Empresarios y comerciantes bolivianos aprenden el idioma de China para hacer negocios

Misión empresarial de Cainco viajará a tres ciudades. Los productores nacionales temen una invasión china. China compra alimentos a organizaciones campesinas.

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LOS EMPRENDEDORES APRENDEN • Jóvenes y comerciantes pasan clases de chino el jueves 30 de abril en el instituto RGA. Los empresarios se preparan para viajar al gigante asiático.



Comerciantes se preparan antes de ir a China para hacer negocios

La Razón

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Los pequeños empresarios aprenden el idioma del país asiático en un instituto en La Paz, algunos inscriben también a sus hijos. Buscan no ser estafados por los traductores. Viajan con ayuda de créditos y traen productos para vender en el país.

“En mi último viaje he estado más desenvuelta, he podido tomar un taxi por mi cuenta, así como pagar el hotel”, cuenta doña Norma Ramos, mientras atiende su puesto de venta ubicado en la calle Incachaca, en La Paz.

Esta comerciante acaba de regresar de China, a donde fue por séptima vez por mercadería para abastecer su tienda de productos de uso diario, como utensilios de cocina, cortinas para baño y basureros.

En esta ocasión viajó luego de pasar clases de chino mandarín durante un mes y medio en la Academia de Idiomas RGA, centro de aprendizaje muy recurrido últimamente por personas que buscan prepararse para hacer negocios en el país asiático.

“Los estudiantes que tenemos son en su mayoría comerciantes; los que van a traer tela, equipos eléctricos, adornos para Navidad, celulares y todo tipo de mercadería”, señala Fernando Guzmán, director del instituto paceño, en una entrevista con La Razón.

RGA inició sus actividades hace dos años con la enseñanza del quechua, aymara e inglés. Hace seis meses que imparte clases de chino, con el apoyo de la embajada de ese país en Bolivia.

“Nos han dotado de un libro en español y chino, uno de texto, uno de ejercicios y cuatro CD para practicar la correcta pronunciación”, explica Guzmán.

Añade que los comerciantes buscan aprender el idioma para no tener que pagar traductores y porque todos ellos “han tropezado con estafas o engaños” por parte de esos intermediarios.

Los intérpretes, indica Norma, cobran hasta $us 100 por día e incluso por actividad. “Cuando se contrata un traductor es cuando más problemas se tiene, porque al ser chinos, favorecen a los vendedores y cobran una comisión extra por la mercadería que ayudan a comprar”, relata.

“Mucha gente boliviana ha sido estafada por los traductores en China. Si un contenedor (de mercadería) vale 200 mil dólares, ellos ganan alrededor de 50 mil, solamente por realizar la conexión”, complementa Guzmán.

Desde hace un año, Franco Cortez Apaza se dedica a comercializar juguetes, tapas de refrigerador y otros productos de plástico en La Paz. Estaba aprendiendo a hablar inglés y hace dos meses que comenzó a estudiar chino mandarín en el RGA.

“He viajado unas seis veces a China. El problema es que allá los dueños de las fábricas no hablan inglés, sólo chino. Lo que aprendí es lo más básico, pero me ayudó a hacer mis compras”, afirma.

Franco explica que generalmente viaja con 5.000 dólares en el bolsillo, recorre las tiendas y compra mercadería suelta. “Cada mes me contacto por internet para saber de las novedades”.

Según el presidente de la Confederación Nacional de Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Marco Antonio Gonzales, los gremiales recurren a créditos de la banca para financiar su travesía.

Agrega que el fenómeno se da principalmente en La Paz y Santa Cruz y que, al parecer, en esa última región, son los residentes chinos los que —previo contacto con sus familiares— organizan misiones comerciales a su país, que incluyen visitas guiadas a tiendas y fábricas de ropa.

Norma admite que recurrió a préstamos bancarios para realizar sus primeros viajes. “En mi última visita gasté 2.300 dólares en pasajes aéreos, alojamiento y alimentación”. Agrega que para la adquisición de mercadería, invierte por lo general unos $us 25.000, de los cuales logra recuperar el 40% tras la venta.

Precisa que una cortina de baño que en China le cuesta Bs 11, en La Paz la vende a Bs 20. “Uno puede traer un producto exclusivo y venderlo al precio que quiera, doblarlo o triplicarlo; pero para vender más rápido o ser competitiva, yo vendo barato”. Añade que antes traía productos de Iquique (Chile), pero que eran de segunda calidad y no eran tan novedosos como los de China.

La esposa y la suegra de Grover Cochi partieron el viernes rumbo a la ciudad china de Guangzhou, que en octubre celebrará su gran feria anual. “Sólo fueron a explorar el mercado. Yo voy a pasar clases de chino antes de viajar para comprar ropa”, dice Cochi, que es dueño de una fábrica de chompas, afectada por la venta de prendería usada y asiática.

