Investigación. La Cámara de Diputados pedirá un informe sobre el operativo en el que ambos fueron detenidos. Se diluye pista sobre Hurtado.
Declaraciones. La comisión de Diputados interrogó a los dos vinculados a la UJC en una clínica de la ciudad de La Paz
El Deber
Marco Chuquimia / Pablo Ortiz
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Dos de los testigos clave de la argumentación del fiscal Marcelo Sosa contra la dirigencia cruceña, Juan Carlos Gueder Bruno y Alcides Mendoza Masaví, denunciaron ante la Comisión Especial de la Cámara de Diputados que investiga el supuesto terrorismo en Santa Cruz que fueron torturados por la Policía durante su traslado a La Paz.
El diputado Bernardo Montenegro (Podemos) dijo que los detenidos revelaron que en el viaje por vía terrestre entre Santa Cruz y La Paz fueron golpeados por sus custodios, “querían que ellos se autoinculpen de ser los proveedores de armas y les preguntaban sobre los dirigentes de la CAO, Mauricio Roca, y si Branko (Marínkovic) tenía algo que ver. En resumen ellos querían que hablen de temas que desconocían”.
Su homólogo oficialista, César Navarro admitió que los detenidos se quejaron por los malos tratos de los policías que los trasladaron y anunció que requerirá un informe al fiscal Marcelo Sosa para conocer quiénes trasladaron a los dos dirigentes.
El miércoles 29 de abril, Gueder Bruno y Mendoza Masaví fueron detenidos en Santa Cruz y trasladados a La Paz en sendos operativos. Cuando llegaron a La Paz, al día siguiente, eran esperados por un equipo de prensa de Canal 7 que los siguió con imágenes desde la tranca de El Alto hasta la Fiscalía, en el centro de La Paz.
Allí se los vio con los ojos vendados con cinta de embalaje. Luego, identificaron al abogado Hugo Antonio Achá como uno de los contactos con los supuestos terroristas abatidos y detenidos el 16 de abril en el hotel Las Américas.
Montenegro añadió que los captores de los hombres ligados a la Unión Juvenil Cruceñista les mostraron unos informes de febrero en los que se los involucraba en estos hechos, pese a que aseguran que no conocían a la mayoría de las personas.
Sin embargo, confirmaron el contacto con el general Lucio Áñez y las identidades de los abogados Hugo Achá y Alejandro Melgar.
El abogado de Gueder y Mendoza, Raúl Corro, también dijo que el general Áñez fue el hombre que contactó a Mendoza con Rózsa y éste a su vez fue el gestor de la venta del arma por el valor de $us 1.000.
Asimismo, está en verificación el nombre de un miembro del grupo apodado ‘Yoyo’. Según el informe de los fiscales, se trata de Lorgio Balcázar Arroyo, que fue gerente del Comité pro Santa Cruz hasta el 8 de marzo, cuando renunció para irse a Brasil a hacer una especialización en Medicina.
A Balcázar, que también tiene acciones en tres radios locales, lo implica Mario Tadic. Según el boliviano-croata, que está detenido en San Pedro, vio a Balcázar dos veces, una en compañía de Eduardo Rózsa y la segunda, cuando el supuesto líder del grupo enfremó de dengue. Según Tadic, Rózsa le encomendó que se reúna con Balcázar para que le entregue manuales de organización militar en un disco compacto.
En su declaración ante la Fiscalía, Tadic dijo que Balcázar iba a ser el jefe de inteligencia de la operación y, como prueba de su encuentro, entregó una tarjeta personal a los investigadores.
Finalmente, Corro prometió que cuando se levante el secreto de la investigación (este sábado) entregará las declaraciones de sus dos defendidos para evitar que se siga especulando sobre los nombres que mencionaron.
Por ello, el fiscal Sosa decidió que no hará más declaraciones a la prensa, puesto que considera que es tergiversado y que todo lo que dice se lo utiliza políticamente. Hoy Sosa debe poner ante un juez a su testigo clave, el prontuariado Ignacio Villa Vargas, y solicitar que se abran las computadoras que se incautaron del hotel Las Américas.
