Costas: «El traslado del poder a Santa Cruz es irreversible»

Elecciones. «Si no ganamos, al menos empatemos». Aniversario. Mañana se cumple un año de la vigencia del Estatuto Autonómico cruceño. 

imageAniversario. Mañana se cumple un año de la vigencia del Estatuto Autonómico cruceño. Con un ejemplar en su mano y junto a una pintura del rostro de Andrés Ibáñez, Costas defendió su aplicación



Tuffí Aré Vázquez | El Deber

«El traslado del poder a Santa Cruz es irreversible». Rubén Costas Aguilera | Prefecto (Gobernador, según el estatuto cruceño) del departamento

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Cree que llegó la hora de que la región tome el poder político de Bolivia, pero por la vía democrática y con la garantía de un equilibrio nacional. Habló de sus adversarios internos y externos, del supuesto montaje de un plan terrorista y del llamado grupo La Torre

Dos horas y media de diálogo exclusivo de EL DEBER con el prefecto de Santa Cruz sirvieron para medir el estado de ánimo de una de las cabezas de la oposición al Gobierno de Evo Morales, tras vivir dos de las semanas más difíciles de su gestión por las denuncias de un supuesto plan terrorista surgido desde Santa Cruz para atacarlo, lo mismo que al Presidente de la República. El líder autonomista abrió ayer su despacho a este medio para hablar del primer año de vigencia del Estatuto Autonómico cruceño y para poner en claro que el objetivo de los adversarios del primer mandatario es no tumbarlo, sino al menos lograr otro empate electoral en los comicios generales de diciembre de este año, para frenar la consolidación del proyecto político del MAS. Costas también habló del liderazgo cruceño y no dudó en hacer notar que hay frentes internos que quieren afectar a su gestión.

-Mañana 4 de mayo se cumple el primer año de vigencia del Estatuto Autonómico cruceño. ¿Hay motivos para el regocijo o para la tristeza?

-Me queda el siguiente pensamiento del alcalde Percy Fernández: nunca, en la historia del país y del territorio, Santa Cruz ha avanzado tanto en el sentimiento de autodeterminación y nunca ha asumido un papel tan protagónico como en los últimos cinco años. Esto va a cambiar todos los cánones de la geopolítica nacional.

-¿Un año después del referéndum, la institucionalidad y los liderazgos cruceños están  fuertes o están debilitados?

-La institucionalidad cruceña es parte de la columna vertebral de nuestro modo de vida. Por eso siempre la estrategia andinocentrista es la de debilitar la institucionalidad y la unidad de Santa Cruz. Cuando se la ataca con mucha saña, como ahora, sería interesante pensar que esa unidad de los cruceños es prácticamente el fortín de la democracia. Es reconocido por muchos que los que han detenido este monstruo que venía arrasando a paso de parada ha sido justamente Santa Cruz. Ese búnker de la resistencia democrática, con los cabildos, firmazos y consultas, ha contagiado al país. Está anclado en un principio de institucionalidad que, no confundamos, no necesariamente es la empresarial, sino más bien la de los sectores sociales, la de las provincias. Siempre hay procesos que evolucionan para mejorar o adaptarse a las circunstancias. En esa vorágine está el país.

No hay que tener dudas que la institucionalidad está en permanente evolución. Me satisface mucho ver que hay una renovación de liderazgos de gente de los sub 40. Por ejemplo, Eduardo Paz, en la Cainco, Roly Aguilera, en la Prefectura, y los de los barrios. Eso es prometedor. Esta gente, el día de mañana, recibirá la posta de los que estuvimos al frente de la revolución del patujú. Las instituciones están más fuertes que nunca porque son una amenaza al proyecto totalitario del masismo.

-Pasó un año, se aprobó el salario regional, pero no se notan avances con la elección de los asambleístas ni con la de los subgobernadores. Hay gente que cree que se votó por el Estatuto,  pero que no se lo aplica. ¿Cuál es su evaluación?

