Cinco muertes en San Matías. Gobierno de Brasil repudió ayer el linchamiento de dos brasileños acusados de 3 asesinatos, que fueron quemados vivos por una turba la noche del martes. Gobierno boliviano promete más presencia en esa región de Santa Cruz con una estación integral y el reforzamiento de la frontera de más de 350 kilómetros con Brasil, con mayor número de efectivos.
Brasil repudia el doble linchamiento en San Matías
El Gobierno de Brasil se declaró consternado y repudió ayer el linchamiento, en la localidad cruceña de San Matías, de dos brasileños acusados de tres asesinatos, que fueron quemados vivos por una turba la noche del martes.
La Razón / La Paz, Santa Cruz
“La Embajada en La Paz fue instruida a manifestarle a las autoridades bolivianas repudio al crimen (…) y a instarlas a adoptar medidas que eviten que ocurran situaciones similares”, sostiene un comunicado divulgado por la Cancillería brasileña y transmitido por las agencias EFE y AFP.
Rafael Max Diez (27) y Jefferson Castro Lima (22) fueron sacados por una muchedumbre de la comisaría donde estaban arrestados por el asesinato de los bolivianos Paulino Parabá Ramos (33), Banderley Costas Paraba (27) y Édgar Suárez Rojas (26), abatidos a tiros la noche del lunes por Castro Lima.
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El Gobierno brasileño —añade el comunicado— recibió con “consternación” la información sobre el asesinato de los dos brasileños “cuando estaban bajo detención en una prisión local”.
La Embajada de Brasil envió a un equipo de funcionarios a San Matías para que se informe de las circunstancias que rodearon el linchamiento, se informó en La Paz. Los enviados comenzarán hoy su trabajo y, además de recabar información, establecerán la fecha de repatriación de los cadáveres, que fueron enterrados en una fosa común debido a que nadie reclamó por ellos.
La Policía y una comisión de fiscales comenzaron la investigación para identificar a los responsables del linchamiento. La comandante de la Policía, coronel Lily Cortez, dijo que la falta de una avioneta o un helicóptero retrasó el traslado de los extranjeros hasta Santa Cruz.
El asesinato de los tres bolivianos y el linchamiento de dos brasileños sacó a relucir las deficiencias logísticas y de recursos humanos de la Policía de San Matías, que cuenta sólo con diez uniformados para dar seguridad a sus casi 12 mil habitantes.
‘Entraron de forma ilegal’
Rafael Max Diez y Jefferson Castro Lima, ajusticiados en San Matías, ingresaron a Bolivia de forma ilegal, informó anoche el ministro de Gobierno, Carlos Romero.Castro Lima fue identificado como autor del asesinato de tres personas la noche del lunes en el barrio San Pedro de ese municipio.
El extranjero estaba recluido en una cárcel de Brasil por narcotráfico y hace un mes había recuperado su libertad. “Estamos hablando de una persona con antecedentes judiciales, quien junto a su amigo, portando armas de fuego, se internaron de manera ilegal a suelo boliviano”, añadió, tras señalar que se reforzará el control fronterizo.
Cinco muertes en San Matías sin ‘investigación’
Ninguna autoridad reclama los cadáveres de los brasileños. Autoridades reconocen que es difícil iniciar un proceso en estas circunstancias. El Estado admite su escasa presencia en la zona. Sepultan a los cinco fallecidos de la matanza.
Ref. Fotografia: Entierro. La población matieña amaneció de luto después de las muertes de Paulino Parabá Ramos (33), Banderley Costas Parabá (27) y de Édgar Rojas Suárez (26)./Juan Carlos Torrejón.
Las cinco muertes ocurridas en la localidad fronteriza de San Matías, donde dos brasileños (Rafael Max Díaz y Jefferson Castro de Lima) mataron a tres bolivianos y a su vez, fueron ajusticiados por una turba de matieños, apuntan a quedar impunes.
El Ministerio Público, a través del fiscal Luis David Veizaga Rosales, reconoció que va ser difícil iniciar una investigación, ya que la acción penal puede extinguirse por la muerte de los dos sospechosos.
"Lo complejo va a ser identificar el grado de culpabilidad de los instigadores que impulsaron a quemar vivos a los extranjeros", reconoció el fiscal.
De su lado, el jefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), en San Matías, sargento Gróber Ramos, admitió que en su oficina no cursa ninguna denuncia de oficio ni de familiares de los extranjeros, menos de la Embajada brasileña.
