Un artefacto explosivo tipo cohete, según la clasificación militar, impactó ayer en la fábrica de plastoformo “Casa Pronto” de Quillacollo, cerca de las 7:30. Testigos presentes en el lugar dijeron que el artefacto cayó del cielo y dejó desconcertados a vecinos y trabajadores. Los bomberos dijeron que fue una suerte que el aparato no causara más daño, porque cayó en zona poblada y cerca a un surtidor de gasolina.
El cohete, que posteriormente fue reclamado por la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) y el encargado de armas del cuartel de Cotapachi, provocó un boquete en el techo de la fábrica de al menos 10 centímetros y chocó con la maquina cortadora de plastoformo. Al llegar al lugar de los hechos, en la avenida Blanco Galindo (kilómetro 11), la Unidad Antiexplosivos de la Policía procedió a evacuar a los trabajadores y a realizar las maniobras para desactivar el artefacto. Después de una revisión, se estableció que se trataba de un artefacto inerte (no había riesgo de que explote).
El comandante de la Policía, Erwin Montaño, informó ayer que de acuerdo con las normas vigentes el artefacto fue devuelto a la FAB, que es la única instancia que debe informar sobre las circunstancias en las que el cohete cayó al techo de la fábrica. Ayer la FAB no dio explicación alguna sobre las causas ni las circunstancias de lo ocurrido. Según los testigos, que a esa hora pasaban cerca del surtidor Ironcollo que está a pocos metros de la fábrica, antes de la caída del cohete vieron sobrevolar un avión y posteriormente cayó el cohete dentro de la fábrica, donde se encontraba personal civil. Los técnicos revisaron la ojiva y los demás elementos del cohete. Según una versión extraoficial, el cohete cayó desde un avión que realizaba prácticas en el área. Después del mediodía, el artefacto fue entregado al jefe del Grupo Aéreo, Gonzalo Sempértegui, y al general Fernando Montaño.
Fuente: ATB, Los Tiempos.
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