-Hay mucha gente que desorienta, porque está desinformada o lo hace a propósito. Son grupos locales con intereses políticos o con cierto radicalismo. No es el Gobierno el que nos dice que aceleremos los estatutos. Incluso algunos analistas, algunos políticos y hasta gente que estuvo en el referéndum y fue parte de este proceso piden acelerarlo. Después de la consulta del 4 de mayo, el 15 hicimos la transformación de la Prefectura en Gobierno Departamental Autónomo y del Consejo Departamental en  la Asamblea.  Instruimos que los cinco pueblos indígenas participen en la Asamblea Legislativa, con voz y voto. Hoy, después de un año, esto lo reconoce la nueva Constitución. Puse en consideración la ley del diálogo departamental, la ley de acceso a la información y la del Consejo Autonómico y Social, que dio lugar al salario mínimo regional. Hay siete leyes que están en la gaceta. Cumplimos con promulgar la ley para la elección de asambleístas y la mandamos a la Corte Departamen tal Electoral. No se realizó porque hábilmente el Gobierno puso el 15 de diciembre para su referéndum. La Corte tendrá que definir cuándo hacerla. El modelo de gestión se venía ejecutando con Autonomía al Andar y ha dado como resultado más de 600 proyectos para provincias y municipios.

La autonomía ya la ganamos, porque hoy el Gobierno, que decía que era separatismo, ha reconocido en la Constitución todo lo que está en los estatutos. La lucha a seguir es por las competencias y recursos. Lo que hará el centralismo es cercenar los recursos y tratar de desestabilizar las regiones. Entre 2008 y 2009 nos han disminuido 600 millones de bolivianos, que eran recursos con los que estábamos ejecutando luz, agua y pavimento para la región. El 24 de septiembre habrá agua en todo el departamento. Hemos llegado a más de 2.000 kilómetros de tendido eléctrico y en caminos pasamos de 3.284 a 6.113 kilómetros. Se han ejecutado 1.400 millones de bolivianos de inversión en vías.

-¿No faltó más lucha de la Prefectura para no perder esos 600 millones de bolivianos?

-La lucha terminó más bien exagerada, en toma de instituciones. Algunos piensan hasta  que hubo excesos. Hicimos huelga de hambre, diálogo fracasado, marchas y un bloqueo de la media luna, en el que hubo infiltrados y vandalismo en la toma de instituciones. Más de eso no se podía hacer.

En la lucha por el IDH hemos llegado a situaciones que nunca se habían dado, como los bloqueos, que eran prácticas del masismo. Algunos municipios y otros actores que reciben recursos del IDH tal vez no tuvieron la participación debida en esta movilización. Ahora se están paralizando los proyectos, veremos qué sucederá en la U René Moreno. Se hizo todo, pero no fue compartido en la misma sintonía con otros actores que debieron tener una posición. Ahora hay municipios con obras paralizadas.

Nosotros hemos tenido que hacer un replanteo del presupuesto y no queremos llegar a los despidos.

-¿Cómo peleará a futuro, con movilizaciones como las que hubo o con otros métodos?

-En diciembre se definirá la suerte del país por muchas décadas. Si el Gobierno logra el proceso, que no ha podido llevar a cabo, de tener un proyecto hegemónico y copar la Asamblea Plurinacional, olvídese de las autonomías y de los recursos. La respuesta es prepararnos para ganar democráticamente.

-Hay quienes dicen que los prefectos opositores cometieron los siguientes errores: ir al revocatorio, la toma de las instituciones, dialogar después con el Gobierno y no defender a Leopoldo Fernández. ¿Qué opina?

-Si yo no iba al revocatorio estuviera revocado. Luego, todos los valientes y radicales que querían sangre en septiembre estaban mojados de miedo, eran puro vociferaciones. El único que se quedó en la Prefectura fui yo, no viajé ni me escondí. Me senté en el diálogo porque gracias a Dios nos lo exigió la comunidad internacional y fue para protegernos, a nosotros, porque iba a haber una masacre contra este pueblo. Las viudas estarían pidiendo ahora nuestra cabeza. Conmigo no hubo acuerdos y por eso tuvieron que negociar en el Congreso, pese a que mi pueblo estaba amenazado.

La toma de instituciones seguro que fue un error, entramos en su mismo tren y no se pudo contener el vandalismo. No fueron la Gobernación ni la institucionalidad las que ordenaron las tomas, fue una respuesta ciudadana que empezó con los universitarios.

