decidieron sumarse al rechazo a la ley 108 de intangibilidad, que prohíbe obras dentro de esa reserva natural, y se sumaron a la construcción de la carretera, refirió el jefe de la Unidad de Comunicación del Ministerio de Obras Públicas, Carlos Molina.
De las 10 comunidades consultadas, dos, San Miguelito y Santa Anita, plantearon sus reservas a la construcción de la vía.
Las brigadas que realizan la consulta harán un alto el domingo y lunes por las fiestas patrias, y volverán a ingresar al Tipnis el martes, para comenzar el trabajo el miércoles/ABI.
Desde el río
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y el gobernador de Beni, Haisen Rivera, se trasladaron vía aérea ayer a la comunidad de San Pablo, en el río Isiboro. Las autoridades llegaron vía aérea a la comunidad justo un día después de que una comisión de dirigentes la visitó para asegurar el no a la construcción de la carretera. La población está dividida.
Los estudiantes de Gundonovia ensayan todos los días para el desfile cívico del 6 de Agosto. Ayer se pudo ver a los niños y jóvenes bien uniformados y tocando una canción de la Guerra Civil estadounidense con una batería (bombo, caja y platillos) y xilofones. Para el domingo por la noche se tiene previsto un desfile de faroles.
Hay otra carretera a la que Gundonovia le daría el sí. Es una ruta de unos 100 kilómetros que la une a Trinidad en época seca. Se encuentra al otro lado del río.