Contrariamente, la comandante departamental en Santa Cruz, coronel Lily Cortez, en conferencia de prensa, dijo que ordenará que se abra una investigación para que se identifique a los responsables.
De igual forma el fiscal de Distrito, Isabelino Gómez, conformó una comisión de fiscales para que se trasladen hasta la zona fronteriza en procura de recabar más información de lo acontecido.
Pesar y dolor. Los cinco cuerpos fueron enterrados ayer en el cementerio San Pedro de San Matías. Los brasileños fueron enterrados en una fosa común en el interior de bolsas nylon, mientras que los bolivianos fueron llevaron en féretros acompañados por el pesar de sus familiares.
Emilsa Suárez, madre de Édgar Rojas Suárez (26), desconoció los motivos del porqué Rafael Max Díaz disparó contra su hijo y sus amigos. "Ellos estaban tomando cerveza y de pronto les disparó a sangre fría. Cuando lo agarraron le pregunté por qué había matado a mi hijo. Mírame a la cara, de aquí no vas a salir vivo, le dije con todo el dolor de madre", relató.
El resto de los familiares de Paulino Parabá Ramos (33) y Banderley Costas Parabá (27), justificaron la acción de los pobladores en sentido de estar cansados de la inseguridad que tiene atemorizada la zona.
Roberto Vargas, poblador del lugar, indicó que esto es un escarmiento para los ciudadanos brasileños que cruzan la frontera con el único fin de delinquir y generar inseguridad.
Se destacó el trabajo del personal. El comandante de San Matías, mayor Edwin Rojas Méndez, lamentó la acción de algunos de los pobladores que además de golpear a sus uniformados, provocaron destrozos en el único comando policial que cuenta la zona provocando daños en el techo, celdas y ambientes que refugian a los policías. "Traté de persuadir a la turba, pero me agredieron verbal y físicamente al igual que a mis policías, por lo que opté por replegar a mi personal", indicó.
Rojas informó que Díaz fue arrestado en la zona de Cañón de Fátima agazapado entre unos matorrales luego que su revólver calibre 38 se quedara sin municiones. La autoridad destacó el trabajo del personal de la Felcc, en sentido de que arriesgaron sus vidas para detener al brasileño que en principio los agarró a tiros. Su cómplice, Jefferson Castro de Lima, hace una semana había recobrado su libertad de la cárcel de Tangara de Sierra, donde permaneció detenido por tráfico de sustancias controladas. De acuerdo a la investigación policial, Samuel Carvajal Salvatierra, que sobrevivió a los disparos de Rafael Max Díaz, era el supuesto nexo de los brasileños.
Ese día (lunes) estos habían llegado con dos motos robadas del vecino país para ser comercializadas en territorio boliviano. Aparentemente, una discusión entre brasileños y bolivianos derivó a la agresión que acabó con la vida de los tres bolivianos.
Romero reconoce escasa presencia de policías en San Matías
Muy pobre. El ministro de Gobierno, Carlos Romero, que ayer se trasladó hasta San Matías, reconoció la falta de presencia de Estado en la zona y pidió calma a la población. La autoridad de Gobierno informó que los brasileños ajusticiados estaban de manera ilegal en territorio boliviano, de acuerdo al flujo migratorio de esta repartición en San Matías.
"Necesitamos presencia de Poder Judicial, Migración y de Estado. Además de la inmediata construcción de una Estación Policial Integral para albergar Policía , Fiscalía y Defensoría", resaltó Romero.
Promesa. Ante los destrozos provocados en el Comando provincial, prometió canalizar recursos para reponer lo destruido. Hasta anoche, ninguna autoridad brasileña se había apersonado a reclamar el cadáver de los extranjeros. Se espera para hoy el arribo de agregados consulares del vecino país.
Ministro promete más presencia en San Matías
Autoridades y pobladores reclaman más atención para esta zona fronteriza, que lleva años de abandono. El ministro Romero promete una estación integral.
San Matías, El Deber
El asesinato de tres ciudadanos bolivianos en un domicilio y el linchamiento de los presuntos autores a manos de una turba son interpretados en San Matías como el precio que hay que pagar por la inoperancia de las autoridades y por el abandono de parte del Estado, que apenas sienta presencia en esta parte de la frontera de más de 350 kilómetros con Brasil.
