Periodistas señalan al menos 5 dificultades para ejercer su labor

Pérdida de credibilidad y valores, amenazas, agresiones físicas e intolerancia. ANP identifica incomprensión e intolerancia del gobierno. Vocero dice que los medios perdieron credibilidad.

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Protesta: mitín realizado por un grupo de periodistas de La Paz en la plaza Murillo, el año pasado

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La Prensa

Tienden a tildar de oficialistas u opositores de acuerdo con cuánto les agraden las notas periodísticas.

Pérdida de credibilidad, ausencia de valores, amenazas, agresiones físicas e intolerancia son algunos de los factores que en la actual coyuntura que vive el país dificultan la labor del periodista, según el balance de ocho profesionales entrevistados por La Prensa.

Este domingo, este gremio celebra un aniversario más desde que en 1938, durante el Gobierno del presidente Germán Busch, se aprobara un decreto que reivindicó los derechos de los trabajadores de la prensa, relacionados al seguro de salud y otros beneficios sociales.

Según el director de radio Erbol, Augusto Peña, el principal obstáculo de los periodistas en su cotidiana labor es el impacto que ha generado la pérdida de credibilidad de algunos medios de comunicación, lo que se ha reflejado en la actitud en contra de la ciudadanía, que a veces generaliza injustamente, “por unos cuantos que manejan de modo discrecional el aspecto informativo, todos debemos pagar”.

Para Lucía Sauma, directora de radio Pachamama, la dificultad mayor que tiene el reportero para desarrollar sus labores radica en que los propietarios de medios de comunicación “atrapan al periodista en el sensacionalismo”, lo que significa que no le permiten procesar la información y le exigen presentar la parte más mercantil de las noticias.

Esta comunicadora considera que los periodistas y, en suma, la sociedad en su conjunto viven una “desvalorización de principios”, que en el caso de los profesionales de la información es un escollo para realizar un trabajo mucho más profundo.

El jefe de prensa de la Red Uno (canal 11), Yery Guiteras, advierte como problemas una creciente falta de responsabilidad en los propios periodistas en el manejo de la información, además de la tendencia que tienen los sectores de poder de encasillar a éstos como seguidores del oficialismo o la oposición, dependiendo de cuánto les agrade o desagrade su producción.

“Inmediatamente que uno hace un trabajo periodístico que no le gusta a un sector, le tildan de oficialista o de opositor; (los periodistas) caminamos por senderos bastante pedregosos”.

Similar criterio expresó el jefe de prensa de radio Patria Nueva, Leonardo Mena, quien dijo que los periodistas sufren una intolerancia de ambos lados, tanto de esferas gubernamentales como de fuerzas opositoras.

“En nuestro caso (los medios estatales), hay partidos que nos consideran parte del oficialismo, y entonces hemos sido víctimas de agresiones y atentados. Creo que el actual ambiente político ha marcado una suerte de intolerancia”.

Del otro lado, añadió, los colegas también han sufrido esta situación, porque no hay una diferenciación entre propietario de los medios y reporteros.

Para el editor de Política del periódico cruceño El Deber, Leopoldo Vegas, el periodista sufre en la actualidad la agresividad de ciertos sectores, ya sean del Gobierno o del frente opositor. En su criterio, un modo de evitar esta difícil situación es que “los medios no se conviertan en actores y se mantengan en la posición de informar de la forma más imparcial posible”.

Además de esto, Vegas cita como escollo para la labor periodística la imposibilidad de acceder a las fuentes de información, como el hecho de que el presidente Evo Morales haya decidido, en su momento, declarar sólo para medios internacionales.

De acuerdo con el director del periódico Cambio, Delfín Arias, en la etapa actual, el periodista está enfrentando un panorama adverso: por un lado se encuentran los intereses particulares corporativos de quienes son los dueños de los medios de comunicación (estatales y privados) y por otro, el compromiso del profesional con la búsqueda de la verdad.

