Los cuatro mástiles


 

Como no pueden dar respuestas efectivas y ciertas a los verdaderos problemas del país, los niñitos malcriados del MAS buscan temas distractivos para que no nos ocupemos de los problemas reales, hasta ahora no llega la mentada reactivación económica comprometida por Arce Catacora en 100 días, no existe generación de empleos, no llegan las millonarias inversiones anunciadas, las empresas estratégicas producen solo gastos y el presidente bis, sigue dilapidando la plata, entonces es oportuno atizar el problema de las banderas en la plaza cruceña.



Todo estaba preparado para que la fiesta del 24 sea estropeada por las bases masistas que fueron llevadas y colocadas estratégicamente para vitorear y alabar al último inca, quien entre otras cosas no puede discursear y echar pestes, sino está acompañado por la bandera de los movimientos sociales de occidente, entonces impone y logra que el emperador chiquito de Santa Cruz se salga de sus casillas, se llegue a los empujones y chicotazos, y de yapa se ganen algunos procesos. Todo salió a pedir de boca de los azules.

Había 4 mástiles para izar las 4 banderas y se acababa el lío, los masistas de seguro querían izar 3 wiphalas y una nacional, o 4 wiphalas en definitiva, si total irrespetan la boliviana. Los cruceños querían una boliviana, dos cruceñas y una del Patujú, pero no contaban con la astucia del filósofo altiplánico que impuso la bandera que representa al proceso del saqueo, logrando armar el conflicto urdido por sus asesores que van años luz de los cruceños.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Choquehuanca el pacificador podría determinar el uso exclusivo de la bandera Patujú en oriente, como forma de respeto a los pueblos de este lado del país, pero no. Lo que desean es reactivar la persecución política. La señora del turbante colorido pese a ser cruceña, bombea para el occidente y defiende la pega. Lima espera las órdenes para arremeter contra Camacho, siguen midiendo si es oportuno ahora o lo dejan para la próxima semana.

Al vocero se le acabó el léxico para defender masistas y ahora está en la lista de desaparecidos, mientras tanto, Arce espera que Evo no sea tan malo y lo deje tomar alguna determinación. Este circo está tan entretenido que Netflix está pidiendo hacer algunos episodios.