En San Matías pocos se sienten seguros y muchos protestan contra las autoridades. Durante el día la actividad es frenética, pero por las noches, hasta las 22:00, las calles se vacían, pues los vecinos se refugian en la seguridad de su hogar por temor a la delincuencia.
Solo hay 10 policías para patrullar, para investigar y para realizar los trámites de Tránsito, en una población de 12.000 personas.
Hay dos funcionarios de Migración que obviamente no dan abasto para cubrir 10 puertos fronterizos, por lo que muchos delincuentes ingresan a territorio boliviano sin restricciones.
Respecto a los trámites judiciales, la ciudadanía debe peregrinar 350 km a San Ignacio para ser atendidos en asuntos judiciales, pues los jueces no quieren trabajar en esa zona.
El fiscal David Veizaga, que renunció hace cinco días a su cargo ‘por asuntos familiares’, afirma que para cualquier persona es difícil trabajar en esa localidad.
Con el doble linchamiento y la falta de garantías, los policías también analizaron la posibilidad de abandonar su puesto y replegarse a Santa Cruz, pero el alcalde matieño, Carlos Velarde, consideró un despropósito dicha posibilidad.
“Estamos pagando el precio de la inseguridad por el abandono de las autoridades departamentales y nacionales. El precio es la muerte de tres personas inocentes, estamos a expensas de que cualquier extranjero que entre cometa cualquier delito. Estamos olvidados. Tenemos 10 policías para 12.000 personas, un funcionario de Migración para atender la demanda de los migrantes, carecemos de una institución policial con todas sus dependencias; realmente no hay las condiciones”, dijo el burgomaestre, que temprano, por la mañana, habló de convocar un cabildo el fin de semana, a fin de analizar esta situación.
No obstante, el cabildo quedó descartado, pues en horas de la tarde se hizo presente en territorio matieño el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
La autoridad hizo un recorrido por la calle donde una multitud quemó vivos a dos brasileños acusados de un triple asesinato y después de verificar las condiciones en las que quedó el puesto policial, anunció que expondrá ante el presidente Evo Morales las necesidades de esa zona fronteriza.
Romero prometió canalizar recursos para la edificación de una estación integral, en la que desarrollen sus actividades la Policía, la Fiscalía y los órganos de justicia.
“El alcalde dijo que hay un terreno, veremos la posibilidad de edificar una estación integral, nos va a presentar un proyecto y esperamos responder rápidamente para dotarlo de una infraestructura que albergue mayor presencia policial, a la Fiscalía, un juzgado y algunas instancias de defensoría. Adicionalmente, vamos a trabajar con Migración, y daremos un mayor apoyo a las actividades económicas y sociales”, dijo. También habló de la necesidad de articular un consejo de seguridad ciudadana con políticas de frontera, en el que participen los municipios y la Gobernación.
Según Romero, inmediatamente se refaccionará el comando de la policía. “No tenemos problemas de correr con esos gastos, pero generalmente compartimos esas responsabilidades con el comando departamental”, indicó la autoridad.
Sobre el linchamiento, dijo que le sorprendió el hecho de que los dos brasileños con antecedentes delictivos hubieran entrado al país de forma irregular. Para él, la labor policial fue eficiente, pues en pocas horas arrestó a los autores del triple crimen, que con su accionar no solo agredieron a las víctimas sino a todo el pueblo y provocaron la reacción social que se tornó injusta con la Policía.
Una comisión indagará los asesinatos
Crímenes. Uniformados de la Felcc fueron a recoger información sobre las muertes. El ministro de Defensa habla de reforzar la frontera con mayor número de efectivos.
Los bolivianos asesinados: Paulino Parabá (33), Édgar Suárez (26) y Vanderley Costa (27)
El Deber y agencias
El fiscal de Distrito, Isabelino Gómez, designó ayer una comisión de fiscales para investigar los asesinatos en la población fronteriza de San Matías, no solo de los tres bolivianos, sino también del linchamiento de dos ciudadanos brasileños, Rafael Max Díez (27) y Jefferson Castro Lima (22), el martes.
Gómez recordó que los dos brasileños acusados de matar a balazos a los tres bolivianos el lunes ya se encontraban en manos de la Policía y estaban plenamente identificados. “No entendemos el motivo del enojo de la población", dijo.
Rafael Max Díez y Jefferson Castro Lima estaban acusados de matar a los bolivianos Paulino Parabá (33), Édgar Suárez (26) y Vanderley Costa (27) y de herir a otros dos con el uso de un arma de fuego.
