Ismael Schabib Montero*Octubre se va pero volverán otros con toda la carga histórica que puedan tener. En la vida nacional, “octubre negro”, al que prefiero llamar “octubre rojo”, no sólo nos debe doler por los muertos, sino por la estafa que se le ha hecho a la justicia y a la democracia como si todos fuéramos unos estúpidos. Un grupo de personas organizadas y con mucho dinero se movilizó para dar cumplimiento a un plan de largo aliento y tomar el poder, con dinero, venido del exterior de la billetera de George Soros y de Hugo Chávez, narcotráfico y petrodólares; con el sustento político del Foro de San Pablo, y otros actores europeos que pusieron el “conocimiento” adquirido en laboratorios de experimentación política.El Sr. Franz Rafael Barrios Gonzales cuestiona al ex Presidente Mesa por ese decreto con estas palabras “el meollo yace en la naturaleza de la convulsión social que se produjo antes de la renuncia y la sucesión correspondientes. Ya que de la justa y sensata calificación de la convulsión es que depende la procedencia o improcedencia de la amnistía otorgada. Así como la consecuencia que esto implica hasta nuestros días”.Para no alargar esta nota señalaré que en la anterior Constitución Política del Estado se podía leer “II. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya la soberanía del pueblo comete delito de sedición”.Esta gente que antes había puesto como pretexto el sensible tema del agua para los cochabambinos, como cortina para armar una convulsión contra el gobierno del Gral. Banzer, en la ciudad del valle, gobierno que estaba a punto de lograr “coca cero”, ahora se ocultaba en el pretexto de defender el “gas”; tema muy sensible para todos los bolivianos; arrogándose la representación nacional, cometiendo delito de sedición. Los culpables fueron amnistiados.Una de las consecuencias del decreto de amnistía es que están cumpliendo condenas en la prisión de San Roque, en la ciudad capital de la República, cuatro generales y un Almirante que conformaban el Alto Mando Militar del Gobierno Constitucional de Gonzalo Sánchez de Lozada, que fue derrocado. El General Juan Veliz Herrera, ha hecho pública una nota donde pregunta ¿Porqué estoy preso, Sr. Roberto de la Cruz?, (uno de los amnistiados) “Si eran ustedes los que no querían que se restablezca el orden público, eran ustedes los que incitaban a mantenerse y permanecer en los bloqueos, si ustedes nunca estuvieron de rodillas y paralizaron la ciudad del Alto, los vecinos organizados por ustedes se enfrentaron a las fuerzas del orden ocasionando muertos y heridos. Ustedes cometieron los delitos y no yo…”.Dicho de otra manera, una de las consecuencias del Decreto es que los amnistiados, los que promovieron con engaño la convulsión pagada en la ciudad del Alto, disfrazándola de un movimiento patriótico, los promotores del Golpe de Estado, de los muertos y heridos son los acusadores de los inocentes. Toda una paradoja, producto de un decreto de amnistía que es una estafa a la justicia y la democracia boliviana; una canallada que seguimos aguantando.*Vicealmirante de la República