El orgullo de llamarse brasilero


Iván Arias DuránEs tan fuerte el chavismo que el mismo día que se realizaban las elecciones nacionales en Venezuela, en Brasil se llevaban a cabo las elecciones municipales. Para entender este proceso solicité a mi buen amigo Pablo Siles, experto en temas empresariales y políticos del coloso carioca, que me explicara la importancia de los comicios municipales. Resumo sus reflexiones para que entendamos lo que se está moviendo en el país vecino.Para hacer frente al gran poder político nacional de los 4 principales partidos, en especial del PT, es necesario que los paños fríos lo coloquen los gobernadores de los estados y de los municipios. Po tanto los municipios, podrían ser catalogados como los glóbulos blancos que defienden en la sangre todos los excesos, desaciertos e ínfulas de grandeza del cuerpo que es el gobierno central. Podría decirte que los grupos influyentes, con recursos y contactos importantes son los que están en muchos municipios y crean una telaraña que sustenta a otro grupo influyente en la política interna que se ve representada en las elecciones para gobernadores, quienes por su representatividad regional y por el carácter de los diferentes estados son celosamente cuidados por su electores, pueden quitarles el voto, pero no la influencia estatal.Pues bien, en los resultados municipales considero que se ha dado un hecho: la población brasileña, el pueblo, está aún disfrutando del arrastre de la inversión social y política del presidente Lula, quien con su popularidad, enfermedad y posterior campaña en favor de sus correligionarios, ha logrado marcar una diferencia. Ahí, ayudó la presidenta Dilma con dos acciones importantes. Primero, consolidó la popularidad del ex Presidente con la suya propia y, segundo, blindo con su imagen las acusaciones de corrupción contra Lula, por tanto este juego a dos manos de los dos políticos más importantes y populares de Brasil, en este momento, dio resultado frente a otros más radicales y que son vistos como parte de una vieja estructura política. Sin embargo, no se debe olvidar que en importantes lugares, altamente politizados se han tenido márgenes cortos de resultado, dobles vueltas y empates técnicos, demostrando que la influencia de muchos entes tradicionales, no digo malos o buenos, sigue vigente.Hay factores que convierten en un buen momento el orgullo de llamarse brasilero. Brasil es un “monstruo” continental y mundial que se expresa en: ser la sexta economía del mundo, ser una potencia hidrocarburifera, tener la tutela geopolítica regional, tener a la tercera mujer más influyente del orbe, despertar las expectativas de los municipios y estados federados ( en un país continente) para organizar el próximo mundial, las Olimpiadas en Río de Janeiro y contar con una presidenta con visión desarrollista que tiene una fuerte relación con sus empresas estratégicas altamente eficientes como PETROBRAS, ELECTROBRAS o empresas privadas como EMBRAER, EBX, ODERBRECH, QUEIROZ GALVAO, CAMARGO CORREA, OAS y otras tantas que están periódicamente asesoradas por una cancillería eficiente, etc.Todos estos elementos han hecho que las elecciones municipales recientes tengan un alto nivel de importancia interna que les está permitiendo a sus políticos y empresas tener una plataforma para saltar al mundo como ciudades. Es decir, Brasil está en la vitrina y ahora les toca a sus ciudades, donde los alcaldes serán los llamados a ser la cantera de donde saldrá el hombre o mujer sucesor de Lula y Dilma. Lo que buscan es que no solamente se nombre a Río o San Pablo o Bahía, quieren que otros municipios-ciudades despeguen, se distingan. Lo bueno es que pueden, tienen con qué y no les importa lo que piensen los demás.En este sentido, los resultados de los comicios municipales muestran hoy el avance de los partidos de Trabajadores (PT) y Socialista (PSB) frente a las tradicionales formaciones, como el Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y la Social Democracia (PSDB). El PT, incrementó su respaldo popular y ganó en más alcaldías que en el 2008.Según el Tribunal Supremo Electoral (TSE), los candidatos del PT triunfaron en 626 municipios, contra 550 obtenidos en la primera vuelta de las municipales de hace cuatro años y sumaron 17,2 millones de votos. Los resultados reflejan un crecimiento del PT del 14 por ciento con respecto al 2008. En el escenario político, la tienda de los Trabajadores redujo sus diferencias con sus aliados del PMDB y sus opositores del PSDB. El partido del Movimiento Democrático Brasileño recibió 16,7 millones de votos y el otro consiguió 13,9 millones.