Sobre el tema, la comandante departamental de la Policía en Santa Cruz, Lily Cortez, admitió que los efectivos asignados en San Matías no pudieron contener los ánimos caldeados de los pobladores, por lo cual fueron retirados de ese lugar para garantizar su seguridad.
"La Policía no pudo hacer resistencia porque los efectivos eran muy pocos, sacaron a los detenidos de las celdas y los quemaron", sostuvo.
Mientras tanto, el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, anunció ayer que las Fuerzas Armadas reforzarán la seguridad en la frontera con Brasil para evitar que se produzcan otros sucesos de estas características.
“No solamente hablamos de reforzamiento por parte de las Fuerzas Armadas, sino también de la Policía, de la Oficina de Migración y de otras entidades que tienen que ver con la seguridad ciudadana”, expresó la autoridad.
El titular de Defensa manifestó la preocupación del Gobierno ante este tipo de sucesos en algunos sectores del país, los cuales ponen en riesgo la seguridad de la población ante el ingreso de gente extranjera con antecedentes delictivos.
Por otro lado, autoridades brasileñas han manifestado que "seguirán con atención" la investigación y las medidas adoptadas por las autoridades bolivianas tras el linchamiento de dos de sus ciudadanos.
"La embajada brasileña en La Paz, el agregado de la Policía Federal en La Paz y el consulado de Santa Cruz de la Sierra seguirán con atención la investigación y las providencias adoptadas por las autoridades bolivianas" sobre el caso, dijo a la AFP un responsable de prensa de la Cancillería brasileña.
Brasil consideró los hechos un "caso aislado" ocurrido por "el contexto local", un caso policial en el que la nacionalidad de las víctimas no fue el motivo de la muerte violenta.
Un adiós con la bendición cristiana
Familiares de los bolivianos Paulino Parabá Ramos (33), Édgar Suárez Rojas (26) y Wanderley Costa Parabá (27) les brindaron el último adiós ayer cerca del mediodía al darles cristiana sepultura en el cementerio general de la localidad de San Matías.
Minutos después, agentes de la Policía enterraron en el mismo camposanto a los brasileños Rafael Max Díez (27) y Jefferson Castro de Lima (22), linchados por una turba por la muerte de los bolivianos.
El padre de la Iglesia católica matieña, Carlos Alberto Claros, ofició una ceremonia religiosa en el ritual del entierro de los primos Paulino Parabá y Wanderley Costa. A su vez roció con agua bendita las sepulturas de los brasileños enterrados en dos fosas comunes sin cruz ni lápidas.
“No puedo apoyar una actitud como la ocurrida el martes (el linchamiento). No somos jueces de la vida de nadie para quitarla. Cuando me enteré de lo que estaba sucediendo, opté por hincarme y rezar en la iglesia para que la muchedumbre cambiara su manera de pensar sobre estos actos”, manifestó el párroco Claros.
El cuerpo de Édgar Suárez fue el último en ser enterrado. También recibió la bendición de una hermana católica. “Mi hijo estaba por irse a trabajar a la localidad de Candelaria y en eso lo llamaron sus amigos para compartir unas cervecitas y fue a que lo mataran. Dejó a su concubina y una niña de dos años”, dijo entre sollozos Antonio Costa López, padre de Wanderley.
Varios pobladores acompañaron el cortejo fúnebre e intentaron calmar el dolor de los dolientes.
Tierra caliente
– Brasil. La noticia del linchamiento trascendió fronteras, sobre todo tuvo eco en Brasil. En San Matías llegó el comentario de que una comitiva oficial de ese país iba a llegar a suelo boliviano, pero solo lo hicieron periodistas.
– Felcc. Los que llegaron por la mañana fueron tres policías de la Felcc de Santa Cruz, que tomaron apuntes, se llevaron evidencias como el arma de Rafael Max Díez y otros elementos para investigar.
– Restos. Los policías llevaron al mediodía los cadáveres de los brasileños al cementerio para enterrarlos.
Los bolivianos fallecidos
Paulino Parabá Ramos. Tenía 33 años de edad. Según testimonios, él estaba compartiendo algunos tragos en casa de Édgar Suárez.
Édgar Suárez Rojas. Tenía 26 años, esposa y una niña de dos años de edad. Tenía previsto ir a trabajar a Candelaria, según sus familiares.
Wanderley Costa Parabá. Tenía 27 años y vivía en Santa Cruz. Había ido a San Matías a celebrar los 15 de su hermana.