Ven trampa en logro del superávit fiscal de Bolivia del 1,5%


El Gobierno destaca que, por séptimo año consecutivo, se logra esta variable. Los analistas ven trabas en la entrega de recursos a los municipios y a las gobernaciones.

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Según el Ministerio de Economía, el país tendrá por séptimo año consecutivo un superávit (los ingresos son más que los gastos) del 1,5% para este año.



Sin embargo, para los analistas esta variable esconde una trampa. Argumentan que desde el Gobierno se ponen distintas trabas para que los recursos de los territorios autónomos (municipios y gobernaciones) no se los pueda ejecutar, dado que los mismos son entregados en los últimos meses del año.

Para el analista Carlos Schlink, el país cerrará con superávit principalmente por dos factores:

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El primero, porque se tuvo una excelente coyuntura mundial por la subida de los precios internacionales de las materias primas (hidrocarburos y minerales) y los alimentos.

El segundo, por la burocracia estatal, la cual pone trabas administrativas para que las entidades territoriales autónomas no puedan gastar los recursos con los que cuenta en caja y bancos, provocando ineficiencia administrativa del sector público no financiero.

Fuentes del Ministerio de Planificación indicaron que el superávit que alcanza el país se debe a las políticas económicas que se están de-sarrollando y que hacen foco en el ahorro interno, en los programas productivos y en la buena capacidad de los exportadores, que en esta gestión lograron superar los $us 9.000 millones, generando más divisas que engordan las reservas internacionales, que hasta octubre llegaron a $us 13.566 millones.

Cuando se les consultó sobre las trabas burocráticas que hacen notar los analistas, desde esa cartera remarcaron que el bajo porcentaje de las ejecuciones no es responsabilidad exclusiva del Gobierno. Apuntaron a que hay falencias en la planificación de los programas y una pésima articulación entre lo que un municipio necesita invertir y lo que realmente gasta.

Sobre el tema, Teófilo Caballero, exvicepresidente del Colegio de Economistas de Bolivia, sostuvo que el Gobierno políticamente siempre quiere mostrar un superávit fiscal a la población, no deja gastar los saldos de caja y bancos de las entidades  autónomas.

Para Caballero, este factor genera una bola de nieve que cada año crece y que estratégicamente beneficia al Ejecutivo, que para cumplir con su programa ‘congela’ unos Bs 30.000 millones. Así genera una falsa sensación de que los ingresos del país son mayores a sus gastos, al reflejar una estabilidad macroeconómica sólida y el responsable manejo de los recursos públicos.

Desde el Ministerio de Economía indicaron que a este buen comportamiento de las cifras macroeconómicas se debe destacar el crecimiento  del Producto Interno Bruto (PIB), que en 2011 llegó al 5,2%, la inflación se ubicó en un 6,9%, las reservas internacionales sumaron $us 12.019 millones y las exportaciones $us 9.114 millones. En cuanto al superávit, para el ministro de esta dependencia, Luis Arce, se trata de una radiografia que muestra la fortaleza de las cuentas fiscales, al tiempo de hacer notar que producto de los gastos no programados y de la negociación con la COB, el Tesoro General del Estado tendrá un déficit del 0,2%  del PIB.

En detalle

Observaciones. Se-gún los analistas, la inversión extranjera directa (IED) sigue siendo relativamente baja. Esto representa una debilidad estructural que se agrava por las revisiones constantes a las políticas de inversión del país y a la nacionalización de los denominados sectores estratégicos de la economía. El alto nivel de dependencia del país de los ingresos de sus sectores de gas natural y minería es otro punto que se debe cambiar.

Precaución. Para la Fundación Jubileo es importante destacar que si bien la deuda se ha reducido en porcentaje del PIB, se ha incrementado en términos nominales y se prevén mayores incrementos por las contrataciones de créditos externos realizadas en los últimos años.

Acuerdo. Lograr un pacto fiscal para corregir las distorsiones en la distribución de los ingresos es otro de los aspectos que para la Fundación Jubileo es crítico, si se quiere lograr un desarrollo integral e inclusivo.

Costos. Para los analistas, lograr un equilibrio entre inflación e inversión es algo que el país necesita.

“Es un dato que no se puede obviar”

Víctor Hugo Figueroa- Analista

Que un país tenga por siete años consecutivos un superávit fiscal es un dato que no se puede obviar, es una realidad macroeconómica que refleja que ciertas variables, como la inflación, crecimiento del PIB, y reservas internacionales, gozan de buena salud.

Ahora, si se quiere hilar más fino no se puede dejar de mencionar que este superávit como el de 2011, se apoya en las excelentes circunstancias que generaron los buenos precios internacionales de materia prima y de los alimentos.

Sin duda que estos factores ayudaron a que las cuentas que maneja el Gobierno cierren y que los ingresos que percibe no se vean superados por los gastos sociales que realiza.

Otro aspecto que se debe subrayar es la gran cantidad de recursos que universidades, ministerios, empresas estatales, municipios y gobernaciones no ejecutan y que cada año van engordando sus cuentas, lo que le permite al Ejecutivo recurrir a esos recursos y sumarlos como parte de nuevos ingresos.

¿Si el superávit beneficia al ciudadano de a pie? Bueno, eso depende de qué se haga con los recursos que percibe el país. Si se los invierte en proyectos que generen puestos de trabajo e impulsen las inversiones, puede ser algo positivo.

El Deber