Grover supo de RGA a través de la embajada y piensa que es necesario aprender chino porque en ciudades como Hong Kong no le servirá el poco inglés que sabe, ya que ese idioma se habla allí con muchas deficiencias.

El instituto cuenta a la fecha con 49 alumnos que pasan clases de chino en sus aulas y con 80 que lo hacen fuera de ellas.

Guzmán cuenta que “hay comerciantes que tienen mucha mercadería, manejan como 1,5 millones de dólares de capital” y sus hijos pasan clases a domicilio. Otros como ellos asisten de forma presencial y “son los que aprenden más rápido”.

Añade que además se tienen convenios con empresas privadas y entidades públicas para capacitar a sus empleados. Las clases están a cargo de cuatro chinos y un boliviano y tienen un costo mensual de Bs 200 y una duración de 12 horas. El nivel básico o chino comercial toma de ocho meses a un año y el avanzado, hasta cuatro años.

Previo • Antes de viajar a China estudie los aspectos relacionados con su cultura, idioma, historia y geografía. Sus esfuerzos por conocer esos temas serán reconocidos, valorados y le ayudarán a desarrollar un mejor “Guanxi” (red de buenas relaciones interpersonales).

Conversación • Inicie la reunión con una charla informal. Evite dar respuestas negativas: en lugar de “no”, diga “puede ser” o “lo pensaré”. Evite opinar sobre temas políticos controversiales. Para dirigirse a alguien, use su título y apellido.

Comportamiento • Estrechar la mano es cada vez más popular como primer saludo. No use las manos cuando hable. Evite abrazar o palmear al saludar. Las personas de más autoridad o edad en un grupo esperan ser saludadas antes que el resto.

Negociación • Las tarjetas personales deben ser entregadas con ambas manos. Cuando el encuentro se realice con un traductor, no deje de mirar a su contraparte comercial. Evite mostrar emoción, actúe de forma calmada y acepte demoras en los plazos pactados.

Comidas • La cena es la ocasión más usual para hacer negocios. Es muy común que se sirva de 20 a 30 platos. Dejar uno de ellos sin probar puede resultar una ofensa; por ello, trate de comer un poco de cada uno. Dejar propina es visto como un insulto. El primer brindis lo propone el anfitrión.

Supersticiones • El rojo es símbolo de prestigio y prosperidad; y el dorado, de poder. El blanco y el negro se asocian con los funerales y deben evitarse. El ocho está relacionado con la buena suerte y el cuatro, en cambio, se considera de mala suerte porque se pronuncia de forma similar a muerte.

FUENTE: El Dragón Despierta, de Manuela Bösenhofer, con el apoyo del IBCE y SECO.

Los productores nacionales temen una invasión china

SECTOR • Micro y pequeños empresarios piden que el Gobierno eleve los aranceles de importación de productos chinos o vete algunos de ellos.

La importación de mercadería china al país es vista como un serio peligro para la industria nacional por sectores ligados a la producción, que piden al Gobierno restringir esa actividad.

“Estamos tomando acciones y pidiéndole al Gobierno que ponga aranceles al máximo para estos productos chinos que están ingresando al país y que prácticamente están matando a la industria nacional”, manifiesta el presidente de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa de Bolivia (Conamype), Marco Antonio Gonzales.

Según el dirigente, el fenómeno es protagonizado por microempresarios que, ante el cierre de mercados, han pasado de la importación de materia prima de origen chino a la de productos terminados hechos en ese país.

Explica que al no ser un país industrializado, Bolivia depende de insumos chinos y que las medidas proteccionistas adoptadas por países como Argentina, Brasil y Chile restringieron la exportación incluso de prendas hechas con ese tipo de materia prima.

En la misma línea, Porfirio Quispe, presidente del Comité de Defensa de la Industria Nacional (Codeina), asegura que “los micro y pequeños empresarios han visto la manera de sobrevivir dentro del territorio nacional, frente al contrabando que ha ido creciendo y a la economía que ha sido aplastada por ese movimiento de la ropa asiática que se ha incrementado desde el 2005”. Agrega que a ello se debe el “cambio de rubro”, a través del que un productor pasa a ser vendedor.

Gonzales indica que para incrementar el costo de importación de los productos chinos, es necesario emitir un decreto supremo que modifique la ley arancelaria y que esté enmarcado en lo establecido por la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Señala que otra alternativa es vetar el ingreso de productos que se fabrican en Bolivia, como poleras, camisas, jeans y pantalones y admitir aquellos que no se producen en el país.

Según recientes reportes de prensa, el Gobierno analiza la posibilidad de elevar el arancel para productos de origen asiático.

Mientras, el presidente de la Federación Departamental de Micro y Pequeña Empresa (Fedemype) de Santa Cruz, Germán Canaviri, pide una ley de protección a la industria boliviana, al sector textil y sanciones más duras para los contrabandistas.