En ese escenario —sostiene—, el reto del periodista es “hacer periodismo” y también demostrar que “tenemos agallas para hacerlo”, por lo que “yo creo que la profesión concebida dentro de sus propias normas nos va a dar un trabajo para informar a la sociedad, pues uno que defienda la libertad de conciencia podrá ejercer la libertad de prensa”.

En criterio de la jefa de prensa de ATB (canal 9), Tania Sandóval, debido a la situación de confrontación política que se vive en Bolivia, el periodista debe realizar su trabajo en medio de un fuego cruzado, pues está expuesto a ataques, amenazas, agresiones, que en cierto momento pusieron en riesgo la libertad de expresión.

Considera que, por ejemplo, los movimientos sociales son los que más han vulnerado los derechos de los trabajadores de la prensa, y muchas veces porque los medios de comunicación no dicen lo que ellos quieren escuchar o porque los ponen en evidencia cuando cometen alguna ilegalidad, como en el caso de los linchamientos.

A juicio del jefe de prensa de PAT (canal 39), Mauricio Porras, la dificultad que tiene el reportero para desarrollar su labor se presenta cuando el Gobierno no brinda información cuando se la solicita, sino cuando desea hacerlo. Por otro lado, el trabajador de prensa está en constante amenaza, ya sea de parte del poder gubernamental o sectores sociales o de todos aquellos que están cercanos al poder.

Remarca que por todo lo expuesto, el periodista está siempre bajo advertencia, pues “no podemos decir nada porque estamos advertidos, ésa es la mayor dificultad que tenemos”.

Por su parte, el máximo ejecutivo de la Federación de Periodistas de La Paz, Boris Quisbert, manifiesta que en este escenario, el desafío del profesional de la información es profundizar más la ética para ofrecer una mejor información a la sociedad, además de reivindicar las conquistas de los trabajadores como la columna sindical (un artículo de opinión) donde los periodistas puedan expresar su punto de vista.

245 casos de agresión

De acuerdo con un informe del Observatorio Nacional de Medios (Onadem), entre el 1 de octubre de 2007 y el 30 de octubre de 2008 hubo 245 casos de sucesos violentos contra comunicadores sociales en diferentes puntos del país.

Este documento, que fue publicado en noviembre del anterior año por la revista Domingo, muestra que sólo el 14 por ciento figura como denuncia ante las instancias policiales y judiciales.

En estos datos de la entidad no gubernamental, Santa Cruz ocupa el primer lugar en casos de agresiones contra periodistas, con 101 hechos de este tipo; es decir, el 41 por ciento.

La Paz tuvo 56 situaciones de agresiones, que equivale al 23 por ciento; Sucre, 11 por ciento; Pando y Tarija, 6 por ciento; Oruro, 5 por ciento; Potosí, 1 por ciento; Cochabamba, 2 por ciento, y, por último, Beni, con 5 por ciento.

Datos

El Día del Periodista se celebra desde 1938, por la aprobación de un decreto supremo.

La norma reivindicó varias demandas del sector de los trabajadores de la prensa.

En un año se registraron 245 casos de agresiones a periodistas y actos violentos en el país.

ANP declara al profesional como incomprendido

El presidente de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), que agrupa a propietarios de medios de comunicación, Juan Javier Zeballos, asegura que en la actualidad las principales dificultades que atraviesa el periodista tienen que ver con la incomprensión y la intolerancia de autoridades gubernamentales, quienes no admiten la crítica y la fiscalización.

Ambos factores —sostiene el directivo— hacen que se acuse al periodista de “enemigo” del Gobierno cuando en realidad no lo es. “Este profesional lleva en su esencia la crítica y el elogio, cuya manifestación depende de las acciones del Ejecutivo y no en particular de éste, sino de todo aquel que ejerza esa función, es decir, en todo tiempo… Si hay algo malo se criticará, pero si hay cosas buenas, el periodista elogiará”.