Rózsa Flores llegó en septiembre
Carlos Valverde, en su programa Sin Letra Chica (Cadena A 22:00), reveló ayer información sobre cómo se trasladaron Eduardo Rózsa Flores y su grupo a Bolivia. Gracias a reportes de agencias de viaje, el presunto líder del supuesto grupo terrorista que murió a tiros el 16 de abril en el hotel Las Américas, junto a Árpád Magyarosi (rumano húngaro) y Michael Dwyer (irlandés), salió de Budapest (Hungría) entre el 23 y 25 de septiembre.
Según los datos del programa televisivo, los extranjeros salieron en cuatro grupos de dos personas de Budapest con destino a San Pablo, de dos por día. Luego ingresaron de forma clandestina en Bolivia, presumiblemente por Puerto Suárez, como lo indicó Rózsa en la entrevista-testamento que dejó a la televisión pública de Hungría. Valverde asegura que los pasajes fueron pagados desde Santa Cruz, aunque no reveló los nombres; sin embargo, esto aumenta el grupo de supuestos terroristas que participaron junto a Rózsa, ya que el número máximo establecido por la Fiscalía es de siete, pero sólo en septiembre llegaron ocho, mientras que Tadic, Magyarosi y Tóásó llegaron al país a principios de febrero de este año.
Además, no utilizaron una sola aerolínea, sino que viajaron a través de la española Iberia, Alitalia y una aerolínea Sueca. La Fiscalía pidió a AeroSur que informe quién pagó los pasajes de Tadic, que tiene un boleto de esa compañía.
Apostillas
Anuncio de silencio
El fiscal Marcelo Sosa decidió no realizar más declaraciones a los medios de comunicación porque, en su criterio, fue tergiversado, lo que ocasionó la molestia del representante del Ministerio Público y no habló en todo el día. Sólo hablará cuando todas las investigaciones hayan concluido y en las audiencias.
Llega a Santa Cruz
Hoy Marcelo Sosa estará en Santa Cruz, junto a su grupo de investigadores. Se mencionó que recibirá declaraciones de las autoridades convocadas y también resolverá las citaciones que no fueron entregadas. La última vez que vino se llevó detenidos a Juan Carlos Gueder Bruno y a Alcides Mendoza Masaví.
Buscaban estancia
Los investigadores confirmaron ayer que el dirigente deportivo Carlos Guillen tenía el compromiso de vender una hacienda a Eduardo Rózsa, en $us 70.000, por la zona de Cotoca y que los presuntos terroristas sólo esperaban la llegada de una remesa de dinero, los investigadores no saben de dónde.
Más declaraciones
Hoy la Comisión Especial de la Cámara de Diputados que investiga el supuesto caso de terrorismo entrevistará a Ignacio Villa Vargas en un lugar no divulgado y luego readecuarán el trabajo sobre los nombres que los acusados le han dado. También prevén que volverán a viajar a Santa Cruz para tomar más declaraciones.
Villa Vargas, al estrado
Se realizará la audiencia de prueba adelantada y apertura de los dispositivos electrónicos (computadoras, cámaras fotográficas y flash memory). El acto jurídico se realizará en horas de la tarde en la Corte de Distrito de La Paz. El abogado Denver Pedraza solicitará que sea pública.
Se diluye pista sobre Hurtado
Reservados. Los ejecutivos de Cotas salen de la Fiscalía paceña acompañados de su abogado, Carlos Subirana
El Deber
La identidad del principal intermediario entre los financiadores y la supuesta célula terrorista que operaba en Santa Cruz, Luis Alberto Hurtado Vaca, quedó en entredicho porque los testigos que ayer acudieron a la Fiscalía no pudieron reconocerlo. El gerente interino de Cotas, Saúl Antelo, afirmó que conoce al consejero de la cooperativa telefónica, pero cuando le mostraron las fotografías dijo que no era esa persona.
