Santa Cruz. Víctimas murieron con la cabeza destrozada. Valeria Castro, oriunda de Tarija trabajaba desde hacía 10 años en Suiza. El 5 de octubre llegó de dicho país con la intención de celebrar la graduación de su único hijo, Jorge Rafael, de 17 años.
Sin pistas del ‘escalofriante’ asesinato de madre y su hijo
Hipótesis. No descartan que sus agresores buscaban dinero, debido a que la mujer había llegado recientemente de Suiza.
EL DÍA, Santa Cruz, Bolivia
Con más dudas que certezas continúa el escalofriante suceso del que fueron víctimas una madre y su hijo, torturados y asesinados en el interior de su vivienda, ubicada en la urbanización Patujú, el pasado martes. Valeria Castro Soruco y Jorge Rafael Serna Castro fueron encontrados con la cabeza destrozada a golpes y signos evidentes de tortura a extremos, ya que este último tenía amarrada una soga en el cuello, lo que hace presumir que lo torturaron delante de su madre, como queriendo sacarle alguna información, comentó el fiscal Líder Justiniano, de la radial 17 1/2.
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A decir de las primeras investigaciones policiales de la macabra escena, participaron al menos tres personas, quienes habrían sido recibidas por una de las víctimas en la puerta de su domicilio, porque no se encontró forzada ninguna chapa, puerta o candado como para deducir que se trató de un robo u asalto, además que las habitaciones de ambas personas se encontraban intactas.
Se tejen diversas teorías. Justamente partiendo de la hipótesis anterior, un detalle que captó la atención de los investigadores de la Felcc en la escena del crimen es que tanto la madre como su hijo se encontraban tirados en su sala con ropa de vestir, lo que hace presumir que los asesinaron por la madrugada. "Creemos que la señora trajo algún dinero, pues manejamos tres hipótesis, pasional, ajuste de cuentas o una rencilla familiar", dijo Justiniano, quien reveló que el organismo de Inteligencia de la Policía apoya en la investigación del caso. Esta semana se comenzará a citar a su entorno familiar en procura de buscar datos que conduzcan a esclarecer los hechos. Lo curioso es que ningún vecino observó nada extraño, menos escuchar gritos para despertar sospechas. En la escena se recolectó un tubo de acero usado para golpear a las víctimas.
Matan con saña a una mujer y a su único hijo
Asesinato. La madre había llegado de Suiza.
Víctima. El cadáver de Valeria Castro, natural de Tarija, fue el primero en ser ingresado a la sala de autopsias.
El Deber
Una mujer y su hijo adolescente fueron asesinados de manera brutal la noche del lunes en su domicilio, situado en la calle Mignon de la urbanización Patujú, zona sur de la capital cruceña. Se trata de Valeria Castro, de más de 40 años, y su vástago Jorge Rafael Serra Castro (17), a los que los asesinos golpearon tan duro que les destrozaron la cabeza, según fuentes oficiales.
El hallazgo lo hicieron un albañil y su ayudante, que llegaron el martes, a las 7:00, a la casa de las víctimas a trabajar en una obra de ampliación. Los obreros encontraron la reja sin candado, ingresaron y se toparon con los cuerpos cerca del baño.
“Hemos verificado un macabro hecho de sangre contra dos personas. Al parecer utilizaron un instrumento contundente con el que causaron lesiones severas en los rostros de la víctimas. El joven yacía con una soga en el cuello. No tenemos evidencias de que se trate de un robo, más al contrario, vamos a hacer las investigaciones desde adentro toda vez que no se han llevado ningún objeto. Asimismo, no hay violencia en los accesos”, manifestó Miguel Gonzales, director de la Felcc.
Valeria Castro, oriunda de Entre Ríos (Tarija) vivía y trabajaba desde hacía 10 años en Suiza. El 5 de octubre llegó de dicho país con la intención de celebrar la graduación de su único hijo, Jorge Rafael, del colegio Berea.
Es más, la mujer pensaba quedarse definitivamente en Santa Cruz. Por tal motivo estaba construyendo un tinglado en el costado de su vivienda para instalar un restaurante de pollos.
Los cuerpos fueron llevados el martes al colegio Berea, donde hubo oraciones y homenajes. Después, a las 21:00, los trasladaron a Entre Ríos, para su entierro.