En el tema de Leopoldo, le hemos dado todo el apoyo, es un preso político. La única forma para que salga es que ganemos esta batalla democrática.

-Si Costas llama a un cabildo, ¿la gente responderá? ¿No hay desencanto?

-Eso dijo un diputado que exige poner en práctica el Estatuto y que fue parte de este proceso por accidente. Cuando pasó lo de septiembre afirmó que Costas  no reuniría ni a cuatro personas en El Cristo. ¿Qué pasó luego? ¿No juntamos a otras 500.000? La gente está de pie. Hay cierta incertidumbre y cobardía, pero no de quienes están al mando de las instituciones. Es de los intereses políticos y de los que aparecen bravos. Quieren ser gobernadores y alcaldes, pero no han podido ni siquiera ser bastante hombres.

-Usted dice que hay grupos locales que quieren perjudicarlo, ¿se refiere a sectores empresariales?

-Lo que está sucediendo en el país no es la lucha por la autonomía, que ya la ganamos. Lo que viene pasando es una lucha por el poder. Se trata de que el poder político se traslade al lugar donde está el poder económico. El eje tradicional La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, va a quedar, pero el nuevo eje está en el sur, en el norte y en el oriente. El epicentro del poder político y económico estará en las próximas centurias en Santa Cruz. No hay que mirarlo como soberbia, es un análisis geopolítico. Ojalá que esta guerra que tenemos ahora, sin muertos, se dé dentro de las vías pacíficas y democráticas. El traslado del poder político a Santa Cruz es irreversible y las élites del occidente tratarán de detenerlo.

Nosotros iniciamos este proceso cuando estaba Goni, no era contra Evo Morales. La lucha ha sido contra el centralismo, no contra una región ni contra un proyecto político.  Con Carlos Mesa se reavivó este tema. El centralismo no es cuestión de derechas ni de izquierdas, sino de totalitarismos. La Bolivia de Evo no será autonomista nunca, porque no distribuye el poder. El centralismo usa el neoliberalismo o el neopopulismo para seguir retrasando este traslado del poder político. Santa Cruz no necesita la capital, vamos a asumir el poder en este país porque nos corresponde, porque es la hora, porque, además, hay una expectativa en Bolivia  de lo que se hará en esta parte.

Ya se cayó Goni, Mesa y se seguirá cayendo cualquier otro proyecto político que no entienda que este país  no se puede manejar sin Santa Cruz. Pero no hay que concentrar el poder aquí, sino distribuirlo, es con autonomía. Debemos trabajar no sólo con las provincias, sino pensando en el país, por el equilibrio.

Esta lucha por el poder también se extrapola a una lucha interna. Yo nunca fui parte del establishment, aunque soy producto de mi sociedad y de mi pueblo. Lo más interesante es que el ciudadano de a pie tiene mucho cariño por este proceso y por mi persona, pero eso también crea anticuerpos, amenazas. Mucha gente busca espacios y otros tienen la angurria de querer llegar. Las personas de mi círculo saben que estoy comprometido con 30 años de vida institucional. Hasta ahora se sigue diciendo que no hay liderazgos, cuando antes nunca se avanzó tanto en autonomía.

Ha habido liderazgo, doctrina, proyecto cruceño, aunque muchos cruceños se dejan desorientar por la verdadera oligarquía, que es la andina, la que lleva 200 años en el poder, que no mide el tiempo en años sino,  en resultados. El nuevo memorándum de Santa Cruz saldrá de la ley de diálogo para asumir el liderazgo de este país y sabiendo que no podemos cometer el mismo pecado de dejar zonas olvidadas, sino de buscar el equilibro en la nación. Los próximos presidentes de Bolivia saldrán en gran medida de Santa Cruz, de Beni, de Pando, de Chuquisaca y de otras partes, pero primordialmente habrá equilibrio. Éste es el temor de la verdadera oligarquía que se escondió con el neoliberalismo de Goni y se esconde con el neopopulismo de Evo.

