Tótem y tabú


 

El tótem de la nueva Asamblea Legislativa Plurinacional no cumple ninguna de las funciones que Freud les atribuía. Bajo su pétrea mirada, entre la prohibición moral que no se cumple y el deseo que busca ser satisfecho a cualquier precio, se sigue llevando a cabo de manera desenfrenada el primordial y sinfín festín totémico: se continúa devorando al progenitor (la República) y entre franeleos endogámicos, se cometen las más espurias relaciones incestuosas.



 

Eso explicaría – quizás el sentimiento de culpa – el carácter neurótico de las hordas parlamentarias masistas (parlamentarias dizqué) que, donde debería ser el templo del verbo, a gritos y sopapos externalizan su histeria en el altar de la sinrazón.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

 

En esta, la de ellos, Asamblea Legislativa Plurinacional, bajo la trascendencia totémica, se ha consolidado la unión de sus tribus, ese grupo que se reconoce en esa imagen como si fuera un espejo antropomórfico y recibe un mandato divino de naturaleza política, pues para ellos, ese tótem no solo es un símbolo cultural sino algo sagrado y frente a lo sagrado, siempre ha habido tres posturas: la de sumisión, sacrificio e imposición.

 

No hace falta mucha imaginación para saber quiénes serán las víctimas propiciatorias a ser sacrificadas como holocausto al tótem andino, esto viene siendo anunciado por ellos hace mucho tiempo, es su buena nueva, nuestra mala nueva.

Fuente: Facebook Leonardo Leigue