“Evo Morales vivió sus últimas horas como presidente del Estado boliviano en el hangar presidencial de la ciudad de El Alto, en una superficie de 6.259 metros con una inversión de Bs 10,5 millones. En este espacio se instaló una sala VIP y un dormitorio para que el mandatario pudiera descansar. Hay instalaciones similares en las terminales aéreas de Oruro, Santa Cruz, Cochabamba, Chimoré, Sucre, Tarija y Oruro (todas con el mismo costo). En la actualidad, Luis Arce no utiliza estos inmuebles, tampoco el vehículo presidencial, el Lexus que se compró en la gestión de Morales. Menos utiliza los helicópteros que usaba Evo Morales para dirigirse al aeropuerto desde la residencia de San Jorge o la Casa Grande del Pueblo. Tampoco utiliza el piso donde está el dormitorio presidencial en el nuevo edificio» (Medios de prensa nacional diversos)
Solo para recordar, el “Indio” como lo llaman sus hermanos bolivarianos del Socialismo del Siglo XXI a el expresidente Morales, hizo construir la Casa Grande del Pueblo donde se instaló una suite presidencial que tiene una extensión de 1.068 metros cuadrados. Este espacio cuenta con sauna, jacuzzi, sala de masajes, dormitorio y otras dependencias. Tiene las salas de estar, de lectura y un comedor. El baño y el vestidor abarcan 47,1 metros cuadrados y su dormitorio, 61 metros cuadrados. Ocupa un piso del nuevo edificio que demandó una inversión de al menos Bs 240 millones durante su gestión presidencial, como si fuera un verdadero jeque árabe. Lo curioso, es que Luis Arce Catacora, como ministro de Economía de Morales durante 13 años, fue quien aprobaba y autorizaba todos estos gastos suntuosos, que hoy en día, los rechaza y hace notar que fueron gastos innecesarios.
Un defecto grande que han tenido y tienen todos aquellos que llegan al poder presidencial en nuestro país es el concepto de aparentar que está ligado al de ser. Una persona puede fácilmente aparentar ser algo que realmente no es. Cuando se aparenta algo que no se es se determina otra forma de ser, y es la de ser en apariencia. … A veces puede parecer que una persona existe sin que eso ocurra realmente.
A esta forma de vida se la llama el complejo de Eróstrato, el cual hace que las personas se conviertan en especialistas en el arte de aparentar. El “complejo de Eróstrato” se utiliza para indicar a aquellas personas que buscan sobresalir a toda costa, que quieren distinguirse y ser el centro de la atención, pero en vez de desarrollar sus cualidades y capacidades para realmente aportar valor, destruyen o construyen una personalidad ficticia. Y los más grandes “ERÓSTRATOS” en nuestro país, resultaron ser: Evo Morales y Luis Arce Catacora.
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Lo MAS curioso, son las contradicciones que se dan entre ellos y sus orígenes, ya que el indígena cuando llegó al poder, quiso aparentar ser el “todo poderoso” y el Khara actual, quiere aparentar ser “el humilde servidor”.
Evo Morales fue uno de los presidentes que más utilidad le dio a la residencia de San Jorge. El exmandatario pernoctaba en el inmueble y desarrollaba reuniones con su entorno e invitados. Realizaba permanentemente eventos sociales privados saboreando en exceso unas buenas botellas de etiqueta azul en compañía de los Kjarkas u otros artistas, con la intención de poder conquistar a menores de edad y hacerlas madres prematuramente. Además, de realizar eventos deportivos en la residencia, se daba el lujo de utilizar el helipuerto para trasladarse al aeropuerto de El Alto o al centro paceño. Ni que se diga, la utilización del avión presidencial como si fuera privado, que sirvió para un sinfín de viajes oficiales y de turismo, como también para asistir a dos mundiales de fútbol a costa de los recursos del Estado.
Mientras tanto, el actual presidente, no quiere utilizar ninguna infraestructura o equipo que signifique gastos suntuosos, intentando demostrar su humildad y aparentar ser un ciudadano MAS viviendo en su vivienda particular.
Lo curioso es que, en ambos casos, en el fondo, esa búsqueda de aprobación esconde un profundo miedo a ser rechazado y perder el afecto. Evo Morales, quiso demostrar a sus hermanos indígenas que ellos también podrían vivir jactanciosamente como cualquier Khara, y “Lucho Arce” lo contrario, quiere ser humilde para caerles bien a los indígenas y a la clase media. O sea, ambos en sus momentos respectivos, pensaron que si se mostraban tal cual son, si eran auténticos, los demás no los aceptarían.
Eso simplemente significa que ambos no aceptan algunas de sus características, que, en vez de emprender un trabajo interior para cambiarlas, simplemente deciden esconderlas. Por eso, cada apariencia es el reflejo de una carencia, una meta frustrada y/o un rechazo interior.
Es claro, que ambas personalidades que viven para aparentar no han desarrollado una buena conciencia de sí mismas, no tienen una autoestima sólida, sino que dependen emocionalmente de las valoraciones de los demás. Eso los lleva a perder la conexión consigo mismos y lo peor de todo, no son capaces de identificar sus propias necesidades y pierden de vista los objetivos políticos, sociales y de las responsabilidades que el cargo de primer mandatario amerita, ya que la meta se limita a buscar la aprobación social construyendo una máscara tras la cual esconderse, o como sucede actualmente, tratar de esconder un fraude electoral utilizando a sus anchas a la justicia podrida de este país.
Siempre habrá pobres que aparentarán ser ricos, y habrá ricos que aparentarán ser pobres. Pero el pueblo es sabio y se da cuenta cuando los malvados e hipócritas son como lámpara apagada. El orgullo conduce al fracaso, y los malos gobernantes serán desenmascarados MAS temprano que tarde.