«Si no ganamos, al menos empatemos»

image Reflexión. El prefecto dice que no habrá abril sin diciembre. Es decir, lo primero es ganarle la elección a Evo

-Cuando dice que el poder político se trasladará a Santa Cruz, ¿el primer paso será tener un candidato cruceño para enfrentarse a Evo Morales en diciembre?

-El proyecto del MAS no es sólo del masismo con cuatro asesores venezolanos, detrás de eso hay una multinacional de ONG trabajando en el mundo. Por eso posicionan el tema del magnicidio, el golpe de Estado y el separatismo. Es parte del libreto que manejan.

Aunque a escala internacional la guerra mediática es muy desigual, la interna tenemos que pelearla. La idea es comenzar un movimiento ciudadano, pero no un junte como fue el de Podemos.

Hasta ahora el heroísmo de nuestra gente ha tapado un monstruo que maneja el poder y que tiene ayuda internacional. Si seguían con su decisión de cercar el Congreso e imponer su ley electoral transitoria, nosotros estuviéramos creciendo, pero otra vez negociaron como lo hicieron con la Constitución Política en el Congreso y nos dejaron sin piso, estamos desarmados.

No tenemos estructura ni apoyo internacional, pero la mística y el fervor ha hecho que empatemos el partido, por eso intentan desarmar a la oposición y hay juicios para Mario Cossío, Víctor Hugo Cárdenas y Savina Cuéllar, y nos tienen con el show del terrorismo para tapar los temas de corrupción, narcotráfico, contrabando y su división interna con el dirigente campesino Román Loayza.

Mientras tanto, hacen un ataque directo contra la resistencia democrática, este búnker que es Santa Cruz, con sus instituciones y sus sectores sociales. Han apuntado al corazón para desestructurar la oposición.

Pese a las presiones, el amedrentamiento y la incertidumbre, vamos a seguir trabajando con los prefectos y con los sectores políticos. Tiene que haber una alianza, no para tumbar a Evo Morales, sino para luchar democráticamente, porque hemos podido empatarlo en cinco votaciones. El candidato debe ser parte de este proceso, pero tiene que ser alguien en el que creamos y apostemos. No me vengan con premisas de que sea indígena o del occidente. Sobre todo debe creer en Bolivia, en el oriente, en Santa Cruz, no en las luchas étnicas. Si el candidato es cruceño, que tenga cierta simpatía del occidente. Lo que lo va a potenciar es que vamos a conseguir muchas gobernaciones, municipios y brigadas parlamentarias. Además, hay que ir a ganar las elecciones, pues la vulnerabilidad del MAS se va a acentuar.

-Ya se habla de las candidaturas de René Joaquino, de Víctor Hugo Cárdenas, de Román Loayza e incluso de Óscar Ortiz. ¿Apoya a alguno de ellos?

-Esas personas se merecen mi respeto, pero no puedo tener una posición personal, porque represento a una región. El candidato tendrá que tener la capacidad de nuclear y de convencernos de que es la persona adecuada, por ahí  no necesariamente uno de éstos. Tal vez podemos pensar en un candidato cruceño que pueda ganar y, si no, apuntar a que lo haga en el mediano o en el largo plazo.

  -¿Por qué no le interesa la candidatura presidencial en las próximas elecciones generales?

-Soy producto de 30 años de vida pública, pero que está más dedicada a la parte gremial, productiva y cívica, sin partido. Cuando dejé el Comité pro Sana Cruz dije que lo que no voy a ser es candidato a ningún cargo nacional  mientras no consolide la autonomía. Me han ofrecido muchas veces candidaturas nacionales y no lo voy a hacer. Acepté ir a la de prefecto porque era parte del proceso que había iniciado en el Comité Cívico. Era una cuestión departamental. Creo que mi deber es estar aún al lado y cumplir el mandato de mi pueblo. La otra es que no sé si seré aquí candidato. Si me necesitan como ciudadano o con alguna otra función, lo haré.

En algo me parezco a Evo Morales: él está convencido de que está haciendo una revolución y que está luchando por su gente. No creo que quiera amasar fortunas, pero creo que está equivocado con su proyecto marxista, que es extemporáneo. Yo estoy convencido de que lo que estamos haciendo es una revolución pero que tiene los colores de la patria. No me voy a ir nunca de Santa Cruz ni de mi país,  no me voy a exiliar ni a esconder. Si tengo que ir preso por cumplir el mandato del referéndum de  mi pueblo voy a ir feliz, con mi frente alta.

