La Paz. La Policía investiga rituales satánicos. Sacrifican vidas humanas en devoción a “El Diablito” y otros santos, como “San Muerte”, para protegerse de la justicia.
CURVA. El altar de “El Diablito” en la autopista La Paz-El Alto, es visitado por decenas de personas.
La Policía encontró estremecedores datos con relación al Clan D, cuyos integrantes fueron recluidos en el penal de San Pedro. Se sabe que los delincuentes bebían la sangre de sus víctimas en un ritual satánico.
Lazos rojos, inscripciones en la pared con cera de colores negro y blanco y algunas manchas de sangre fueron hallados en la curva de “El Diablito”, en la autopista La Paz-El Alto.
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A esa imagen esculpida en piedra, los delincuentes le rinden pleitesía, incluso con el consumo de huesos humanos pulverizados y sangre.
Un testigo, con un frasco de alcohol en la mano, cerca de las 06.00 de un viernes, declaró en inmediaciones de la efigie que algunas de esas personas “comen el polvo de los huesos y la sangre de sus víctimas para evitar que sus almas las sigan y que la Policía las atrape”.
Pero, de acuerdo con las indagaciones, hay un segundo ídolo al que también sacrifican vidas humanas, aunque es venerado en forma particular. Se trata del llamado “San Muerte”.
Las creencias. Los antisociales se reúnen en ese punto a partir de la medianoche de los martes y viernes para realizar vigilias por más de seis horas. Según ellos, ambos símbolos, “El Diablito” y “San Muerte”, son misteriosos y vengativos, cuando no les hacen ofrendas y los dejan en el olvido.
Incluso, se sabe que matan antes de llegar al altar como prueba de su devoción.
La policía. El coronel José Saavedra, director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), dijo que es posible que ocurran estos hechos, pero que no fueron confirmados por las investigaciones policiales. Empero, recordó que estas ceremonias son parte de la pleitesía y la protección que solicitan los ladrones a dichas imágenes.
“Hemos encontrado fotografías de delincuentes en dos altares del Clan D., de David Olorio y Carlos Junco. No tenemos referencias de que coman huesos o beban sangre de víctimas, pero sí conocemos que mucha gente va a la curva de la autopista, donde los martes y viernes rinden pleitesía al demonio para pedir que les vaya bien en sus actividades lícitas o ilícitas”.
En opinión de Saavedra, estos hechos son un misterio. Empero, recordó que sólo en la autopista decenas de personas perdieron la vida en manos de delincuentes.
Como en tantos otros lugares de peregrinación popular, el improvisado altar está cubierto de objetos que sus fieles dejaron, como placas de autos, ropa, dinero y hojas de coca.
5 clanes realizan este tipo de prácticas para no ser descubiertos por los familiares de sus víctimas y la Policía.