Conflicto en La Paz. La víctima apuntó a afines al dirigente Arnold Alanes, a los que acusó de lanzar dinamitas y cometer agresiones en complicidad de los uniformados.
Fuente: Página Siete Digital / La Paz
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Un cocalero de los Yungas denunció que cinco encapuchados lo golpearon y lanzaron piedras cuando trataba de escapar de la represión policial que se desató la tarde del martes en Villa Fátima. El joven, que logró huir del lugar, aseguró que el ataque ocurrió en complicidad de los policías, de quienes dijo que presenciaron el hecho y no hicieron nada por evitarlo.
“Muy reprochable el actuar de la Policía Boliviana que trabaja con infiltrados, gente de Arnold Alanes (dirigente cocalero del MAS). Estaban encapuchados (sus agresores), yo trataba de ir hacia arriba, pero los jóvenes me agarran sin motivo y me golpean, tuve que escapar como sea hacia abajo y la Policía no hacía nada, ante sus ojos me han golpeado, me arrojaron piedras, han arrojado dinamita y no han hecho nada”, relató a Página Siete Digital el agredido.
En la zona de Villa Fátima la tarde de ayer se volvió a registrar enfrentamientos entre policías y cocaleros de los Yungas, que quieren recuperar el mercado de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca), entregado por el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, al dirigente Alanes.
Con más de 42.000 socios, el sector de productores de la hoja rechaza la parcialización del Gobierno con el grupo denunciado por ser representantes de zonas rojas, donde la producción de coca es ilegal.
Fue en medio de esa represión policial que la victima de los encapuchados, productor en la Regional de Chulumani, fue agredido cerca de una cancha y a metros de un barranco. Un video aparénteme tomado por una vecina ubicada en el otro extremo revela cómo uno de los encapuchados toma por sorpresa al cocalero y lo arroja al piso.
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En medio de ese forcejeo, llegan otros cuatro encapuchados y lo patean en el piso. Otras imágenes tomadas por la agencia APG, confirma que la golpiza se dio a metros de donde se encontraba un grupo de policías que, al parecer, de manera deliberada no intervinieron.
La facción de Alanes, que ocupa el mercado de Adepcoca ubicado en la calle Arapata, es resguardada por la Policía. Ese grupo es rechazado por el primer presidente de esa asociación, Armin Lluta, quien junto a un Comité de Autodefensa, busca retomar el control de su edificio y exigen al Gobierno no intervenir en tema de una institución particular.
En otro video, tomado aparentemente por una cocalera, se observa a los mismos encapuchados, a quienes la mujer persigue para grabar sus rostros. En el audio se escucha sus gritos con acusaciones de intentar quitarle la vida.
“Estos eran los que han intentado matarme, date la vuelta, infiltrados, nos hacen culpar a nosotros (de la explosión de dinamitas). Ahí está la Policía, revísale, revísale”, exige la mujer en el video. Cuando llegan, cercan a un campo deportivo donde están los efectivos, quienes permiten que los cinco encapuchados pasen sin cuestionarlos.
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Pese a los videos y las varias denuncias de los vecinos sobre los “infiltrados” que actúan en complicidad con los policías, el comandante departamental de La Paz, Agusto Russo, afirmó que no “permitirá” esas versiones “irresponsables”.
“Si hay alguna irresponsabilidad por parte de alguna persona que hubiese asegurado que habría civiles involucrados o infiltrados en la Policía, no lo vamos a permitir. Porque hay jefes oficiales responsables de cada uno de los sectores, que tienen el control de sus efectivos”, sostuvo Russo.
El jefe policial concluyó que toda persona ajena a la labor de los uniformados, sorprendida en medio de los conflictos debería ser alejada del lugar o arrestada si es hallada mientras hace uso de explosivos u objetos contundentes.
De acuerdo con los relatos de las víctimas, las fotos y videos, ninguna de esas instrucciones se cumplen por parte de los policías.