-¿Será candidato a la Gobernación cruceña o dejará su puesto a uno de los sub 40?

-Los sub 40 ya están jugando en cancha. En lo nacional está definido, en lo local seré siempre candidato, pero de lo que el pueblo decida. Es interesante que haya aspirantes a gobernador, especialmente si hay jóvenes, pero veremos. Falta un año y no habrá abril sin diciembre. O sea, olvidémonos de gobernadores o alcaldes si no conseguimos hacer lo que digo: una alianza. Si no ganamos las elecciones, por lo menos empatemos y no dejemos que el proyecto totalitario del MAS pueda subsistir por 20 años. No será para siempre. Perder de 10 a 20 años de vida tiene temerosos a algunos empresarios, que no son como las oligarquías andinocentristas que viven en función del poder, no del tiempo. Aquí los empresarios y la burguesía se asustan porque pierden o dejan de ganar un tiempo.

«Los cabildos no se hacen con avemarías»

-¿Qué opina de la percepción ciudadana de que los líderes cruceños se están escondiendo en estos tiempos difíciles?

-Siempre hay percepciones, a veces digitadas. Lo que el Gobierno hace es amedrentar, con este ataque al corazón de lo que ellos saben que tienen que deshacer. Lo que no quieren es que haya gente que aporte, que apoye a esta resistencia democrática. Quieren que de aquí en adelante piensen dos veces antes de ir a una concentración. Alguien que tenga algo de plata va a pensar diez veces para no quedar en alguna lista de aportantes, cuando antes hacerlo era un orgullo para todos. Estos cinco años de cabildos y referéndums, no se hacen con santos o avemarías, sino con aportes del pueblo, pues hasta una tarima cuesta alquilar.

¿Cuál es el miedo? Yo cuando estuve en el Comité Cívico di a los que aportaron hasta un certificado de honor por las luchas. No hay nada escondido. Lo del faro, La Torre son historias. Claro que había una oficina de articulación de la institucionalidad, siempre la ha habido, desde que iniciamos este proceso. A esa oficina han ido muchos a sacar poleras, banderas. La gente reacciona a veces con temor, está desorientada, pero la institucionalidad no está escondida.

-¿Sigue usted creyendo que lo del terrorismo es un montaje o que se ‘sembraron’ las armas en la Fexpo?

-Quedan muchas interrogantes y susceptibilidades. No sé por qué no dejaron ingresar a la prensa y entraron al hotel movilidades, ambulancias. Estas personas fueron ajusticiadas. ¿Por qué esto tiene que ocurrir justo en la Feria, que es un ícono? Están nuestras cooperativas, nuestro sistema, nuestro sector empresarial, el sector productivo. En Pando corrieron a pedir veedores internacionales y ahora no dejan que vengan.

-¿Descarta que el grupo denominado La Torre y las cooperativas hayan tenido contactos con estos supuestos terroristas?

-Lo único comprobado hasta ahora es el terrorismo de Estado, con violaciones de derechos. No defiendo a estas personas ni lo que hacían, no sé qué hacían. Está poco comprobado que hayan sido terroristas, más parecían aventureros, hay mucho de ficción y poco de comprobación. Uno de estos aventureros decía que era periodista, entonces pudo haber tenido contacto con personas, pero nexos para matar al Presidente o ayudar con un plan separatista…¿No es el mismo libreto de hace tres años?

-Uno de los acusados dijo que había un plan para matarlo. ¿Qué opina?

-Muchos me preguntan por qué ando sin guardias. Los primeros que deben cuidarse de hacerme algo son los fundamentalistas. Cuando a uno lo quieren matar, por más guardias que tenga, lo hacen con la tecnología que hay. Los que tenían que cuidarme eran los del Gobierno, porque si me pasaba algo los sospechosos serían algunos fundamentalistas del MAS. Ahora me han hecho pensar que pueden estar armando el colchón para endosar a los de la derecha cualquier atentado que pueda haber contra mi persona.