Esa incomprensión, que según Zeballos parte del Ejecutivo, hace que se ataque desde esferas gubernamentales al periodista, pero a la vez provoca la generación de anticuerpos en la oposición en contra de trabajadores de medios de comunicación estatales, quienes son el blanco de ataques de grupos que ven en el periodismo estatal un periodismo al servicio del oficialismo.

Zeballos señala que la labor de fiscalización que cumplen los periodistas obedece a que se trata de poderes del Estado que están al servicio de la sociedad y como funcionan con recursos de los ciudadanos, corresponde un estricto seguimiento.

Añadió que desde la entidad a su cargo se fomenta la práctica del periodismo apegado a la ética, lo que hace que cada vez sean menos los errores que se cometen, al menos en medios impresos.

Aumenta la intolerancia con los medios

Representantes de la prensa, el presidente del Senado y dirigentes sindicales señalan que con el Gobierno se registró más agresiones contra los periodistas.

La Razón

Desde que el presidente Evo Morales asumió el gobierno, los trabajadores de los medios de comunicación son propensos a ser más agredidos por los sectores sociales del oficialismo y la oposición, aspecto que habría sido propiciado por el mismo Mandatario, cuando cree que la prensa critica su gestión, coincidieron en señalar dirigentes y políticos.

El director ejecutivo de la Asociación Nacional de la Prensa, (ANP), Javier Zeballos, manifestó que la prensa tiene la misión fundamental de servir a la sociedad y fiscalizar el poder constituido por el Estado en pleno, pero el Jefe de Estado lo ve como un ataque personal a su investidura.

“Hay una incomprensión de parte del Gobierno y del Presidente a esta actividad fiscalizadora de la prensa, y como hay esa incomprensión, también hay intolerancia. Ahora, los sectores sociales que lo apoyan, al escuchar decir que la prensa es su enemiga y que la prensa miente, no ven más allá y reaccionan al influjo de las exhortaciones y de ahí salen grupos de choque para atacar a medios y periodistas”, dijo.

De acuerdo con un reporte de la ANP, de mayo del 2008 a la fecha se registraron 165 agresiones a periodistas y 154 ataques a los medios de comunicación. Hoy se celebra el Día del Periodista.

Zeballos sostiene que a raíz del enfrentamiento político entre el Gobierno y sus sectores sociales con la oposición, se dio paso a una polarización. “Por ello los ataques no sólo se registraron a medios de comunicación privados, también los estatales sufrieron agresiones; es el caso de Santa Cruz, donde se quemó y destrozó equipos del canal gubernamental”.

El ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Prensa de La Paz, Boris Quisberth, sostuvo que desde el 2008 se evidenció un deterioro de relaciones entre la sociedad y la prensa a raíz, dijo, de la incomprensión de la gente respecto a lo que son los empresarios de los medios de comunicación y los trabajadores. “Hemos visto que en estos años ha existido mayores roces entre el Gobierno y los medios de comunicación a raíz de lo que hemos dicho, que la noticia puede ser manipulada, tergiversada. Creemos que no fue correcto el accionar del Gobierno al acusar y exponer a un compañero”.

El secretario general de la Central Obrera Boliviana (COB), Felipe Machaca, indicó que los sectores que atacan a los periodistas “son gente que quiere ocultar la verdadera realidad de lo que está pasando en Bolivia y siguen las instrucciones del Presidente. En todo caso, los medios privados deben hacer un mejor trabajo, realizar investigaciones para que la gente siga a su lado”.

En cambio para el vocero del gobierno, Iván Canelas, la intolerancia de la gente hacia los trabajadores de prensa se reproduce por la mala imagen que algunos medios han creado en la sociedad. “Esos medios que convirtieron en instrumento político o de sensacionalismo donde se manipula, se miente y no sólo en política”, manifestó. Agregó que “la manipulación política y las críticas públicas realizadas contra los medios de comunicación han generado que esta mala imagen se traduzca en esa intolerancia.