Hurtado Vaca pagó los hoteles y el transporte de Eduardo Rózsa, Árpád Magyarosi, Michael Dwyer, Mario Tadic, Elöd Tóásó, Dudok Gabor y Daniel Gaspar en hoteles de Santa Cruz y pidió la factura a nombre de una empresa de semillas para el agro.
La duda sembrada por el ejecutivo de Cotas hace pensar al Ministerio Público que el nombre de Luis Hurtado es falso y que fue utilizado por el grupo denominado ‘los tíos’ (financiadores) para llevar una especie de control de gastos. Desde ayer se solicitó información a Cotas sobre la identidad del actual consejero, al que la Fiscalía ha tratado de notificar para que declare, pero no lo ha encontrado.
También se informó de que las principales autoridades de la Cooperativa de Teléfonos Automáticos de Santa Cruz, su presidente, Juan Carlos Velarde, y su gerente general, Herland Suárez, no están en el país por motivos de salud y por eso llegó a la ciudad de La Paz el gerente interino, Saúl Antelo, que se presentó a la Fiscalía y evitó el contacto con los medios de comunicación.
El Ministerio Público ya cursó solicitudes para conocer si estas dos personas están dentro o fuera del país o saber dónde se dirigieron, porque en Cotas simplemente dijeron que están enfermos.
Por su parte, los funcionarios de la empresa de seguridad Falcon –que custodia la Fexpo- también se presentaron a declarar. El gerente, Miguel Salek, dijo que hace tres meses Cotas retiró la empresa de seguridad que tenía en su stand y que ellos no tenían facultades para revisar la mercadería que era introducida. Tienen cinco empleados que custodian una decena de calles del perímetro y dijo que son 200 personas que ingresan diariamente a los predios. Negó conocer a Eduardo Rózsa y dijo que ellos no podían revisar lo que transportaban porque una credencial, a nombre de Enrique Vaca Pedraza, le permitía al grupo un ingreso irrestricto. La Fiscalía solicitó la lista completa de los propietarios y administradores de la Fexpo para conocer por qué le dieron esa credencial a Rózsa.
Antiterrorismo ‘cantinflesco’
Emilio Martínez / Vicepresidente HRF
Cualquiera de estos días, el sagaz Gobierno de Evo Morales nos despertará con la noticia de que por fin ubicó a los siniestros contactos internacionales de los ‘terroristas cruceños’: George Orwell, Friedrich Hayek y Andrei Sajarov.
Es lo único que faltaría, después de haber exhibido listas de potenciales víctimas que luego mutaron a colaboradores o financistas de los ‘magnicidas’ (que a su vez pasaron a ser ‘separatistas’) y de haber extendido la imputación a casi la totalidad del liderazgo de Santa Cruz, sin excluir a los activistas de los DDHH o a la dirigencia de un equipo de fútbol.
La escasa seriedad con la que se ha manejado el caso, politizándolo para culpar a ‘Pedro, Sancho y Martín’ , ha ido desmoronando la versión gubernamental de los hechos a escala internacional. Y cito varios datos que no han sido del dominio público hasta el momento: 1) la visita a Benedicto XVI que Evo tenía programada para noviembre acaba de ser cancelada por el Vaticano, a causa de la persecución contra opositores; 2) durante la entrevista entre Jimmy Carter y Evo, le pidieron al primero su opinión sobre el caso de Human Rights, a lo que este contestó con un cuestionamiento al proceder del Gobierno; y 3) la arremetida contra Human Rights Foundation ya concitó la atención de Front Line, la fundación internacional para la protección de los defensores de los derechos humanos, que se prepara a elevar su queja ante la ONU y la CIDH. Si la intención era descabezar a la disidencia, el resultado final será claramente autodestructivo. Quedará un excelente material literario-periodístico de interés internacional como remanente de esta insensata persecución. Material que los ‘escribidores’ no podremos desaprovechar.