Arnaldo Aliaga Pacheco*
De acuerdo con criterios internacionales, es recomendable detallar en la publicación de los resultados definitivos del censo los métodos empleados para evaluar la medida en que los datos son completos y la metodología de estimación de la calidad de las informaciones recogidas sobre ciertas características estudiadas.
Para esto existen métodos directos e indirectos que evalúan los resultados censales. Los primeros se refieren a encuestas postempadronamiento y los segundos a la aplicación de métodos analíticos que permiten el análisis demográfico de la información recolectada.
La realización de las encuestas postempadronamiento implica volver a terreno con el propósito de reempadronar ciertos sectores omitidos o duplicados, o bien a través de la aplicación de una encuesta, poco tiempo después del levantamiento, a una muestra representativa, con el propósito de obtener una medida del número de personas que fueron omitidas en el recuento censal o incluidas erróneamente en el mismo. También forma parte de esta investigación directa el intentar obtener una medición acerca del contenido y calidad de respuestas consignadas en la boleta censal.
El tipo de evaluación que se realiza recurriendo a medios analíticos consiste en comparar la composición por sexo y edad de la población al momento de un censo con aquellas que resultan de tomar en consideración la población de otros censos, encuestas o conteos realizados y la evolución de la mortalidad, la fecundidad y las migraciones durante los periodos intercensales.
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En la evaluación por encuestas postempadronamiento, los costos son muy elevados con relación a los beneficios y para llevar a cabo estas encuestas debe contarse con personal altamente calificado. Por otro lado, las técnicas analíticas, en muchos casos, no son factibles de utilizar debido a la conocida deficiencia de las estadísticas vitales. Es decir, las encuestas por muestreo y los métodos analíticos normalmente implícitos en las estimaciones y proyecciones no han resuelto el problema de evaluación en cuanto a cobertura y calidad de la información. Es más, las cifras calculadas por ambas técnicas generarán mucha desconfianza e incertidumbre sobre los resultados producidos por el censo.
La cifra de omisión censal en Bolivia para el censo 2001 calculada por el método demográfico fue de 4,5%, mientras que la encuesta de cobertura señala 2,85% como omisión. El primer dato fue reportado por el Centro Latinoamericano de Demografía (Celade), oficina especializada en proyecciones demográficas, y el Instituto Nacional de Estadística (INE) se hizo responsable de la segunda cifra.
Otros aspectos que merecen una evaluación son la capacitación y la cartografía. La capacitación tiene altísima relevancia y corresponde a una de las tareas precensales relativas al diseño conceptual y metodológico del censo. Su objetivo principal es diseñar un plan que permita instruir, en un plazo relativamente breve, a un número importante de personas muy heterogéneas, tratando de garantizar la mayor homogeneidad posible. Específicamente busca asegurar que el personal de la estructura censal se capacite de manera correcta y esté sensibilizado sobre la importancia de la tarea que realiza en torno a la calidad de los datos y la cobertura del censo.
Es de conocimiento público que el censo 2012, a pocos días de su realización, tiene dificultades importantes para reclutar empadronadores “voluntarios”, lo que dificulta el proceso de su capacitación.
Asimismo, el INE, al reconocer el uso de cartografía desactualizada en algunos sectores del país, pone de manifiesto la incidencia de esta cartografía en los resultados del censo 2012. Además, la alta conflictividad entre municipios generada por la deficiente delimitación territorial no garantiza que la redistribución de recursos económicos y de escaños dentro del ámbito político sea de manera imparcial.
Es deber del INE señalar el grado de confianza que merecerán los resultados censales y derecho de los usuarios de la información estadística el conocerlo.
*Consultor estadístico y miembro del Grupo de Trabajo “La Ruta del Censo 2012”
Página Siete – La Paz