El presidente del Senado, Óscar Ortiz, dijo que es normal que la prensa tenga tensiones con los gobiernos, “pero en este caso la intolerancia que manifiesta el Presidente y su partido muestra su actitud antidemocrática”.

El Presidente relega a los medios locales

Desde el 15 de diciembre del 2008, el presidente Evo Morales decidió no convocar a sus conferencias de prensa a los medios nacionales. «En todo caso, voy a convocar a los periodistas de las agencias internacionales, porque pienso que ellos son más responsables en el manejo de la información», dijo el Jefe de Estado en esa oportunidad.

El Mandatario asumió esta actitud argumentando que no necesita de los periodistas para comunicarse, puesto que en algunas ocasiones dijo que sintió que lo discriminaban. El 10 de diciembre del 2008, el Jefe de Estado increpó en un acto público a un reportero de La Prensa.

En abril pasado, el Presidente ofreció una conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno para medios extranjeros y se permitió el ingreso de periodistas nacionales. Durante la conferencia, respondió sólo a preguntas de medios del exterior. “Por órdenes superiores, sólo se aceptan preguntas de medios internacionales”, dijo en esa ocasión un empleado.

El último jueves, Morales atendió sorpresivamente a periodistas nacionales cuando salía del Palacio de Gobierno.

Los medios perdieron su credibilidad, dice Canelas

GOBIERNO • Según el Vocero, en los medios de comunicación se da prioridad al “show”.

El Gobierno sostiene que el distanciamiento entre la sociedad y los medios de comunicación se debe a que éstos, en los últimos años, optaron por una metodología “del sensacionalismo” y porque perdieron credibilidad.

El portavoz presidencial, Iván Canelas Alurralde, sostuvo que “la prensa priorizó el escándalo antes que la información, los canales de Tv priorizaron el show mediático por encima de la información, y esto ha ido deteriorando la calidad de los mensajes. Este estilo ha terminado definitivamente de contaminar el periodismo en algunos medios”.

Canelas explicó que la contaminación política no sólo se observa en los informativos de los medios de comunicación, sino que también se encuentra en los programas que se difunden especialmente en los canales de Tv. Éstos, dijo, “incitan o generan antivalores y afectan nuestros valores, nuestras culturas, y creo que la sociedad empezó a percatarse de que los medios de comunicación no representan los intereses de la sociedad, sino los intereses de grupo, políticos, económicos y ya no hay credibilidad en los medios de comunicación como en el pasado”.

Respecto al trabajo de los medios de comunicación del Estado, que están al mando del Gobierno, la autoridad sostuvo que siempre estuvieron vinculados a los gobernantes de turno. Reconoció que si bien al principio pasó lo mismo con la actual administración gubernamental, “lo que tratamos es cambiar la visión de los medios estatales con relación a los medios de comunicación en general”.

Manifestó que el presidente Evo Morales dará impulso a los medios estatales para que sirvan a la sociedad siendo pluralistas y que otorguen espacios a todas las culturas. “El propio Presidente lo ha dicho, ‘a nosotros lo que nos interesa es la verdad; si esa verdad daña y afecta a una autoridad y tienen pruebas, hay que darle el mayor espacio posible, porque eso nos ayuda, no sólo a luchar contra la corrupción, sino a corregir los errores que tenemos’”.

Anunció que Bolivia Tv, Canal 7, será más pluralista y tendrá las características que detalló el Presidente. “Ojalá en medio año, o un poco más, podamos decir a la población que es el canal de toda la gente”, dijo. Explicó que la crisis económica por la que atraviesa este medio de comunicación “que se arrastra del pasado”, será subsanada para que la empresa llegue a más regiones y con mucha programación nacional.

Carrera • Iván Canelas Alurralde es periodista. Trabajó en las agencias internacionales EFE y ANSA, en los periódicos La Razón y Presencia y radio Fides. Fue dirigente sindical regional y nacional de la prensa.

Posesión • Juró a su actual cargo el miércoles 3 de abril del 2008. Antes renunció al cargo de diputado plurinominal por Cochabamba del MAS.