Militares llegaron para quedarse

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Llegó un gran contingente de militares, se habla de unos mil quinientos que se trasladaron hasta nuestro departamento desde el regimiento Tumusla de Cochabamba. El hecho puso a los ciudadanos con los pelos de punta y a toda la institucionalidad en vilo, considerando que son épocas en las que sobre llovido viene lo mojado, mucho más cuando se vive un momento de persecuciones desatadas por las denuncias de terrorismo que van y vienen desde que se asesinó a Eduardo Rozsa y sus jóvenes amigos.

Por supuesto que el gobierno salió a apaciguar los ánimos y a apagar el incendio, sus voceros explicaron con voz mofletuda y cantisflesca la ramplona teoría de los bueyes perdidos que plantea que vienen a reforzar las fronteras.



Se han hecho muchos comentarios sobre el hecho, algunos dirigentes pusieron la voz de alerta, dieron la alarma, y el gobierno impasible dentro de los planes que le tiene destinado a Santa Cruz, entre los que está el hecho de acusar a moros y cristianos de terrorismo, plantearon que la población no tiene de que espantarse, que no se debe desconfiar de la llegada de fuerzas militares porque estas sólo cumplen el papel de venir a reforzar la seguridad de las fronteras para frenar el narcotráfico y el terrorismo que es el delito que se ha instituido para criminalizar a los cruceños.

Esta es la versión oficial, siempre engañosa y engañadora, pero la verdad de la milanesa es que los militares vinieron, ya llegaron, desembarcaron las primeras tropas en el departamento cruceño, las mismas que tomaron Pando en septiembre y que lo dejaron destrozado, le rompieron las entrañas, lo dejaron convertido en un cadáver sin ojos y con la lengua cortada.

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¿Para que vinieron? es la pregunta que debemos responder más allá de los motivos mentirosos con los que siempre nos entretienen contándonos el cuento del tío del derecho y del revés.

Basta sacar las pistas, dejarlas al descubierto y tendremos la historia completa.

Hace un par de meses comenzaron a descubrir fábricas de cocaína, avionetas, cargamentos de cocaína en Santa Cruz, sólo en nuestro departamento, y ya sabíamos que este era el primer síntoma, el antecedente, el precursor de la operación que se tenía prevista y que estaba gestándose.

Luego vino la bomba al cardenal y al día siguiente la matanza en el Hotel Las Américas, se desencadenaron las acusaciones de terrorismo y ahora llegan las tropas a supuestamente resguardar las fronteras y a controlar el narcotráfico. Lo cierto es que están tomando el departamento, preparando el terreno para la toma de tierras, para la reversión de tierras que ya está en camino pues la ONU sigue haciendo su papel de declarar otras zonas de Bolivia como zonas en las que se practica la esclavitud y servidumbre y esto permite que se tomen tierras productivas en plena productividad, que son las que quieren y les resultan apetecibles.

En realidad, para que les voy a contar más historias o cansarlos con más enredos, lo cierto es que los militares ya llegaron, que vienen para quedarse por supuesto y que estarán listos para no permitir movilizaciones de ninguna índole, mucho menos cuando tomen las tierras productivas.

Todo está preparado, se trata de un plan absolutamente planificado y previsto. Primero se criminaliza, se crean las condiciones, se acusa, se genera el delito para frenar la legítima defensa y luego se perfora un territorio, se invade suavemente con pretextos, con mañas y asunto concluido. Es la guerra de baja intensidad, la guerra en la que se toma de rehén al enemigo con el mínimo de bajas posibles, se los inmoviliza por el miedo y con criminalización.

Y ahora pretenderán hacer creer que Rozsa era un loco cuando decía que Santa Cruz sería invadida y que él se había comprometido organizar la defensa, claro que la defensa ahora se llama terrorismo, divisionismo, actividad criminal, es criminal jugar a la guerra y se puede ir preso por practicar airsof y usar ropa camuflada pero es absolutamente lícito que el gobierno, los militares y sus milicias maten sin pruebas, invadan un pueblo, lo tomen, lo criminalicen, quiten los bienes que le resulten apetecibles y que practiquen tiro al blanco con balas reales y no con pintura y que maten gente como si nada porque los identifican como terroristas y practiquen todo tipo de violaciones entre todas las demás desgracias que con seguridad recaerán sobre nuestro pueblo.