Denuncia que algunos comerciantes incluso se hacen pasar por productores para obtener créditos que les permitan viajar a China para traer mercadería.

Datos proporcionados por la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) dan cuenta de que la balanza comercial entre Bolivia y China fue deficitaria para el país en los últimos dos años.

El 2007, las exportaciones sumaron $us 55,9 millones; y las importaciones, $us 263,4 millones. El saldo negativo fue de $us 207,4 millones. El año pasado, la balanza comercial con China fue negativa en $us 286 millones y las exportaciones a ese país sólo representaron el 1,9% del total.

Según Gonzales, a China únicamente le podemos vender productos de élite como muebles de madera tallados a mano, y no aquellos de fabricación masiva.

Exportación • El 2008, Bolivia exportó a China aceites crudos de petróleo, estaño en bruto, minerales de estaño, plata y plomo; madera aserrada, desperdicios de cobre, parqués de madera; cueros y pieles.

Importación • Ese año, las compras a China consistieron en máquinas de sondeo y perforación, motocicletas, aparatos de transmisión o recepción de voz, neumáticos, insecticidas, herbicidas, tejidos sintéticos, calzados y tubos soldados.

Misión empresarial viajará a tres ciudades en octubre

CHINA • La Cainco organiza el viaje, en el que se busca abrir nuevos mercados para el país.

La Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) organiza una misión empresarial que en octubre visitará las ciudades chinas de Guangzhou, Shanghai, Beijing.

La primera de ellas será la sede de la Feria de Cantón, en la que expondrán fabricantes de maquinaria industrial (grande y pequeña), herramientas, vehículos y repuestos, electrodomésticos, equipos electrónicos, productos químicos, luces, materiales de construcción y decoración.

“Esta misión es importante porque nos pondrá en contacto con una de las economías emergentes más importantes del mundo y con su base empresarial”, manifiesta el gerente general de la Cainco, Daniel Velasco.

Explica que mientras se prevé que las economías de Estados Unidos y Europa tendrán una contracción del 3% este año, las de China e India continuarán en expansión, con niveles del 5% al 7%. “Por lo tanto, China tiene actualmente una economía fuerte que abre la posibilidad de fortalecer una balanza comercial que tienda a ser favorable hacia Bolivia”, asegura el ejecutivo.

La misión tendrá un traductor guía a lo largo de su recorrido y será tratada a nivel de delegación empresarial. Su agenda tiene el apoyo del China Council for the Internacional Trade.

Con su cuota de participación, los inscritos tendrán garantizado el pasaje aéreo a China (de ida y vuelta) y a las tres ciudades mencionadas; además del hospedaje, los buses de traslado, el ingreso a la Feria de Cantón y a visitas institucionales.

China compra alimentos a organizaciones campesinas

DATOS • Productos como café, castaña, haba y quinua se exportan en un 4% al país asiático.

Las Organizaciones Económicas Campesinas (Oecas) de Bolivia han logrado exportar, aunque en menor escala, productos alimenticios al mercado de China.

“Las organizaciones exportan sus productos a China en casi un 4%, aunque no son todos. Hay que cumplir con muchos requisitos que son dificultosos”, dice el presidente de la Coordinadora de Integración de Organizaciones Económicas Campesinas de Bolivia (CIOEC), Primo Nina.

Precisa que las exportaciones bolivianas incluyen café, castaña, haba (de Potosí y Oruro) y quinua, que es comercializada en los supermercados de ese país.

Agrega que recientemente se intentó sin éxito vender amaranto. “El problema es que allá no conocen cómo se prepara para su consumo”, complementó.

Los alimentos que lograron ingresar al mercado chino, aclara, lo hicieron como materia prima y no como productos elaborados.

Según Nina, también se exportó algo de artesanía textil y prendas de vestir, pero las últimas al ser confeccionadas con materia prima china ingresaron al mercado con sello de ese país.

El productor señala que en el gigante asiático existe un fuerte interés por consumir productos bolivianos porque “todavía son sanos, ecológicos y nuestra producción no está contaminada”.

Sin embargo, explica que para venderlos hay que cumplir con requisitos como los certificados sanitarios que llegan a costar $us 10.000 y deben ser renovados.

Acota que las entidades nacionales que otorgan esa certificación “no son reconocidas a nivel internacional”. Anuncia que ahora se trabaja en equipar a las Oecas para que comiencen a exportar productos elaborados.

Contacto • Las Oecas se contactan con empresas de China y otros países a través de internet y cuando éstas visitan el país. También exportan mediante redes en diferentes naciones.

Viajes • Según el presidente de la CIOEC, Primo Nina, es muy difícil que las organizaciones viajen a China para hacer negocios, debido al costo del viaje y las trabas del idioma.